ANA ACLE The Miami Herald
Esperando detener las actividades de grupos como el Movimiento Democracia, un nuevo decreto presidencial dificulta más a los dueños de embarcaciones entrar ilegalmente en aguas territoriales cubanas.
Ahora es obligatorio tener un permiso del Servicio Guardacostas de Estados Unidos para entrar en aguas territoriales cubanas, además de adherirse a las regulaciones de otras agencias federales.
La multa por hacerlo sin el permiso requerido sería la confiscación de la embarcación, una multa máxima de $10,000 y hasta 10 años de prisión.
El decreto convierte a la mayor parte de las costas de la Florida en una ``zona de seguridad''. Anteriormente la zona se extendía desde Pompano Beach hacia el sur y alrededor de la península hasta Tampa, pero ahora incluye todos los puertos de la Florida con la excepción de los del área noroeste de la península.
La extensión de la zona de seguridad es una respuesta directa del gobierno norteamericano a las acciones tomadas por Ramón Saúl Sánchez, fundador del Movimiento Democracia. En enero, Sánchez partió de Boynton Beach --fuera de la zona de seguridad-- en un intento por llegar a Cuba antes de la visita del papa Juan Pablo II. El mal tiempo los obligó a regresar.
La idea de zarpar fuera de la zona surgió después de aprender una lección por las malas. El Guardacostas confiscó el barco de Sánchez en Cayo Hueso el 13 de julio de 1997, cuando rehusó decir que no entraría en aguas territoriales cubanas.
``El Servicio Guardacostas de Estados Unidos tiene una doble responsabilidad: la seguridad de las personas en alta mar y prevenir un posible incidente internacional'', explicó el teniente comandante Marcus Woodring. ``La zona de seguridad se amplió para afectar esto último, que es evitar un posible incidente internacional'.
``Entrar en aguas cubanas es una mala idea, además de ser peligroso, sin el permiso del gobierno cubano'', agregó. ``Y en el pasado [el gobierno cubano] no lo ha tomado ligeramente... toman en serio su soberanía. Uno se pone bajo un gran riesgo cuando lo hace''.
Pero la zona de extensión permite excepciones. Los barcos privados de menos de 50 metros de eslora, que salen de la Florida dentro de esa zona de seguridad y con la intención de entrar en aguas territoriales cubanas necesitan obtener un permiso del Servicio de Guardacostas.