División en torno a la paz salvadoreña
C. HASBUN DE MERINO / EFE
SAN SALVADOR
La sociedad salvadoreña conmemoró ayer el décimo aniversario de la firma de los Acuerdos de Paz por el gobierno y la antigua guerrilla, el 16 de enero de 1992 en la Ciudad de México, que establecieron el proceso de transición de un estado de guerra civil al estado de derecho y la democracia.
El gobierno señaló que los acuerdos ``han sido cumplidos'' y que el país debe verlos con ``perspectiva de futuro'', pero el ex guerrillero Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) los consideró inconclusos sobre todo en los aspectos de la democratización y la solución a la pobreza que afecta a la mayoría de los salvadoreños.
La guerra civil, que duró 12 años, causó más de 75,000 muertos, 8,000 desaparecidos, 12,000 lisiados y medio millón de desplazados, según organismos humanitarios, mientras que el gobierno calculó las pérdidas económicas en $1,800 millones.
``Las causas profundas de la guerra no han sido superadas y en
su mayor parte han sido agravadas: hoy hay en nuestro país más
pobreza, más desempleo, más
discriminación en el acceso a los servicios de salud y
educación pública, al crédito productivo para la agricultura
y para la micro y mediana empresa'', expresa un
comunicado difundido ayer por el FMLN.
En su nota, el FMLN denuncia intentos por parte de la Policía Nacional Civil y del Organismo de Inteligencia del Estado por ``regresar a métodos represivos'' del pasado y un ``bloqueo'' de la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos, todas instituciones creadas en virtud de los Acuerdos de Paz.
Por su parte, el presidente salvadoreño, Francisco Flores, afirmó ayer en un acto celebrado en la población de Perquín, 185 kilómetros al este de San Salvador, que hace 10 años ``decidimos hacer historia convencidos de un mejor futuro, que íbamos a transitar por el camino de la paz, la reconciliación y el perdón''.
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