Associated Press
MIAMI
La defensa concluyó el martes sus alegatos en el juicio contra
cinco cubanos
acusados de espionaje, que admitieron ser agentes secretos del gobierno
comunista de La Habana, pero rechazaron haber realizado labores de
espionaje.
Los agentes están acusados de tratar de infiltrar las bases militares
norteamericanas y los grupos del exilio, y de utilizar pasaportes y
otros
documentos falsos para mantener sus posiciones en una extensa franja
de la
Florida que se extendía desde Cayo Hueso hasta Hollywood.
La defensa rechaza que los acusados obtuvieran secretos de Estados Unidos
y
afirma que su trabajo contra las organizaciones de exiliados estaba
justificado
por la falta de acción de Washington acerca de su presunta participación
en una
serie de atentados dinamiteros en hoteles de La Habana en 1997.
Los fiscales proyectan por lo menos tres días de alegatos a partir
del viernes, lo
que significa que el jurado podría comenzar sus deliberaciones
la semana
entrante.
Gerardo Hernández, acusado de ser jefe del grupo, enfrenta el
cargo más
sensacional, el de confabulación para asesinato, por ayudar
en un ataque de un
avión MiG cubano que ocasionó la muerte de cuatro pilotos
de Estados Unidos
que volaban con el grupo Hermanos al Rescate en 1996.
Entre más de 1,600 páginas de mensajes descifrados y traducidos,
intercambiados entre los agentes de la Florida y sus jefes de La Habana,
figuraban órdenes para que los agentes se mantuviesen alejados
de los aviones
de Hermanos al Rescate durante los días en que ocurrió
el ataque.
Las acusaciones podrían acarrear penas de cadena perpetua para
los cubanos
Hernández, Ramón Labanino y Antonio Guerrero.
René González y Fernando González podrán
ser condenados a diez años de
cárcel.