Figuras recuerdan legado de Jorge Mas Canosa
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Tres importantes discursos se pronunciaron el martes en la misa fúnebre de Jorge Mas Canosa en la iglesia St. Michael. Raúl Mas Canosa, hermano menor de Mas Canosa; monseñor Agustín Román, que celebró la misa; y Robert Torricelli, senador demócrata por Nueva Jersey, despidieron a Mas Canosa resaltando sus diferentes virtudes y elogiando la labor que ha realizado durante su vida.
A continuación, algunos fragmentos:
Monseñor Agustín Román, obispo auxiliar de la arquidiócesis de Miami:
"Continuemos la buena lucha para lograr que Cristo reine en el corazón de cada cubano, aquí y allá. No hay otro camino para la libertad. No hay otro camino para la justicia. No hay otro camino para la paz. No hay otro camino para Cuba. En las manos de María Santísima de la Caridad, la Virgen mambisa que desde su trono del Cobre le vio nacer en su Santiago querido, la que desde su trono del exilio le vio luchar y crecer en la fe, encomendamos ahora el alma de Jorge Mas Canosa.
"Que ella lo acompañe ante la presencia del Señor. A la Madre del cielo encomendamos también a Irma, a Jorgito, a Juan Carlos, a José Ramón, a sus esposas, a sus hijos, a todos los familiares de Jorge Mas Canosa, sufriendo hoy pero sufriendo a la luz de la esperanza cristiana. Que ella, que sufrió al pie de la cruz, les acompañe hasta el día del gozoso reencuentro en la resurrección de todos.
"Y también a nuestra Madre encomendamos ahora a todo el pueblo cubano, que así como nos trajo en sus brazos al Señor Jesús sobre las aguas de Nipe, nos lo traiga definitivamente al corazón de la patria. Que llegue ya la hora de la liberación. Que Cristo reine ya. Que el alma de Jorge Mas Canosa y las almas de todos los difuntos, por la misericordia de Dios descansen en paz. ¡Que viva Cuba libre! ¡Que viva Cristo Rey!''
Raúl Mas Canosa:
"Muchas personas se han concentrado en los logros de mi hermano como patriota y como líder político, pero yo quiero hablarles de Jorge como individuo, quién era como hombre, un padre, un esposo, un hermano, un buen hijo, un gran amigo, un católico devoto, un pecador, un individuo con sus debilidades humanas, pero sobre todo un hombre que amaba la vida, que amaba a su natal Cuba y a su país adoptado, y que vivió cada momento de sus cortos 58 años como si no hubiera un mañana.
"Jorge logró generar un amor y una lealtad intensos entra aquéllos que consideró sus amigos. En la Biblia, Jesús nos dijo que `No existe mayor amor que esto: que él de su vida por sus amigos'. Jorge fue el tipo de persona que hubiera dado su propia vida por un buen amigo, y ni qué decir de su amada Cuba.
"Más allá de sus amigos, Jorge logró generar calor humano y afecto en casi todo el mundo con quien tuvo contacto. Se sentía tan cómodo lidiando con un jefe de Estado que con un trabajador en una de sus muchas empresas. Una noche podía estar en una cena de gala y al día siguiente gozaba al compartir un buen chivo o rabo encendido con alguien que lo llevó al trabajo en una cantina.
"Les puedo decir que Jorge prefería esas comidas simples, caseras, con sus empleados o con sus amigos o su familia más que otra cosa.
"En su corta vida, Jorge vivió la vida que muchas personas sólo pueden soñar con tener. Fue un inspirado patriota, un millonario autocreado, un maravilloso padre, un gran hijo y hermano, un filántropo, un fiel siervo de Dios.
"No se lamenten de su corta vida. Den gracias por la vida que vivió, una vida llena, siempre a todo dar, sin mirar atrás. Jorge no perdió su vida; él dio su vida. La dio a lo que más creía: la restauración de la libertad y la democracia en la tierra que amaba: su querida Cuba. Y aunque no logró ver a una Cuba libre en su vida mortal, estoy seguro que eventualmente la verá desde arriba''.
Robert Torricelli:
"Injusta es la muerte de un liberador mientras el tirano vive. Pero porque respetamos las razones por las cuales vivió, los logros de su vida no serán enterrados junto a él. Jorge Mas Canosa quiso sólo que el pueblo de Cuba viva en la libertad que el mundo otorga a todas las otras personas. Algunos temerán que su libertad sea pospuesta nuevamente, negada a otra generación.
"Dios te bendiga, Jorge Mas Canosa. Que Dios te tenga en sus gentiles manos. Somos mejores por haberte conocido. Te encomendamos a tu descanso y a tu lugar en la historia. Y te dejamos este día con una simple pero poderosa promesa: Te juramos ante Dios regresar a tu tumba, pararnos junto con tus hijos, levantar el ataúd a nuestros hombros y traer a Jorge Mas Canosa a descansar en la tierra de una Cuba libre.
"Y ese día, descansando en la tierra que amó, recordado por los niños que lo conocerán, amado por la gente a quien ayudó a liberar su país, se dirá: `Jorge Mas Canosa aún vive' ''.
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