El Nuevo Herald
23 de septiembre de 2001

Presunta espía bajo vigilancia antisuicidio

 Agence France Presse
 WASHINGTON

 Una ciudadana estadounidense, analista de los servicios de inteligencia militares y detenida el viernes acusada de espionaje en favor de Cuba, permanecía detenida ayer
 sábado y bajo vigilancia especial para impedir un eventual suicidio, se informó oficialmente.

 ``Ana Belen Montes, de 44 años, empleada de la agencia de Inteligencia de Defensa (DIA, inteligencia militar), está acusada por el FBI (Oficina Federal de
 Investigaciones) de conspirar para entregar información sobre la defensa nacional a Cuba'', indicó un comunicado.

 Montes, quien se desempeñaba como analista jefe de inteligencia a cargo de temas cubanos y deberá presentarse en una corte el miércoles, está acusada de haber
 revelado al contraespionaje cubano la identidad de un agente estadounidense que operaba en la isla y detalles de maniobras navales militares estadounidenses, entre
 otros actividades

 ``Esta ha sido una investigación muy importante, porque demuestra que nuestra información sobre la defensa nacional aún es blanco de los servicios de espionaje
 cubano'', dijo Van Harp, director adjunto de la oficina Washington del FBI.

 La mujer, nacida en 1957 en una base militar estadounidense en Nuremberg, Alemania, habría utilizado para sus comunicaciones una radio de onda corta, en la cual
 recibía mensajes criptados los que eran traducidos al español en un ordenador portátil, afirma la acusación del agente especial Stephen McCoy, encargado del caso.

 ``Esta fue la metodología utilizada por algunos de los convictos en junio en Florida en un caso de espionaje en favor de Cuba'' (la desmantelada Red Avispa, cinco de
 cuyos miembros fueron hallados culpables por un tribunal en junio), agregó la acusación.

 Los documentos de acusación del agente del FBI encargado del caso -17 cuartillas- relatan los seguimientos y vigilancias que se efectuaron sobre Montes y fragmentos
 de mensajes borrados y recuperados del disco duro del ordenador en el que presuntamente decodificaba los mensajes.

 Montes habría entregado a la inteligencia cubana -de acuerdo con fragmentos de mensajes recuperados del disco duro de su ordenador- la ``identidad de un agente
 estadounidense de inteligencia que estaba operando encubierto en Cuba'' con posterioridad a 1996. Una respuesta presuntamente cubana, indicaba a Montes que ``lo
 esperamos (al agente) con los brazos abiertos''.
 
 
 
 

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