El Comandante "Juan José" habla de la gran traición
Por Germán Acero E.
Libre Online
Miami
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E.U.
La Nueva Cuba
Febrero 22, 2004
En sus noches de melancolía y tristeza lo embarga la nostalgia
por
Cuba. Y mira a lo lejos, a través del mar, a esa hermosa isla
de la
que salió luchando heróicamente contra el régimen
de Castro.
Ernestino Abreu, el Presidente de la Junta Patriótica Cubana,
madruga
todos los días a su oficina de la 7 del North West porque está
convencido que el final se acerca en Cuba.
Es uno de los pocos líderes de la vieja guardia que aún
subsiste en
el exilio y que tiene esa moral muy alta para continuar aquí
la lucha
por su patria y por su pueblo.
Estuvo en las puertas del cadalzo cuando cayó preso por conspirar
contra la muralla del comunismo y, gracias a la solidaridad mundial,
pudo salir del infierno del castrismo vivo.
Sufrió en prisión toda clase de torturas que aún
guarda como cicatriz
férrea de la lucha que libró en Cuba para abrir las puertas
de la
democracia que Castro impidió a tiros, asesinatos y desapariciones.
El día de la entrevista con LIBRE esperaba pacientemente en su
oficina de la Junta Patriótica Cubana, vestido de traje y corbata,
como si se tratara de una ceremonia de transmisión de mando.
En su mirada se adivina ese fervor y romanticismo por la isla en la
que nació, se crió y levantó toda una familia,
de la que sólo apenas
subsiste sus hijos, cinco mujeres y un varón.
- Inspira heroismo y patriotismo
Abreu transpira heroísmo y patriotismo. Es de esos viejos líderes
que
aún, en el exilio, sueñan con la gloria de la democracia
y que serían
capaces de volver a empuñar las armas para luchar otra vez por
su
patria.
Abreu se acomoda en su silla de presidente y, pacientemente, comienza
su relato de su vida y de sus luchas.Todo comenzó en enero de
1959
cuando empezaron a fusilar tras la caída de Batista.
"Ahí empecé a luchar. A Finales de 1959, entonces, se
fundó el
Movimiento de Recuperación Revolucionaria, MRR, del cual yo
fui uno
de los fundadores".
Fui el coordinador de Oriente, y clandestinamente organicé los
municipios de Victoria de las Tunas, Puerto Padre, Holguín,
Bayamo,
Manzanillo, Campachuela y Niquero.
La situación en Cuba era delicada. Batista ya se había
ido el primero
de enero de 1959. Luchábamos para recuperar los ideales por
los
cuales habíamos luchado: restaurar la democracia.
Después de abandonar Oriente, de acuerdo a un mensaje que me
llegó,
pretendían matarme o tomarme prisionero, luego de que me habían
intervenido la arrocera de Jardín donde era administrador.
- El clandestinaje en Cuba
Cada día se organizaba más el clandestinaje. Castro, con
demagogia,
había tomado cierta fuerza entre el pueblo, y contaba con los
militares que lo habían apoyado en la Sierra.
Mandé mi familia para la Habana. Y abandoné Oriente. Hice
contacto,
entonces, con el ingeniero Rogelio González, conocido en la
lucha
como "Francisco".
Me dirijí después para Matanzas donde organicé
los 22 directorios
municipales clandestinamente. Alcé guerrillas, y abastecí
las que ya
había. Y reagrupé Las Villas y Rodas, entre otras.
Después de la invasión de Bahía Cochinos, ya perseguido,
adopté el
nombre de lucha de "Juan José", después "Román"
y,últimamente,"Raúl".
Logré que un amigo me consiguiera en la Embajada de Brasil la
entrada
y, entonces, pedí asilo político el 4 de mayo de 1961.
Luché en 1959;
en 1960 y parte de 1961, en Cuba.
Llegué aquí el 10 de agosto de 1961. La lucha, voy a retroceder
un
poco, fue dura porque organicé 32 municipios claves. Ya a finales
del
año 1960 y principios de 1961 el terror era algo terrible en
Cuba.
Igual lo mandaban a la cárcel que al cementerio. Castro, cabe
aclarar, ya no tenía en este tiempo esta popularidad. En Matanzas
algunos vecinos de pequeñas fincas me advirtieron sobre amenazas.
En especial, de dos familias, porque el resto de la población
ya
estaba en contra de Castro. Pero tenían miedo a hablar por el
terror
que habían desatado las milicias de Fidel entre los civiles.
A finales de 1960 y principios de 1961, prácticamente, había
caído
toda la popularidad de Castro, por lo menos en el campo. Los esbirros
eran los únicos que adulaban y gritaban esa falsa revolución.
