De la redacción de EL DIARIO DE HOY
San Salvador -- El domingo fue día de sorpresas en el FMLN.
En un
tercer intento, precedido por dos tormentosas convenciones en
las que
primaron presiones veladas y abiertas, e incluso amenazas a muerte
para
los precandidatos, los reformistas Facundo Guardado, Coordinador
General del partido, y María Marta Valladares (Nidia Díaz)
ganaron las
candidaturas en firme de su organización.
Competirán, junto al resto de candidatos de otros partidos,
por la
presidencia y vicepresidencia del país en las votaciones
de marzo de
1999.
Guardado y Díaz ganaron con los votos de 463 convencionistas.
Apenas
33 votos más que sus adversarios Victoria de Avilés
y Salvador Arias,
quienes lograron 430.
Ningún pronóstico advirtió sobre su posible
gane, sobre todo porque sus
aspiraciones electorales se divulgaron hace sólo cinco
días y como una
medida desesperada del sector reformista del partido, que temía
un gane
de la línea radical o dura, encabezada por el dirigente
del Partido
Comunista Salvadoreño, Schafick Handal.
Guardado y Díaz, también llamados renovadores, habrían
sido escogidos
precandidatos con el abierto propósito de dificultar la
elección de la ex
procuradora, Victoria de Avilés, y el economista Salvador
Arias.
Persiste el divisionismo
El FMLN falló en dos ocasiones en su intento de designar
candidatos.
Héctor Silva, un primer precandidato reformista, fue prácticamente
forzado a declinar su postulado, luego que las llamadas ``turbas
divinas'',
o grupos de choque, del sector radical del FMLN, amenazaran su
integridad física.
El domingo se consiguió elegir a la fórmula presidencial,
aunque después
de reformar tres veces el mecanismo de votación.
Antes de las 3:00 de la tarde, Fabio Castillo, que presidía
la comisión
electoral del Frente, anunció públicamente: ``Ya
tenemos candidaturas a
la presidencia y vicepresidencia... corresponden a Facundo Guardado
y
Nidia Díaz'', expresó.
Luego, pidió de manera insistente que los convencionistas
levantaran su
mano en señal de aceptar el compromiso de apoyar ``unánimemente''
la
fórmula ganadora. Pero no logró su propósito.
Dagoberto Gutiérrez, del sector radical, comentó
que ``las manos
pueden alzarse, pero lo más importante son los espíritus'',
en alusión al
descontento que persiste al interior del partido por los perdedores.
Guardado y Díaz hablaron a los convencionistas desde la
mesa principal,
luego de ser presentados como candidatos en firme.
Díaz habló primero. Sostuvo que su gane ``debe verse
como una
contribución y servicio para derrotar a la derecha, para
luchar contra el
neoliberalismo de ARENA''.
Después de los candidatos, expuso Schafick Handal, de la
línea radical.
Al igual que otros de sus colegas, hizo un llamamiento a la unidad
del
partido.
Copyright © 1998 El Nuevo Herald