EFE

 Los dirigentes del grupo de exiliados cubanos "Movimiento Democracia'' informaron ayer que enviaron una carta al presidente George W. Bush en la que le comunican su oposición a la construcción de una cárcel en la base de Guantánamo y el traslado allí de los prisioneros afganos.

 Ramón Saúl Sánchez, delegado del movimiento, dijo a EFE que "los cubanos se han sentido ofendidos desde siempre por la implantación en su país de la denigrante base de Guantánamo, y que la construcción de un nuevo Alcatraz es una daga de imposición soberbia en la dignidad de cada cubano''.

 El grupo de exiliados sostuvo, precisamente el día en que llegaron los primeros prisioneros de guerra afganos a Cuba, que ni los actos bárbaros como los de Nueva York y Washington justifican el ``desprecio a la dignidad de las naciones más pequeñas''.

 "Con la construcción en Guantánamo de una prisión para albergar a terroristas internacionales, Cuba quedará condenada por generaciones a sentir vergüenza de ser un centro de depósito de los indeseables del mundo'', dijo Sánchez.

 En la carta dirigida al presidente estadounidense, el "Movimiento Democracia'' advierten que tienen su orgullo nacional muy herido porque, ``además de tener la
 desgracia de sufrir una dictadura,tenemos la desgracia de que nuestra independencia esté menoscabada por la presencia en nuestro país de efectivos militares de Rusia, China y Estados Unidos, ninguno de los cuales están para ayudar al pueblo cubano''.

 El grupo de exiliados advirtió asimismo que sospecha de la posibilidad de un acuerdo con el gobierno cubano a espaldas del pueblo ``a juzgar por el desacostumbrado silencio del dictador cubano, siempre presto a vender la soberanía nacional al mejor postor y por las expresiones públicas de algunos funcionarios y militares de Estados Unidos''.

 El gobierno de La Habana mantiene oficialmente silencio sobre el tema después de un comunicado, el pasado 27 de diciembre, en el que afirmó ``no disponer de
 suficientes elementos de juicio''

 Por su parte, el general José Solar Hernández, segundo jefe del Ejército Oriental, aseguró en Cuba que el Ejército a sus órdenes ``no ha tomado ninguna medida
 adicional'' de vigilancia y control ante la llegada de los prisioneros talibanes y de la red terrorista Al Qaeda.

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