Cumbre Iberoamericana critica proteccionismo y condena al terrorismo
Las decisiones adoptadas por el cónclave -realizado bajo el lema
"Unidos para construir el
mañana"- quedaron plasmadas principalmente en la Declaración
de Lima y en dos
documentos, uno sobre terrorismo y otro sobre la situación económica
mundial, firmados en un
acto que se celebró en el patio de honor del Palacio de Gobierno
de la capital peruana.
La Declaración de Lima consagró el compromiso de "combatir
el terrorismo en todas sus
formas y manifestaciones dondequiera se produzcan y por quienquiera que
los cometa",
además de la necesidad de no prestar ayuda ni refugio a los autores,
promotores o
participantes de actividades terroristas.
El documento económico observa con preocupación "la disminución
de los flujos de capital
hacia los mercados latinoamericanos y la reducción de la inversión
extranjera directa, que
pueden afectar seriamente las políticas de reactivación de
la economía y de la recuperación
del crecimiento en muchos de nuestros países".
Los gobernantes también manifestaron preocupación "por la
volatilidad de los mercados
financieros que afecta crecientemente a las economías en desarrollo".
La discusión comercial,
refirió el presidente peruano, Alejandro Toledo, "se focalizó
en analizar la crisis económica
mundial y la relación asimétrica entre los países
industrializados y los países en desarrollo".
"Europa subsidia los productos agropecuarios que compiten deslealmente
con los nuestros",
dijo Toledo en una conferencia de prensa destinada a evaluar la cumbre.
Llamó a "entrar en
una relación mucho más simétrica en el comercio internacional",
como base para asegurar el
desarrollo.
Los dos temas que centraron la cumbre están de hecho relacionados
con los atentados del 11
de septiembre en Estados Unidos, ya que éstos tuvieron un impacto
agravante sobre una
situación económica mundial marcada por tendencias recesivas.
El documento de condena al terrorismo denuncia los atentados "execrables"
del 11 de
setiembre, aunque se abstiene de brindar un apoyo explícito a la
campaña militar liderada por
Estados Unidos contra Afganistán, que había generado reticencias
en varios países de la
región. El texto enfatiza en cambio que esa lucha debe enmarcarse
dentro de las disposiciones
de Naciones Unidas.
El canciller peruano, Diego García Sayán, dijo que la adopción
de la Declaración sobre
terrorismo fue "fácil, rápida y de contundente coincidencia,
de cerrar filas en la lucha contra el
terrorismo y en particular contra el terrorismo internacional".
También dijo que hubo "unanimidad en el repudio al acto terrorista
cometido en el día de ayer
en el País Vasco" (norte de España), en referencia al asesinato
de dos agentes de la policía
autónoma vasca, atribuido por las autoridades a la organización
separatista ETA.
En la cumbre del año pasado en Panamá, Cuba se había
negado a firmar una condena de
ETA, auspiciada por España, alegando que el terrorismo debía
condenarse de manera global.
Este año, estimó que los términos de la condena la
satisfacían, aunque el encargado de
decirlo fue el vicepresidente cubano, Carlos Lage, y no el presidente Fidel
Castro, ausente por
primera vez de estos cónclaves desde el primero que se realizó
en Guadalaja (México) en
1991.
En su discurso de clausura de la cumbre, Toledo dijo que se avanzó
en consolidar las bases
de la comunidad iberoamericana y que los pueblos podrán percibir
que estas reuniones "no
son una sucesión de actos de protocolo, firmas de declaraciones
y recepciones, sino también
momentos que nos permiten hablar francamente para tomar acuerdos que beneficien
a los
pueblos".
Posteriormente, recalcó la importancia de la Conferencia de Financiamiento
para el Desarrollo
que se desarrollará en Monterrey (México) en marzo próximo
y de la Cumbre Unión Europea
(UE) -América Latina - Caribe de mayo de 2002 en Madrid, mientras
España ejerza la
presidencia rotativa de los Quince.
España y Portugal son los dos países europeos que, junto
a 19 latinoamericanos, configuran
la comunidad iberoamericana.
Toledo admitió que Madrid podría desempeñar un papel
impotante en la vinculación entre
ambos continentes. "España no es toda Europa, pero es una ventana
para entrar", afirmó.
Un documento especial llama a Argentina y Gran Bretaña a reanudar
negociaciones por la
soberanía de las islas Malvinas.
Otro documento saluda los procesos electorales en Perú y Nicaragua, realizados este año.
La reunión se efectuó en un complejo empresarial en el residencial
barrio de San Isidro, donde
los mandatarios o sus representantes se alojaron desde el viernes rodeados
de un riguroso
operativo de seguridad.
Durante la mañana del sábado, tomaron nota de exposiciones
de expertos económicos, antes
de sesionar a solas, inaugurando una modalidad de encuentro ue hasta ahora
solía limitarse a
intervenciones ante las cámaras. Este nuevo tipo de reunión
fue propuesto por el presidente
Toledo.
Las deliberaciones de los dignatarios incluyeron el tema de las dificultades
económicas que
enfrenta Argentina.
El presidente del gobierno español, José María Aznar,
expresó su solidaridad con Argentina y
exhortó al país sudamericano a crear una "grandísima
concertación política" interna para
poder superar la adversidad y enviar una señal de confianza hacia
los mercados.
La próxima Cumbre Iberoamericana se realizará en República Dominicana.