El Nuevo Herald
22 de diciembre de 1998

 La economía cubana crece la mitad de lo esperado

 La Habana --(Reuters)-- Cuba dijo el lunes que su economía creció 1.2
 por ciento en 1998, el nivel más bajo de crecimiento en cuatro años, y
 sus ministros culparon una sequía, los daños provocados por un huracán,
 la crisis financiera internacional y el continuo embargo económico
 estadounidense contra la isla.

 El ministro de Economía, José Luis Rodríguez, y otros funcionarios,
 dijeron ante la Asamblea Nacional que el crecimiento, aunque por
 debajo de las expectativas oficiales originales de entre 2.5 y 3.5 por
 ciento, indica que la economía cubana va todavía por el camino de la
 recuperación.

 ``No sólo se evitó un retroceso sino que... la economía ha sido capaz de
 sostener la tendencia hacia su gradual recuperación'', dijo Rodríguez a
 los diputados, que incluían al gobernante Fidel Castro y a su hermano, el
 general Raúl Castro. Rodríguez predijo un crecimiento del Producto
 Interno Bruto de 2.5 por ciento en 1999, y lo describió como ``un
 objetivo realist''.

 Su discurso mantuvo la línea tradicional positiva del gobierno frente al
 desempeño económico de Cuba, aunque el ministro reconoció las
 ``múltiples dificultades'' que enfrenta la economía.

 Los analistas extranjeros ven con cautela los datos económicos
 divulgados por el gobierno cubano y algunos empresarios y diplomáticos
 que trabajan en la isla caribeña indicaron que creen que la economía en
 realidad pudo haber registrado un crecimiento nulo en 1998.

 Los diplomáticos y empresarios recalcaron el llamamiento hecho el
 viernes por funcionarios de Naciones Unidas en La Habana a la
 comunidad de donantes internacionales para que contribuyan con por lo
 menos $90 millones en asistencia para Cuba, con el fin de compensar los
 graves daños sufridos este año a causa de una sequía y un huracán.

 Según cifras publicadas por el gobierno, Cuba registró un crecimiento de
 2.5 por ciento en 1995, 7.8 por ciento en 1996 y 2.5 por ciento en
 1997, después de sufrir una profunda recesión al comienzo de la década
 de 1990, desencadenada por la disolución de la Unión Soviética.

 Rodríguez dijo que la tasa más baja de crecimiento este año reflejaba los
 efectos de los daños provocados por los fenómenos climatológicos a la
 estratégica zafra cubana y otras cosechas.

 La crisis financiera internacional también redujo los créditos disponibles y
 deprimió los precios mundiales para las exportaciones cubanas de azúcar
 y níquel.

 Esto le costó a Cuba cerca de $125 millones en ingresos, una pérdida
 que no está completamente cubierta por los precios menores en las
 importaciones del petróleo.

 Como resultado de precios más bajos para las exportaciones, éstas
 disminuyeron en 11 por ciento en términos de valor, mientras que las
 importaciones aumentaron en 6 por ciento.

 Aunque Rodríguez no ofreció una cifra de la balanza comercial, esto
 seguramente aumentó el déficit comercial de la isla, que estaba por
 encima de los $2,000 millones a finales de 1997.