Cuba y EU entregan información para la defensa de los presuntos espías
RUI FERREIRA
El Nuevo Herald
Durante su testimonio del martes en el juicio a los cinco acusados de
espiar
para Cuba, José Basulto, el líder de Hermanos al Rescate,
arrojó luz --tal vez sin
darse cuenta-- sobre una enigmática y curiosa colaboración
entre Estados
Unidos y Cuba.
En un momento de su declaración, Basulto reaccionó a las
inquisiciones de uno
de los abogados defensores preguntándole si trabajaba para el
gobierno cubano.
Aparentemente, ambos gobiernos han proporcionado a la defensa una serie
de
datos sobre el exilio cubano.
Ese día, el abogado Paul A. McKenna preguntó a Basulto
sobre hipotéticos
planes de adquirir un moderno avión caza y la construcción
de un aparato
explosivo, pero no indicó de dónde provenían los
informes.
El activista negó que Hermanos se haya interesado en algo así,
pero agregó que
uno de los principales promotores de esos proyectos fue el espía
cubano Juan
Pablo Roque. Y como éste escapó a la isla, hubo quien
pensó que el dato pudo
venir de La Habana.
Pero no ha sido así. ``La defensa está usando información
conseguida del FBI'',
reveló el fiscal asistente, John Kasternakies. Todo parece apuntar
que fue Roque
quien informó a la agencia federal de los supuestos planes de
Basulto.
Según fuentes familiarizadas con el juicio --que pidieron anonimato--,
durante su
preparación la defensa emitió una serie de citaciones
judiciales exigiendo
información confidencial sobre los acusados. Pero también
pidió datos sobre
organizaciones del exilio cubano que, en algunas ocasiones, fueron
objeto de
vigilancia por parte de los cinco supuestos espías cubanos.
Los archivos del FBI fueron una de las canteras de esos materiales,
pero no la
única.
En los meses anteriores a las audiencias, revelaron las fuentes, los
cinco
abogados de la defensa, los fiscales, un par de especialistas legales
y uno que
otro agente del FBI viajaron a la capital cubana, donde entrevistaron
y filmaron
declaraciones de oficiales del ejército, del Ministerio del
Interior y de funcionarios
de aeronáutica civil, quienes serán presentados próximamente
como testigos.
Pero además de esas entrevistas, la defensa --que ha estado en
la isla seis
veces-- se reunió con familiares de los supuestos espías,
añadieron las fuentes,
y pudieran haber recabado del gobierno cubano datos adicionales sobre
organizaciones del exilio cubano.
Esta información puede estar orientadas a demostrar lo que ha
sido la estrategia
básica de la defensa. O sea, que el exilio cubano representa
una amenaza para
Cuba, y al querer saber por adelantado sus planes la labor de los espías
tenía
una razón de existir.
Hasta ahora, en dos ocasiones, la defensa ha hecho uso de esos datos,
cuando
presentó al jurado una biografía detallada, política
y militar de los acusados, y
cuando la fiscalía dijo que no pudo descifrar el contenido total
de un mensaje
interceptado, la defensa le entregó el texto completo.
El FBI está obligado a entregar a la defensa todo lo que tenga
sobre alguien a
quien acusa, pero para Cuba esa disposición puede ser realmente
una especie
de ``seguro de vida''.
``Ellos tienen otra red, sin duda alguna. Penetran organizaciones con
varias
redes diferentes y que, por supuesto, mantienen compartimentadas'',
dijo a El
Nuevo Herald, Felix Rodríguez, veterano jubilado de la CIA.
Y la mejor forma de mantener esas redes funcionando es haciendo todo
lo
posible para ayudar a la que fue descubierta. Es como que una garantía,
añadió.