Testimonio contradictorio en el juicio contra presuntos espías
RUI FERREIRA
El Nuevo Herald
Las contradicciones que evidenció el testimonio ofrecido ayer
por un importante
dirigente de Hermanos al Rescate en el juicio a cinco hombres acusados
de
espiar para Cuba, dejaron el jurado con al menos dos versiones sobre
la muerte
de cuatro pilotos del exilio al ser derribadas dos avionetas de la
organización por
cazas castristas.
Contrastando el testimonio que prestó Arnaldo Iglesias --uno
de los
sobrevivientes de los trágicos hechos del 24 de febrero de 1996--
el viernes
guiado por la Fiscalía, la defensa pasó al ataque ayer
y sacó a relucir una serie
de cuestiones que dejaron más dudas que certezas.
Para el testigo, el vuelo era pacífico, pero según la
defensa había una intención
deliberada de provocar al régimen de la isla.
Aunque Iglesias sostuvo que en enero de 1996 voló por lo menos
dos veces en el
límite de las aguas territoriales cubanas sin tener la intención
de violarlas,
también admitió que en esos días filmó
un vídeo para ser divulgado en caso de
que fuera capturado por las autoridades cubanas.
En la cinta, dijo, da una serie de indicaciones que deben ser seguidas
si lo
presentaban en la televisión cubana como enemigo del régimen
de la isla.
``Acostumbro a pestañear mucho. Si ven que hago un esfuerzo
por no hacerlo,
ya saben que he sido torturado o estoy hablando contra mi voluntad'',
advirtió.
La defensa hizo énfasis en el vídeo. ``Dijo que no iba
entrar en aguas cubanas,
entonces ¿por qué deja un vídeo así? ¿Acaso
no estaba consciente del peligro,
un peligro que sería mucho mayor que lo normal porque pensaba
violar el
espacio aéreo cubano, y por eso hizo la cinta?'', preguntó
el abogado defensor,
Paul A. McKenna.
Iglesias rechazó las palabras del abogado.
Según intentó explicar la defensa al jurado, este precedente
estableció el
aparente tono del vuelo, el cual, según McKenna, estuvo orientado
hacia violar el
espacio aéreo cubano en un momento de particular tensión
en la isla.
``¿Esa mañana el señor Basulto no enfatizó,
y lo cito: `Todos sabíamos que
había un riesgo especial volar más allá del paralelo
24'? '', preguntó el abogado.
``No, no había nada planificado ese día. Era una misión
normal de búsqueda y
rescate [de balseros]'', respondió Iglesias.
``¿No es el 24 de febrero el aniversario del Grito de Baire,
una importante fecha
cubana?'', recalcó McKenna empuñando una nota de prensa
en la cual,
semanas antes del vuelo, Hermanos al Rescate anunciaba un vuelo ese
día para
conmemorar la fecha patriótica cubana.
Si bien la fiscalía intentó evitarlo, la defensa exhibió
un vídeo que las autoridades
confiscaron a Basulto el día del derribo. En el filme, lo que
parece ser un MiG
cruza delante de la avioneta donde volaban Basulto, Iglesias y dos
acompañantes.
Según McKenna, esa maniobra del avión castrista pudo ser
una advertencia de
Cuba para que no violen su espacio aéreo, y contradice el testimonio
de Iglesias
del viernes de que jamás vio un MiG cuando estaban próximos
a aguas cubanas.
La imagen en el vídeo es bastante borrosa, lo cual llevó
a Iglesias a declarar que
no podía asegurar que fuera realmente un caza, pero según
una transcripción de
una cinta de sonido entregada por Basulto a la prensa en los días
posteriores al
derribo, el testigo parece haber localizado un MiG en el espacio e
incluso
advierte a Basulto de la posibilidad de que también los derriben.
McKenna también preguntó a Iglesias si él y Basulto
habían preparado un
artefacto explosivo ``antipersonal'' con municiones calibre 20, para
dejarlo caer
en territorio cubano.
``Eso lo sugirió Juan Pablo Roque. Queríamos probar si
servía como luz de
bengala'', admitió Iglesias, refiriéndose al espía
cubano que estuvo infiltrado en la
organización durante años.