Presunta espía bajo vigilancia antisuicidio
Agence France Presse
WASHINGTON
Una ciudadana estadounidense, analista de los servicios de inteligencia
militares y detenida el viernes acusada de espionaje en favor de Cuba,
permanecía detenida ayer
sábado y bajo vigilancia especial para impedir un eventual
suicidio, se informó oficialmente.
``Ana Belen Montes, de 44 años, empleada de la agencia
de Inteligencia de Defensa (DIA, inteligencia militar), está acusada
por el FBI (Oficina Federal de
Investigaciones) de conspirar para entregar información
sobre la defensa nacional a Cuba'', indicó un comunicado.
Montes, quien se desempeñaba como analista jefe de inteligencia
a cargo de temas cubanos y deberá presentarse en una corte el miércoles,
está acusada de haber
revelado al contraespionaje cubano la identidad de un agente
estadounidense que operaba en la isla y detalles de maniobras navales militares
estadounidenses, entre
otros actividades
``Esta ha sido una investigación muy importante, porque
demuestra que nuestra información sobre la defensa nacional aún
es blanco de los servicios de espionaje
cubano'', dijo Van Harp, director adjunto de la oficina Washington
del FBI.
La mujer, nacida en 1957 en una base militar estadounidense en
Nuremberg, Alemania, habría utilizado para sus comunicaciones una
radio de onda corta, en la cual
recibía mensajes criptados los que eran traducidos al
español en un ordenador portátil, afirma la acusación
del agente especial Stephen McCoy, encargado del caso.
``Esta fue la metodología utilizada por algunos de los
convictos en junio en Florida en un caso de espionaje en favor de Cuba''
(la desmantelada Red Avispa, cinco de
cuyos miembros fueron hallados culpables por un tribunal en junio),
agregó la acusación.
Los documentos de acusación del agente del FBI encargado
del caso -17 cuartillas- relatan los seguimientos y vigilancias que se
efectuaron sobre Montes y fragmentos
de mensajes borrados y recuperados del disco duro del ordenador
en el que presuntamente decodificaba los mensajes.
Montes habría entregado a la inteligencia cubana -de acuerdo
con fragmentos de mensajes recuperados del disco duro de su ordenador-
la ``identidad de un agente
estadounidense de inteligencia que estaba operando encubierto
en Cuba'' con posterioridad a 1996. Una respuesta presuntamente cubana,
indicaba a Montes que ``lo
esperamos (al agente) con los brazos abiertos''.
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