Muestran las técnicas de los espías cubanos
RUI FERREIRA
El Nuevo Herald
El juicio contra cinco hombres acusados de espiar para Cuba adquirió
ayer un
cierto sabor a Guerra Fría cuando le mostraron al jurado un
papel que se
disuelve instantáneamente en el agua y un minúsculo microscopio
fabricado en
los talleres de la KGB soviética.
``Esto es un visor de micropuntos'', explicó David Davies, un
experto en fotografía
de la Oficina Federal de Investigaciones, enseñando el objeto
al jurado. Explicó
que sirve para leer micropuntos, un medio de transmisión de
mensajes
clandestinos que consiste en reducir la imagen de una hoja de papel
hasta tener
un milímetro de espesor y después ocultarla debajo de
un sello de correo o en
medio del texto normal de un carta.
``El micropunto es hecho con la emulsión del rollo fotográfico.
Para poder leerlo
se necesita un microscopio con un poder de ampliación de 100
veces'', agregó el
experto.
Davies indicó que el objeto fue fabricado en la ex Unión
Soviética, por el
entonces Comité de Defensa del Estado, más conocido por
KGB por sus
iniciales en idioma ruso.
``He visto unos tres aparatos de estos, pero es la primera vez que veo
este
modelo. Diría que fue construido hace unos 15 años'',
añadió.
Momentos antes, otro experto del FBI, mostró al jurado cómo
una hoja de papel
especial se disuelve al momento de entrar en contacto con el agua como
por
arte de magia.
``En pocos segundos el papel se disuelve, sus fibras de van desintegrando
hasta
que prácticamente se convierte en polvo'', afirmó Robert
Rooney, especialista en
química forense.
Rooney demostró al jurado la cualidad de ese papel usando dos
vasos con agua.
En uno colocó un pedazo de papel normal y en otro el especial,
usado por La
Habana en el envío de mensajes a sus supuestos agentes en el
sur de la
Florida.
El resultado se vio casi al momento. Mientras el papel normal permanecía
flotando en el agua, el especial se deshizo en polvo que se asentó
en el fondo
del vaso.
Por otro lado, la fiscalía interrogó a un agente del FBI
quien sostuvo que los
cinco aplicaron técnicas de contravigilancia durante sus desplazamientos
por el
sur de la Florida, mientras eran observados por la autoridades.
Según el agente especial Jorge Quesada, algunas de esas técnicas
consistían
en entrar a locales de parqueo, dar vueltas sin parquear y volver a
salir, utilizar
carreteras secundarias en vez de vías principales, o mirar a
la vidriera de una
tienda para verificar que no los estaban siguiendo.
Pero para la defensa éstos pueden ser gestos sin importancia.
Según Jack
Blumenfeld, defensor de Antonio Guerrero --acusado de espiar para Cuba
las
actividades de la Base Aérea de Boca Chica--, cuando se mira
una vidriera
puede ser porque se va a comprar algo, y cuando se escogen rutas alternas
es
posiblemente para escapar al denso tráfico de ciertas horas
del día.