El Nuevo Herald
22 de diciembre de 2000

La red informó a Cuba sobre la salud de Mas

RUI FERREIRA
El Nuevo Herald

El gobierno cubano pudo empezar a tomar seriamente en cuenta las versiones
sobre el estado de salud del ex líder de la Fundación Nacional Cubano
Americana (FNCA), Jorge Mas Canosa, después que un agente suyo en Miami
recomendó prestar atención a posibles indiscreciones de exiliados.

Según se desprende de un informe enviado en abril de 1997 a La Habana por
Gerardo Hernández, a quien las autoridades identifican como el jefe del supuesto
grupo de espionaje Red Avispa, por esa fecha el líder del Movimiento
Democracia, Ramón Saúl Sánchez, informó en una reunión de la organización
que Mas Canosa tenía un cáncer terminal.

Mas Canosa murió en Miami en noviembre de ese año a causa del Mal de
Piaget, una enfermedad cancerígena que provoca la degeneración de los huesos.

La información le fue proporcionada a Hernández por René González, quien a la
sazón se había infiltrado en el Movimiento Democracia después de haberlo
hecho en Hermanos al Rescate. Ambos, y tres más, son juzgados actualmente
en una corte de Miami.

``Saúl [Sánchez] dio algunas noticias que pidió fueran mantenidas secretas. Es
sobre Mas Canosa, dice que tiene cáncer terminal, y de acuerdo con Saúl no
cree que llegue hasta fin de año. Marcelino [García, activista del grupo] me dijo
que en la Fundación ha habido algún tipo de desacuerdos sobre quién va a tomar
el mando, en eso están envueltos [Roberto] Martín Pérez y otros
vicepresidentes'', escribió González en un informe entregado a su supuesto jefe.

Al enviarlo a La Habana, Hernández enfatizó el ``gran interés del dato porque si
Saúl fue tan lejos en esa reunión, entonces la cosa debe ser más que rumores''.

Ramón Saúl Sánchez dijo a El Nuevo Herald que es poco probable que él haya
hecho el comentario en esa oportunidad, porque ``no tengo relaciones íntimas
con la Fundación que me hubieran permitido tener acceso al dato'', pero admitió
que cuando lo supo ``por fuentes públicas'', empezó a incluir al nombre de Mas
Canosa ``en las oraciones que hacemos al empezar todas las reuniones del
Movimiento''.

Hernández añadió en su informe que ``los tres compañeros presentes en el
encuentro unimos nuestra `fe' en una breve `oración' mental de que la noticia del
cáncer fuera verdadera y lo partiera en cuatro pedazos lo más pronto posible...
amén''.

El supuesto espía cubano se reunió con González y su esposa, Olga Salanueva,
el 4 de abril de ese año en el restaurante Picadilly, en la calle West Flager y la
avenida 31 del suroeste.

Según el informe, Salanueva parece haber sido colaboradora de su esposo con
el nombre de código ``Ida''; sin embargo, no ha sido encausada por las
autoridades. El caso empezó a ser juzgado el mes pasado, y desde entonces la
fiscalía federal no hace comentarios al respecto.

Hernández y González fueron arrestados la madrugada del 12 de septiembre de
1998, cuando la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) lanzó una redada que
llevó al arresto de 10 presuntos espías cubanos al cabo de cuatro años de
investigaciones. Cinco han sido ya condenados a penas entre siete y tres años
de cárcel.