Un especialista considera que las avionetas fueron derribadas en Cuba
JOSE BASULTO aparece en una foto de archivo con el espía Juan
Pablo Roque,
y René González, acusado de presunto espionaje.
RUI FERREIRA
El Nuevo Herald
Las avionetas de Hermanos al Rescate pudieran haber sido derribadas
dentro del
espacio aéreo cubano, sostuvo ayer un especialista en aviación
contratado por la
defensa de los cinco acusados de espiar para la isla, negando así
las
conclusiones a que llegó hace cinco años una investigación
de Naciones
Unidas.
La aseveración fue hecha por el coronel retirado George Buchner,
un ex piloto de
combate con amplia experiencia militar y de inteligencia en Vietnam
y que
estuvo por años asignado al mando estratégico de defensa,
después de leer una
transcripción de las comunicaciones entre los pilotos cubanos
y la torre de
control habanera interceptadas por la Agencia Nacional de Seguridad
(NSA) de
Estados Unidos.
En junio de 1996, la Organización de Aviación Civil Internacional
(OACI) de
Naciones Unidas dijo, al cabo de tres meses de investigaciones, que
las dos
avionetas Cessna 337 Skymaster fueron derribadas el 24 de febrero de
1996 en
aguas internacionales del Estrecho de la Florida.
Según el informe, la OACI desechó los datos de radares
cubanos y
estadounidenses porque ``eran muy contradictorios'', y fundó
su conclusión en
las observaciones hechas por la tripulación del crucero Majesty
of the Seas.
``La posición y la ruta registradas del Majesty of the Seas,
las observaciones de
su tripulación y pasajeros, la posición del Tri-Liner
(barco pesquero) en relación
al Majesty of the Seas, los estimados del local de los derribos, fueron
considerados los cálculos más confiables'', sobre dónde
cayeron las avionetas,
dijo el informe. Sin embargo, añadió: ``No se hallaron
pruebas que pudieran
corroborar la posición del Majesty of the Seas''.
En enero, el primer oficial del crucero, Bjorn Johansen, dijo al tribunal
que estimó
el punto de los derribos a partir de la posición de la embarcación
reflejada en el
sistema satelital de a bordo; o sea, a unas 24.5 millas náuticas
de la costa
cubana. Pero también admitió que esas observaciones fueron
reflejadas en la
bitácora al día siguiente, sólo después
de hablar con el capitán del Majesty of
the Seas.
El gobierno de la isla nunca aceptó las conclusiones de la OACI
y siempre ha
sostenido que los aparatos fueron derribados dentro de su espacio aéreo.
Ayer, Buchner dijo que, según las comunicaciones intercambiadas
entre los
pilotos castristas y su torre de control, el crucero pudiera no estar
donde
Johansen lo reportó, sino en aguas territoriales cubanas.
``Uno de los pilotos dice que hay un crucero grande a cinco kilómetros
de la
Academia de Santa Ana'', dijo el experto, refiriéndose a la
Academia Naval en la
zona de Santa Fe, al oeste de La Habana.
El abogado defensor, Paul A. McKenna, recordó que la embarcación
no reportó
su posición a la Guardia Costera, y opinó que pudiera
estar intentando ocultarla.
Buchner también fundamentó su conclusión en que
los cazas castristas tuvieron
al tercer Cessna de Hermanos en la mirilla, pero no lo derribaron.
La semana
pasada, el líder de Hermanos, José Basulto, dijo que
después de los derribos
permaneció en el área una media hora buscando a sus compañeros.
``Lo estuvieron siguiendo 26 minutos rumbo al sur. [Basulto] súbitamente
giró
hacia el noreste, pero cuando le iban a disparar la torre de control
suspendió la
misión'', dijo el experto. McKenna le preguntó la razón,
y el experto contestó que
la avioneta estaba a punto de abandonar el espacio aéreo cubano.
``Ellos mostraron cierta precaución. No querían llegar
hasta el espacio aéreo
internacional'', añadió.
Buchner enfatizó que la transcripción de la NSA, que no
aparece reflejada en la
informe de la OACI, es ``más importante que cualquier observación
por radar.
Esto es evidencia en tiempo real''.
En el contrainterrogatorio, la fiscalía no refutó las
aseveraciones del experto de la
defensa, pero le preguntó si había investigado los antecedentes
de los pilotos de
Hermanos. El experto dijo que ni recordaba los nombres de dos de ellos.
``Usted no considera que ellos tuvieran importancia, ¿cierto?'',
comentó el fiscal
asistente, John Kastrenakes.