Presunto espía informaba al FBI sobre Roque
El agente del FBI 'prácticamente me imploró' que le
informara sobre Roque,
afirmó González a La Habana
RUI FERREIRA
El Nuevo Herald
En los días posteriores de la fuga a La Habana de Juan Pablo
Roque, la Oficina
Federal de Investigaciones (FBI) terminó recurriendo a otro
presunto agente
cubano en Miami para que averiguara qué había pasado
con su informante.
En uno de los mensajes enviados a la isla por René González,
que junto a otros
cuatro hombres está siendo juzgado en un tribunal federal acusado
de espiar
para Cuba, éste relata cómo fue abordado por el agente
Al Alonzo, del FBI,
quien le pidió ayuda para reconstruir los últimos momentos
de Roque en EU.
``Quieren descifrar un enigma: ¿Juan Pablo fue enviado acá
clandestinamente, o
cambió de idea aquí? Le dije que pensaba que fue enviado
clandestinamente'',
escribió González en octubre de 1996 en un informe enviado
a sus superiores en
La Habana, luego de reunirse con Alonzo en un restaurante de la Calle
Ocho.
Según el informe, incautado por las autoridades durante las investigaciones
de
las actividades de la ``Red Avispa'', Alonzo ``prácticamente
me imploró'' que le
informara sobre Roque.
Su regreso a Cuba, al día siguiente del derribo de los aviones
de Hermanos al
Rescate, causó una fuerte perturbación en el FBI, ya
que durante años Roque
fue un informante suyo al cual pagaron $7,000 para que reportara las
actividades
de la organización exiliada.
``Hablamos sobre Juan Pablo [Roque]. Dentro de lo posible, ellos están
tratando
de recrear los últimos días de Juan Pablo aquí.
Quieren saber quiénes fueron
sus últimos contactos antes de irse'', narró González.
Pero las autoridades aseguran haber descubierto en 1998 que los dos
eran
realmente parte de una red de espionaje y, entre otras cosas, colaboraron
en el
derribo de las avionetas.
El descubrimiento debe haber sido doblemente impactante, porque Alonzo
le
había propuesto a González que también espiara
a Hermanos al Rescate y el
Movimiento Democracia por cuenta del FBI, pero éste se excusó
con el
argumento de que no quería herir a los exiliados.
``Le dije que si alguien me daba un avión para tirarle un bomba
en la cabeza a
Fidel, no estaba seguro de que informaría al gobierno americano
sobre el
asunto'', escribió el supuesto espía castrista.
Aunque el agente federal dijo entender la posición de González,
insistió en que
pudiera ayudarlo a detectar algún tipo de plan que perjudicara
a las
organizaciones del exilio. ``Muchos de estos planes son hechos por
infiltrados
cubanos aquí en Miami'', dijo Alonzo, quien ha asistido a todas
las sesiones del
juicio.
Hubo consenso. González dijo que lo contactaría si detectaba
algo relacionado
con eso, aunque ``le dije que entendiera que no sería un informante
sobre
Hermanos al Rescate y el Movimiento Democracia, aunque no estaba de
acuerdo con la cruzada de Basulto contra el gobierno actual [la administración
Clinton], y creyendo que fue de algún modo irresponsable por
la forma en que
manejó la situación el 24 de febrero [día del
derribo de las dos avionetas de la
organización]'', informó González al Centro Principal.