Ya todo el pueblo de Cuba sabía de la invasión del comunismo.
Y, por
eso, también arreciamos nuestra lucha en la isla para luchar
contra
esa tiranía.
Fidel Castro dijo a voz populista que era comunista, el 16 de abril
de 1961 durante un entierro. Y ahí fue cuando entonces estuvieron
a
punto de atacarlo por vía aérea.
- Golpes demoledores
Abreu se dolió de muchas cosas que pasaron por aquella época.
Por
ejemplo, sus combatientes se quedaron esperando unas armas, que
venían por aire. Fue un golpe demoledor.
"Pero el más duro fue, quizás, el desembarco de Bahía
Cochinos.
Cuando entrenaron cientos de hombres en centroamericano y los
mandaron a Girón en Matanzas".
"Con el ofrecimiento que les iban a dar cobertura aérea y
abastecimiento, a la larga esto no sucedió, y las fuerzas enemigas
acabaron con ellos".
Hubo ciento y pico de muertos. Y qué no decir de la lucha del
clandestinaje, en los campos y las ciudades, que dejó muchos
otros
más muertos.
Abreu, por momentos, se embarga de nostalgia cuando advierte que el
mayor golpe para los luchadores de la democracia, en ese entonces,
fue de tipo moral.
- Fuimos abandonados
"Fuimos abandonados. El pueblo se desintegró y se sintió
sin fuerzas.
Ese golpe moral, a lo mejor, fue el que ayudó a fortificar la
tiranía", reiteró.
Después del fracaso de Girón, según Abreu, era
poco lo que se podía
hacer. A su familia la retuvieron. "Yo tuve una academia militar
rapiñando algún centavo para poder sostenerla y operarla".
- En Centroamérica
Ernestino también montó una academia de telegrafía.
El 13 de
septiembre de 1963, oxigenado y animado espiritualmente, marchó
a
Centroamérica.
Allí construyó campamentos de lucha cuerpo a cuerpo y
en técnicas de
adiestramento de comandos rurales y urbanos para guerrilleros. Hizo
igualmente un muelle y una pista en medio de la selva en Nicaragua.
Ernestino destacó, en aquella época, el apoyo que tuvieron
sus
fuerzas de parte de los gobiernos de Estados Unidos y Nicaragua.
Pero después, más tarde, le quitaron el apoyo. Y hubo
un problema de
un barco que se hundió cerca a Oriente e, incluso, los relacionaron
con ese incidente.
Cuando llegaron los sandinistas a Nicaragua, a Abreu le tocó
abandonar este país, a mediados de 1970. Y volvió nuevamente
al
exilio en Miami.
Lo nombraron Secretario General del MRR. Antes de terminar su
historia, recordó una anécdota, luego de haber ocupado
importantes
cargos y puestos.
- Su desembarco en 1998
El desembarco de Abreu en Cuba. el 16 de mayo de 1998 es una historia
increíble. Desde los Cayos salió hacia Cuba luego de
cuatro horas de
viaje.
El 16 de mayo de 1998 desembarcó en la costa de Pinar del Río.
Iba
con Vicente Martínez. El desembarco fue a unas 15 millas. Los
apoyos,
increíblemente, no estaban.
Hubo una equivocación de información y a Ernestino y a
Vicente les
tocó, sudando la gota, meter las armas entre los manglares cuando
ya
amaneció.
Luego comenzaron a caminar y, cuando habían pasado 12 días,
llegaron
a una casa a buscar comida y agua. Un amigo les ofreció esa
ayuda .
Lo que no se imaginaban era que este traidor, horas después,
estaba
informando a las fuerzas de Castro sobre la presencia allí de
estos
cubanos.
Como era de suponerse, a los 20 minutos, ya estaban rodeados. Y luego
fueron apresados. El gran traidor vivía en el pueblo de Ponc,
cerca
de Viñales, y se llamaba Moisés González.
Los condujeron a Pinar del Río al Departamento de Seguridad.
Durante
cuatro meses fueron interrogados. Ya habían incautado las lanchas
y
las armas.
Los llevaron a Villa Marista, uno de los centros de reclusión
más
grandes de Cuba, donde sufrieron los peores vejámenes en carne
propia.
Los remitieron al Combinado del Este donde habían unos 5,000
prisioneros. Esta prisión es una de las más grandes de
América
Latina. La justicia pidió 26 años de cárcel para
ellos.
Pero, gracias a la presión internacional, lograron la libertad
en el
2001 cuando fueron deportados a los Estados Unidos. "Gracias a Dios
y
al exilio".