Concertación no excluye ningún escenario de lucha
PABLO ALFONSO
El Nuevo Herald
El moderador de la Concertación Cívica Cubana (CCC)
Antonio Jorge,
expresó su confianza en que las principales organizaciones
del exilio
cubano logren finalmente crear un consenso para actuar de común
acuerdo ante el régimen comunista que encabeza hace cuatro
décadas
Fidel Castro.
Jorge, profesor de economía de la Universidad Internacional
de la
Florida (FIU), constituyó hace algunos años la
CCC, junto a poco más
de medio centenar de cubanos, con el propósito de facilitar
la
colaboración entre sí de las organizaciones políticas
del exilio.
En Cuba, Jorge fue profesor de Economía de la Universidad
de La
Habana y también de la Universidad Católica de
Villanueva. Al triunfo de
la revolución, en 1959, regresó a La Habana de
su primer exilio en
Miami y ocupó el cargo de Subsecretario de Hacienda para
asuntos
económicos hasta 1960 cuando renunció a causa del
rumbo marxista que
Castro imprimió al proceso revolucionario. Salió
exiliado hacia Madrid
en 1962 y un año después llegó a Miami,
donde reside desde entonces.
En esta entrevista con El Nuevo Herald, Jorge explica el trabajo
de la
CCC y su interpretación de la situación cubana.
ENH: ¿Cómo nació la Concertación y con qué objetivos?
AJ: La Concertación se inició hace aproximadamente
cinco años con
dos propósitos: el primero, y fundamental, era el de servir
de vehículo
facilitador para la coordinación de algunas de las actividades
de las
organizaciones político-patrióticas y cívicas
del exilio. Nuestro objetivo
fue propiciar la búsqueda de un mínimo común
denominador entre esas
organizaciones que sirviera de base común a una coordinación
de
esfuerzos. Durante ese proceso que recién concluye, fueron
los propios
dirigentes de esas organizaciones quienes encontraron esos puntos
comunes.
La idea fue presentar un frente común en la lucha por la
libertad de Cuba
y en ese sentido, en términos generales, creemos que ese
objetivo ha
sido cumplido.
ENH: ¿Cree usted que se ha logrado ya una verdadera unidad
entre los
distintos grupos del exilio?
AJ: Existe ahora un clima de opinión, un estado de conciencia
entre las
diferentes organizaciones muy favorable a la coordinación,
convergencia,
o como quiera usted llamarle de nuestros esfuerzos.
La Concertación estima que ha contribuido, modestamente,
en alguna
medida, a la formación de esa conciencia a través
de reuniones,
programas de información en radio y televisión,
seminarios y actividades
de todo tipo.
Y creo, además, que ese estado de conciencia es altamente
saludable no
sólo para la lucha presente sino en el fomento de un espíritu
de
cooperación entre los cubanos, cosa que es muy necesaria
entre
nosotros como pueblo.
ENH: Y ese clima de unidad, que usted considera se ha logrado,
¿cómo
se manifiesta concretamente en el exilio?
AJ: En nuestra apreciación ese clima se manifiesta a través
de los
programas de radio, en el contacto con el pueblo, en las reacciones
que
tienen muchas personas. Vemos hoy en día que esa concertación
es el
reclamo de muchos líderes del exilio, de sus principales
organizaciones.
Y eso hace unos años no era el caso.
Yo creo que ese sentimiento o estado de opinión ha permeado
en el
ambiente del exilio, es bastante palpable.
ENH: ¿Y cuál es ahora el futuro de la Concertación?
AJ: Nosotros vamos a concentrarnos en nuestro segundo propósito
que
es el de servir de un foro de orientación, de reflexión,
de opinión, al
margen de todas las organizaciones; sin una agenda política
propia.
Aspiramos a servir en ese sentido a todas las organizaciones
del exilio.
No somos un grupo político y nunca nos consideramos como
tal. Más
bien somos un grupo de análisis, integrado por unas 75
personas que
cubren una amplia gama de profesiones y actividades.
ENH: ¿Cómo interpreta la Concertación el
presente cubano y sus
posibilidades de cambio político hacia la democracia?
AJ: En primer lugar, quiero aclarar que la Concertación
no se adscribe
ni aboga por ninguna estrategia o método de lucha en particular.
No
excluimos ningún escenario de lucha, ninguna posibilidad
a la hora de
interpretar la actual situación nacional.
Sin embargo, creemos firmemente que el restablecimiento de un
estado
de derecho en Cuba, se logrará fundamentalmente a través
de los
movimientos de la oposición interna.
Por eso destacamos la importancia de ayudar y cooperar a desarrollar
esa oposición interna, en una forma u otra.
ENH: ¿Qué quiere usted decir con una forma u otra,
se refiere a luchas
pacíficas o violentas?
AJ: Esas son opciones que le corresponde asumir al pueblo de Cuba.
No podemos dictar al pueblo de Cuba la forma en que deben tener
lugar
los cambios que necesita el país. Simplemente creemos
que sí debemos
darle todo el apoyo posible a esa oposición.
Nosotros en particular contribuímos a llevar la verdad
de la realidad
cubana ante los organismos internacionales y los centros de opinión
pública y abogamos ante los líderes políticos
del mundo por la necesidad
de propiciar el cambio político en Cuba hacia un estado
de derecho.
ENH: Pero, en definitiva, ¿ustedes consideran que los cambios
ocurrirán
en Cuba, desde Cuba?
AJ: Básicamente sí. No excluimos cualquier otra
posibilidad, pero
esencialmente es así. Los cambios tendrán lugar
dentro de Cuba
mediante un proceso interno. No sólo es la vía
más factible sino la más
deseada.
ENH: ¿Qué papel juega entonces el exilio en esa dinámica?
AJ: El de facilitador de ese proceso a través del apoyo
moral,
económico y de la difusión de la realidad nacional
ante la opinión pública
internacional.