El Nuevo Herald
29 de diciembre de 1998

Contrabando y falsificación de tabacos

 La Habana --(AFP)-- El prestigio de los tabacos cubanos es acosado
 por la falsificación y el contrabando, acción en la que participan
 traficantes extranjeros y tabaqueros ilegales, según un reportaje del
 semanario Trabajadores.

 Unas 15,352 cajas de tabaco fueron decomisadas hasta septiembre de
 1998 por la Aduana General de Cuba en operativos para impedir el
 contrabando del producto, señaló la publicación.

 ``Es común la participación de traficantes extranjeros que entran y salen
 del país con fachada de turista y se vinculan con nacionales. También es
 muy frecuente que visitantes foráneos, sin cultura en estas producciones,
 sean timados por quienes lucran con el tabaco falso'', agregó.

 Recientemente, la Gendarmería Real de Canadá aseguró que el 70% de
 los puros cubanos vendidos en Quebec no son auténticos, al presentar a
 la prensa puros falsos incautados, algunos de los cuales estaban liados en
 ``hojas de banano'' y el tabaco estaba mezclado con ``cabellos, pelos de
 animales o hilos''.

 El órgano de la Central de Trabajadores de Cuba denunció el robo de
 materia prima en empresas estatales cuyo destino son fábricas
 clandestinas de tabaco, en las que están que involucrados torcedores.

 ``En ese mundo del contrabando, una red suele estar integrada por
 traficantes individuales que, de manera aislada, actúan para abastecer al
 mercado negro con capas, hojas o las llamadas habilitaciones (cajas,
 anillos, sellos, broches).

 Toda esa mercancía alimenta las fábricas clandestinas donde se le da
 terminación al producto'', aseguró Trabajadores.

 Además, señaló el semanario, las fábricas clandestinas ``sustraen'' a
 torcedores jóvenes que fueron capacitados en las empresas del Estado
 cubano.

 Una caja de puros (25 unidades) en el mercado negro local puede llegar
 a costar un mínimo de $15 y un máximo de $40 frente a los $150 que
 cuesta en el mercado legal interno, según conocedores del tema.

 La industria del tabaco se ha convertido en uno de los pilares de la
 golpeada economía cubana, que este año tenía previsto obtener $300
 millones por la exportación de 160 millones de puros y 13,000 toneladas
 de tabaco.