S e mantendrá el uso de la moneda estadounidense y la irreversibilidad de la inversión extranjera

 Associated Press
 LA HABANA

 El Banco Central de Cuba, que despenalizó la tenencia y uso de divisas en 1993, anunció ayer el retiro de circulación de las
 monedas fraccionarias de dólares de Estados Unidos.

 Las monedas fraccionarias de dólar estadounidense serán aceptadas en entidades comerciales solamente hasta el 15 de octubre,
 dijo el Banco Central en un breve comunicado publicado el martes en el diario oficial Granma.

 ``Es práctica internacional la no aceptación de moneda fraccionaria extranjera, debido al alto costo asociado con su manipulación
 y exportación'', agregó el banco al explicar la medida.

 El instituto emisor no indicó el volumen total de circulante en moneda en dólares que existe actualmente en Cuba, ni de medidas
 adicionales en la venta de productos y servicios, que se pagan en esa divisa.

 El gobierno de Fidel Castro ha reiterado en diversas oportunidades que se mantendrá el uso del dólar, y que cambios emprendidos
 en la economía, como la apertura a la inversión extranjera y los pequeños negocios privados, son irreversibles.

 El Banco aseguró que ``se dispone de cantidades suficientes de monedas fraccionarias de pesos cubanos convertibles'' para
 reemplazar a las fraccionarias estadounidenses.

 A comienzos de la década pasada, y con la caída de la Unión Soviética, principal socio comercial de Cuba, el gobierno de la isla
 encaró su peor crisis económica, viéndose obligado a emprender una serie de modestas reformas, como la legalización del uso
 del dólar.

 El Banco Central explicó que para ese entonces aún no se emitía el llamado Peso Cubano Convertible, que es equivalente al
 dólar. Desde entonces en Cuba circulan tres tipos de moneda: el peso cubano, el peso convertible y el dólar estadounidense.

 El peso cubano se cotiza actualmente a unos 22 pesos por dólar.

 Se estima que 60% de los 11 millones de cubanos tienen algún acceso a la divisa, ya sea por recibir algún pago en dólares -- en
 sectores como el turismo o la industria del tabaco -- o por recibir remesas de familiares en el extranjero, en fondos que se estiman
 en unos 800 millones de dólares anuales.