El Nuevo Herald
13 de marzo de 2001

El abogado de los presuntos espías interroga a Basulto sobre vuelos

RUI FERREIRA
El Nuevo Herald

Convocado por la defensa y catalogado de testigo hostil por ésta, el líder de
Hermanos al Rescate, José Basulto, aseguró ayer --al tribunal federal donde se
juzga a cinco supuestos espías de Cuba-- que no recordaba si el día que
sobrevoló La Habana las autoridades estadounidenses le advirtieron de que podía
ser derribado.

En medio de un duro contrapunto verbal con el abogado defensor, Paul A.
McKenna, Basulto concedió que el 13 de julio de 1995 un funcionario de la
Agencia Federal de Aviación (FAA) pudo haberle advertido sobre los riesgos del
vuelo, pero ``no lo puedo recordar ahora''.

``No recuerdo la conversación, pero él pudo haber hablado conmigo. Lo que sí
me acuerdo es que no me dijeron que me podían derribar sobre aguas
internacionales'', afirmó Basulto, frente al jurado que juzga a los presuntos
espías. Uno de éstos es enjuiciado por supuestamente haber participado en la
tragedia del 24 de febrero de 1996, cuando MiGs cubanos derribaron dos
avionetas de Hermanos causando la muerte de cuatro de sus voluntarios.

El viernes, el funcionario de la FAA, Charles Smith, declaró que en julio de 1995
había advertido a Basulto que incursionar en el espacio aéreo cubano podría
acarrearle problemas, pero que el piloto le contestó: ``Chuck, tú sabes que
siempre cumplo las reglas, pero también sabes que tengo una misión que
cumplir en la vida''.

Basulto negó que hubiera engañado deliberadamente a las autoridades cuando,
ese día, Hermanos indicó en el plan de vuelo que iba a hacer una misión de
rescate. ``No hice el plan de vuelo. Al cabo de miles de misiones de rescate ya
se tiene el hábito de reportarla así, pero ellos [las autoridades] sabían que se
trataba de una manifestación'', dijo refiriéndose a la flotilla organizada con el
Movimiento Democracia para recordar el hundimiento del remolcador 13 de
marzo, ocurrido el año anterior.

Ese día, Basulto sobrevoló el centro de la capital cubana, una zona prohibida
para el tráfico aéreo, dejando caer volantes y medallitas religiosas. Sobre esto,
el activista dijo que tomó la decisión de volar sobre La Habana para desviar la
atención, pues se enteró que una embarcación del Movimiento Democracia
estaba siendo atacada por guardafronteras cubanos.

El líder de Hermanos confirmó que en ese vuelo se encontró con aviones MiG al
penetrar el espacio aéreo cubano, pero que no recibió ``ninguna advertencia de
ellos de que debía irme. Ni siquiera por radio''.

McKenna quiso saber si el piloto no estaba al tanto de leyes internacionales que
le prohíben penetrar el espacio aéreo de un país sin el permiso del mismo.

Pero, según Basulto, ``también hay otras leyes internacionales que nos obligan
a prestar asistencia y rescate donde quiera que sea, incluyendo esas aguas''.

La defensa trajo al veterano piloto a declarar porque está tratando de probar que
después de la firma de los acuerdos migratorios entre Cuba y Estados Unidos,
Basulto aparentemente cambió la orientación de la organización al disminuir el
número de balseros. A consecuencia de esto, Hermanos habría quedado sin un
objetivo.

Basulto admitió esto parcialmente, al decir que ``la misión puede haber
cambiado''.

Pero ``las necesidades que la crearon aún siguen allí'', dijo, en respuesta a una
pregunta de McKenna sobre si era cierto que la reducción de balseros en alta
mar condujo también a una reducción en la recaudación de fondos.

``[La recaudación] se redujo porque disminuyeron las operaciones, y no era
necesario pedir más dinero a la comunidad'', contestó el piloto.

Basulto prestó testimonio durante casi hora y media, tiempo durante el cual
jamás estableció contacto visual con los cinco acusados. Cuando entró a la
sala, éstos lo miraron con curiosidad, pero cuando el piloto se viró hacia ellos,
los cinco rehuyeron su mirada y se pusieron a conversar entre ellos.