PABLO ALFONSO
El Nuevo Herald
Por primera vez en el último cuarto de siglo Cuba cumplió
este año su
modesto plan de producción azucarera en el tiempo previsto,
pero a
pesar esto sus ingresos por el azúcar serán unos $150
millones menos
que el año pasado y $500 millones menos que en 1997.
Como resultado de cambios atmosféricos motivados por el sistema
de El
Niño, Brazil, la Florida y Tailandia produjeron zafras récords
este año,
deprimiendo el precio del azúcar en los mercados mundiales a
niveles
históricos, según expertos azucareros. Otra razón
para la baja en el precio
del azúcar ha sido la crisis económica brasileña,
a raíz de la cual ese país ha
desatado una invasión del mercado mundial.
Y Cuba, al producir más azúcar a un precio deprimido no
está ganado más,
sino que está gastándose más dinero en aumentar
su producción.
''Todo lo contrario. Es una sobrecarga de gastos para la economía'',
afirmó
Marzo Fernández, consultor económico de la firma Agridec
con sede en
Miami.
Fernández, especialista en asuntos cubanos, dijo que actualmente
en Cuba el
costo de producción de una libra de azúcar es de $0.10
centavos como
promedio nacional y que en varios ingenios incluso esa cifra llega
a $0.20
centavos.
''Con los precios actuales del mercado, que apenas rebasan los $0.04
centavos por libra, es claro que la zafra deja pérdidas'', dijo
Fernández.
Sin embargo, explicó Fernández, el gobierno cubano ''no
tiene otra opción''
que mantener la industria funcionando aun con pérdidas porque
de esa
actividad depende un parte considerable de la población.
Aproximadamente 3 millones de personas dependen de la actividad agrícola
azucarera, de las que 300,000 lo hacen de forma directa, según
cifras
oficiales.
El vicepresidente Carlos Lage, declaró recientemente en La Habana
que el
sector azucarero, aunque es superado por el turismo, constituye el
renglón
exportable que más ingresos aporta al país.
En la actualidad el azúcar representa el 43 por ciento de las
exportaciones
cubanas, a diferencia del 70 por ciento que representaba hace 10 años.
El
año pasado Cuba exportó unos 2.4 millones de toneladas
y para ese año
tiene programado exportar 2.9 millones de toneladas de azúcar,
una cifra que
aportará modestos recursos de acuerdo a los bajos precios del
mercado.
''La conclusión del plan azucarero nacional, más que un
acto económico, es
un mensaje de aliento revolucionario para todo nuestro pueblo'', reconoció
Lage, en declaraciones formuladas al periódico oficial Granma.
Cuba anunció una producción de 3.6 millones de toneladas
de azúcar en la
zafra de este año que concluyó oficialmente a fines de
abril, aunque todavía
algunos pocos ingenios continúan moliendo, y algunos expertos
piensan que
pudiera llegar a 3.75 millones.
Esa cifra representa un incremento del 12 por ciento con respecto al
pasado
año, cuando Cuba produjo solamente 3.2 millones de toneladas
de azúcar. A
consecuencia de esa cosecha, la peor de los últimos 50 años,
la economía
cubana sufrió pérdidas aproximadas de $250 millones.
Si Cuba vendiera toda la producción actual de 3.6 millones de
toneladas en el
mercado libre al precio actual de 4.8 centavos por libra, generaría
$536
millones en entradas. En 1998 la zafra de 3.2 millones de toneladas
generó
$629 millones a un promedio de 11.4 centavos la libra. En 1997 la zafra
le
representó al país $1,090 millones.
Ya que Cuba vende más de la mitad de su producción por
contratos previos,
los precios en gran parte están fijados, lo que ayuda al país
a no tener
pérdidas aún mayores.
De los 3.6 millones de toneladas de este año, Rusia le compra
1.4 millones,
China compra 300,000 toneladas, otros países compran unas 200,000
y el
consumo interno suma 750,000.
La cosecha récord en la Florida de 335,000 toneladas, según
datos de la
Sugarcane Growers Cooperative, es la mayor en la historia. Lo mismo
ocurrió en Brasil, que tuvo este año una zafra 30 por
ciento mayor que
cualquiera en su historia.
Los expertos señalan que la caña de azúcar se ha
convertido en un cultivo de
tal extensión en Cuba que sería muy difícil lograr
resultados peores que los
alcanzados en 1998.
Datos oficiales indican que hay 145,000 caballerías (1,972,000
hectáreas)
sembradas de caña en todo el país, una cifra casi dos
veces superior a la que
existía hace 20 años cuando se producían hasta
siete millones de toneladas de
azúcar.
René Arce Vigoa, ingeniero agrícola, y consultor internacional
en asuntos
azucareros, afirmó en Miami que una mayor eficiencia organizativa
en las
labores agroindustriales de la zafra y rendimientos favorables en la
maduración de la caña facilitaron este año el
cumplimiento de la producción
de azúcar.
''Una disciplina administrativa bajo criterios organizativos técnicos
y militares
fue también un factor importante'', subrayó Arce quien
trabajó en Cuba en el
sector agroazucarero cubano.
En octubre de 1997 el general de división Ulises Rosales del
Toro, hasta
entonces Jefe del Estado Mayor de la Fuerzas Armadas, fue nombrado
ministro del Azúcar para intentar poner orden en ese importante
sector.
''Rosales le dio mayor poder de decisión a los ingenieros y técnicos
a nivel de
base, y creó un nuevo sistema de pagos, con mayores incentivos,
para
agricultores y trabajadores en general'', explicó Arce.
El clima, que en cosechas anteriores ha conspirado contra la zafra,
en esta
ocasión facilitó la producción. No hubo lluvias
que interrumpieran la molida y
las temperaturas fueron --para los parámetros subtropicales
de la isla-- lo
suficientemente bajas como para propiciar una adecuada maduración
de la
caña de azúcar.
A diferencia de años anteriores la zafra concluyó en abril.
Se eliminó así la
mala práctica de moler caña sin los rendimientos adecuados
poniendo en
peligro la próxima cosecha. Un total de 113 ingenios azucareros
participaron
en esta cosecha de los 156 que existen en el país.
''Este año hemos tenido la oportunidad de demostrar que se pueden
hacer
zafras tempranas y creo que debe mantenerse como principio el que los
programas y las planificaciones nos aseguren que el mes de abril debe
ser el
que caracterice el final de la zafra'', dijo Rosales, repitiendo con
renovado
optimismo un viejo postulado de la industria azucarera cubana.
Sin embargo, según Arce, todavía es muy temprano para
sacar conclusiones
tan optimistas sobre el futuro de la agroindustria azucarera, en manos
de la
ineficiencia castrista.
''Habrá que esperar la próxima cosecha para tener un pronóstico
más sólido'',
subrayó.
Copyright 1999 El Nuevo Herald