Por esa dama suprema continuaremos en combate
Querida mujer cubana:
La historia de la humanidad es imposible escribirla sin la mano
dulce, tierna pero firme de la mujer. Esa compañera jovial y afectiva
pero rebelde y soberana, capaz de hacer obras monumentales y
revolucionar el mundo. Nuestra historia, la obra hermosa de nuestra
Revolución, ha sido posible gracias al apoyo y a la entrega de la
mujer cubana.
No hay página pequeña o gigante que ella no haya escrito,
desde el
inicio, desde todos los tiempos, desde nuestra Mariana Grajales
hasta nuestra Celia Sánchez y nuestra Vilma Espín, y en cada
una
de las áreas del deporte, de las ciencias, de la cultura, de la
política,
de la educación, incluso dentro de nuestro propio ejército;
su
nombre y su imagen ha llenado y continuará llenando legados
eternos de virtud y grandeza.
En ustedes está la abuelita dulce y tierna, la madre luchadora,
la
esposa fiel y compañera de batalla, la amiga incansable, la hija
de
prometedor futuro. En ustedes está la esencia misma de la vida.
El amor a la mujer no es solo el culto a su físico o a su verbo
certero o al placer infinito de su presencia, es por encima de todo la
admiración y respeto a su talentosa creación que nos cautiva
y
conquista.
A nombre de mis cuatro hermanos Gerardo, René, Antonio y
Fernando y el mío propio llegue a todas y cada una de nuestras
mujeres un beso y todo nuestro cariño, como expresión de
nuestra
admiración y respeto. Y en especial a la mujer primera, la de todos
los cubanos, nuestra Patria, Cuba.
Por esa dama suprema continuaremos en combate por la verdad,
la justicia y la paz del mundo.
Porque su soberanía e independencia sea nuestro más elevado
baluarte.
Reciban un fuerte abrazo,
Ramón Labañino Salazar
Marzo 6 2002
4:03 pm
Unidad Charlie Bravo (C.B)
Celda 328
USP Beaumont, Texas