Cuba y el FBI colaboraron en vigilar a los exiliados
RUI FERREIRA
El Nuevo Herald
La Habana entregó a Washington informaciones
sobre actividades de grupos del exilio cubano en
una serie de contactos que incluyeron un viaje
de, al menos, dos agentes cubanos a Estados
Unidos y un viaje de funcionarios de la Oficina
Federal de Investigaciones a la isla.
``En por lo menos una ocasión dos funcionarios vinieron de Cuba
con algunas
pruebas de actividades de los exiliados. Esos contactos fueron decididos
a los
más altos niveles [del gobierno estadounidense]'', confirmó
ayer en un tribunal
federal de Miami Stuart Hoyt, ex jefe de una unidad de contrainteligencia
del FBI
especializada en asuntos cubanos, durante el juicio que se sigue a
cinco
sospechosos de espiar para Cuba.
Según Hoyt, esos contactos se procesaron en 1998 e incluyeron
también el viaje
a la isla de dos agentes del FBI.
``No sé exactamente qué cantidad de información
se intercambió ni mi oficina
participó en ello, pero hubo por lo menos unos tres intercambios
de información'',
añadió Hoyt, quien se jubiló hace cuatro años
y se desempeña actualmente
como consultor para el FBI.
La revelación surgió cuando Hoyt era interrogado por el
abogado defensor de los
supuestos espías, Joaquín Méndez, quien se interesó
sobre el tema y pidió al
testigo que profundizara.
Méndez sugirió incluso que hasta un ex senador estadounidense
pudo haber
participado en ese intercambio de información. ``¿Sabe
usted si el senador Gary
Hart estuvo involucrado en eso?'', preguntó.
Hoyt dijo que no sabía, y el abogado dejó el tema, pero
fuentes cercanas al caso
dijeron a El Nuevo Herald que la participación de Hart es un
detalle que pudiera
volver a ser tocado. El viernes no fue posible contactar al ex senador
para que
comentara.
El intercambio de información entre los gobiernos de los dos
países, a propósito
de las actividades del exilio cubano, ha sido objeto de especulación
durante
años.
Varias veces en el pasado, el gobierno de la isla ha revelado algunos
de esos
contactos, y se ha quejado de que el gobierno estadounidense no ha
prevenido a
tiempo supuestas actividades terroristas de organizaciones exiliadas
después
que La Habana informó sobre ellas.
A principios de diciembre, durante los alegatos iniciales del juicio
a los
presuntos espías, Méndez dijo que el FBI había
confiscado un barco con armas
en el Río Miami, después de que [su cliente, Fernando]
González realizara una
operación de vigilancia del trasiego, durante el cual filmó
un vídeo.
``En este caso, Cuba no sólo se protegió, sino que también
envió [a Estados
Unidos] un informe de 60 páginas con el vídeo'', añadió.
Mientras, durante la sesión de ayer del juicio a Gerardo Hernández,
René
González, Ramón Labañino, Antonio Guerrero y Fernando
González, la fiscalía
liberó 100 páginas adicionales de documentos confiscados
a los acusados
durante más de cuatro años de investigaciones, con los
cual se eleva a 1,500
páginas el legajo de documentación desclasificada hasta
el momento.