Basulto asume el riesgo de volar
RUI FERREIRA
El Nuevo Herald
Cinco años después del derribo de dos avionetas de Hermanos
al Rescate por
MiGs de Cuba, un sobreviviente regresa hoy al lugar de los hechos para
recordar
a sus colegas caídos, aunque el gesto pueda causar controversia
y acarrearle
consecuencias judiciales.
José Basulto, líder de la organización humanitaria,
despegará al principio de la
tarde desde el aeropuerto de Opa-locka, para un vuelo de tres horas
y media
hacia el llamado Punto Mártires --situado en aguas internacionales--,
donde el 24
de febrero de 1996 cazas cubanos derribaron las avionetas desarmadas
y
causaron la muerte de Carlos Costa, Mario de la Peña, Pablo
Morales y
Armando Alejandre.
El vuelo se realizará en medio de una controversia alrededor
de una orden de
silencio emitida por la jueza Joan A. Lenard, a cargo del tribunal
que juzga a
cinco hombres acusados de espiar para Cuba.
Según Lenard, ningún testigo puede prestar declaraciones
públicas o realizar
actos que estén de algún modo relacionados con el derribo
de las avionetas, y el
viernes, al reafirmar la decisión, sostuvo que el derribo de
las avionetas ``es un
tema a ser presentado ante el jurado en este caso''.
Por otro lado, la jueza sugirió a las abogadas de Basulto, que
lo aconsejen
cómo comportarse en este caso. ``Ellas están capacitadas
para darle consejos
ponderados a su cliente'', dijo Lenard, refiriéndose a Sophia
Powell-Cossio y
Silvia Piñera-Vázquez.
``Nosotros creemos que esta decisión permite a Basulto volar.
Por eso él va a
volar'', dijo a El Nuevo Herald, Powell-Cossio. El líder de
Hermanos al Rescate no
pudo comentar sobre el vuelo, porque sus declaraciones a El Nuevo Herald
serían una clara violación de la orden de silencio.
De todos modos, la controversia pudiera seguir, porque si las condiciones
del
tiempo lo permiten, además de una oración sobre el mar,
Basulto quiere soltar
volantes con la esperanza de que los vientos los arrastren hacia territorio
cubano, algo que los abogados de la defensa de los presuntos espías
pudieran
cuestionar.
``El vuelo propuesto, el lanzamiento de volantes y un comunicado de
prensa
[emitido la semana pasada] están enfocados hacia la exacerbación
de las
emociones en esta comunidad en relación al tema de la naturaleza
del derribo
[de las avionetas], de quién es la responsabilidad, y puede
dar cabida a otros
temas. Basulto es un testigo que la defensa llamará y no se
le puede permitir
que viole la orden de silencio delineada por el tribunal'', dijo Paul
A. McKenna,
uno de los abogados defensores.
Según fuentes familiarizadas con el caso, a la luz de la declaración
de
McKenna, la defensa pudiera pedir a la jueza que declare a Basulto
en desacato
si realiza el vuelo.
De todos modos, esta vez Basulto tiene al gobierno de su lado. Según
el fiscal
federal Guy Lewis, el vuelo de hoy es un mero acto de recordación,
igual a años
anteriores y sin impacto en el desarrollo del proceso.