Carta de Juan Miguel González
"Me siento como un cubano
más que ve a su hijo libremente reír,
jugar y aprender"
Cárdenas, 27 de noviembre del 2000
"Año del 40 Aniversario de la Decisión de Patria o Muerte"
Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz
Querido Comandante:
Cuando hace exactamente un año, en medio de una situación
desesperada y angustiosa, me decidí a escribirle al Ministro de
Relaciones Exteriores Felipe Pérez Roque, mi familia y yo
atravesábamos días muy difíciles por la incertidumbre
del destino
de nuestro pequeño Elián, sin poder imaginar en aquel momento
cuánto nos quedaría por sufrir y cuán difícil
sería lograr su regreso.
Luego de doce meses, siete de los cuales fueron de dura batalla,
nunca nos sentimos solos, nuestro pueblo hizo suyo el reclamo por
el regreso de Elián y nos dio esa fuerza y calor humano que tanto
necesitábamos.
Mucho aprendimos en este año de la firmeza, unidad y resistencia
de los cubanos, de nuestros jóvenes y en especial de usted, y
mucho también de lo que era capaz esa mafia miamense y sus
aliados de la extrema derecha, que enredo tras enredo prolongó
injustamente el secuestro de Elián y la separación de los
suyos y
de su Patria.
Hoy cuando disfrutamos de alegría, felicidad y vivimos en nuestra
querida Cárdenas, mi familia y yo no podemos dejar de recordar
por estos días aquel sufrimiento interminable de los abusos contra
mi hijo y verlo convertido en mercancía, de las angustiosas
comunicaciones con él, de los endemoniados trámites judiciales,
del engañoso e infame encuentro de Elián con sus abuelas,
de las
miles de promesas para devolverme a mi hijo allí en Washington,
y
finalmente nuestra prolongada estancia, aislados allí junto al grupo
de apoyo por varias semanas hasta que con el respaldo de la
inmensa mayoría de la opinión pública norteamericana
y muchas
personas honestas, lo cual agradeceré siempre, pudimos partir
hacia la Patria el 28 de junio. El esfuerzo realizado por nuestros
educadores hizo posible que Elián aprobara el 14 de julio el Primer
Grado y regresara de nuevo a su casa y a su escuela con su
familia, fuera de agobios y junto a su barrio que lo quiere y protege.
Es por ello que este 27 de noviembre, un año después, cuando
me
siento como un cubano más que ve a su hijo libremente reír,
jugar y
aprender, no puedo evitar recordar todo lo sucedido y la batalla
librada por su rescate. Quiso la coincidencia que para los cubanos
el 27 de noviembre sea un día en que rememoramos también
la
injusticia cometida contra ocho estudiantes casi niños que fueron
cruelmente asesinados.
Deseo expresarle, Comandante, que me decidí a escribir esta carta
hoy, porque es importante que el pueblo de Cuba conozca de
nuestro eterno agradecimiento hacia su lucha, que nuestra heroica
juventud y niñez conozcan cuánto los admiramos, y reiterarle
a
usted que su claridad y conducción en esta lucha, la cual me
expresara aquel inolvidable 2 de diciembre cuando nos
encontramos por primera vez, fue lo que hizo posible la victoria y
nuestra felicidad de hoy, en especial para Elián.
Cada lágrima derramada en estos meses unió más al
pueblo
cubano y cada sollozo de Elián intensificó nuestro reclamo
e
indignación.
El sufrimiento vivido no es fácil de olvidar, pero tengo la seguridad
de que cultivó en cada cubano su sentimiento de patriotismo que
nos hace hoy más dignos e invencibles para enfrentar las nuevas
batallas.
Reciban usted y el pueblo un saludo cariñoso de esta familia que
se esmera hoy en la educación de Elián, que como todo niño
cubano disfruta de la seguridad y el bienestar inmenso de vivir en
esta Revolución Socialista.
Eternamente agradecido, y con saludos revolucionarios,
Juan Miguel González