El Nuevo Herald
15 de marzo de 2001

Basulto admite que no ordenó escapar a piloto

El tribunal escuchó la grabación que el veterano piloto hizo de las
comunicaciones entre su aparato y las avionetas

RUI FERREIRA
El Nuevo Herald

El líder de Hermanos al Rescate, José Basulto, nunca creyó que el gobierno cubano fuera ``lo
suficientemente estúpido'' para derribar las avionetas que abatió el 24 de febrero de 1996,
pero cuando la primera cayó, admitió ayer el activista, no ordenó a la segunda que escapara
del área.

``No, señor. Estuve rechazando [mentalmente] lo que vi todo el tiempo. [Pero] hay que
ver con qué rapidez sucedió todo eso'', contestó Basulto cuando el abogado defensor, Paul
A. McKenna, sostuvo que el activista buscaba un enfrentamiento con el régimen
de la isla y, por lo tanto, era responsable de la muerte de los cuatro voluntarios
que tripulaban las avionetas.

Ayer, el tribunal que juzga a cinco acusados de espiar para la isla escuchó la
grabación que Basulto hizo de las comunicaciones radiales entre su aparato y
las avionetas derribadas.

Uno de los supuestos espías, Gerardo Hernández, está acusado de propiciar el
derribo de las avionetas. El veterano piloto dijo que el día de la tragedia, al
regresar del vuelo, las autoridades quisieron confiscar la cinta, pero que él se
opuso por temor a que desapareciera.

``Quería tener la cinta porque era la única prueba de que no hicimos nada mal.
Si no, no la estaríamos escuchando en este momento; el gobierno
[estadounidense] la hubiera desaparecido'', afirmó.

McKenna quiso saber si la verdadera razón por la cual Basulto quiso retener la
cinta era la necesidad de borrar partes aparentemente comprometedoras. ``No'',
respondió el piloto. ``Además de que en el aeropuerto no había capacidad de
copiarla, sabía que la administración Clinton nos veía como adversarios y quería
hacerla desaparecer'', añadió.

Su testimonio tomó particular intensidad cuando en la cinta se escuchó que
Basulto parecía reírse con las maniobras que presuntamente hizo un MiG
castrista a su alrededor.

``Nos van a tirar; tenemos MiGs alrededor. ¡Ji, ji, ji!'', se escuchó en la cinta.

McKenna interrumpió la audición y le preguntó: ``Señor Basulto, usted se estaba
divirtiendo, ¿verdad?''.

``No, estaba nervioso'', respondió el piloto.

Pero el abogado insistió, preguntándole si realmente no estaba feliz por estar
protagonizando, una vez más, un enfrentamiento con Cuba. ``Usted está
intentando hablar por mí. En esos momentos, estaba nervioso'', insistió Basulto.

McKenna hizo un intento más. ``O sea, mientras se reía, estaba enviando a dos
jóvenes hacia la muerte'', afirmó.

Pero no hubo respuesta. La fiscalía objetó la pregunta, mientras Basulto movía la
cabeza en señal negativa. Entonces la defensa quiso saber por qué Basulto no
detuvo la misión cuando los cazas cubanos empezaron a circundar las
desarmadas avionetas.

``Estaba en un estado de negación permanente'', explicó el piloto. ``Jamás creí
que fueran a derribarnos en aguas internacionales'', añadió. Pero cuando las
avionetas no eran más que dos columnas de humo en el horizonte, en la cinta
se escucha a Basulto decir a sus acompañantes: ``Bueno, nos parece que nos
tenemos que ir pa'l c.....''.