EFE
WASHINGTON
Estados Unidos denunció ayer que Cuba es un ''corredor favorable'' para los narcotraficantes y que su gobierno ha decidido no financiar adecuadamente a su policía encargada del combate contra las drogas.
Estas acusaciones se incluyen en el informe anual que el Departamento de Estado presenta al Congreso sobre la producción y el tráfico de estupefacientes en todo el mundo.
Este documento ''certifica'' los esfuerzos de otros países en el combate contra las drogas. Su no certificación puede acarrear sanciones de Estados Unidos.
No obstante, Washington ya mantiene un embargo económico contra la isla y no le da ayuda económica para la lucha contra el narcotráfico, por lo que aunque habla de Cuba en su informe, la isla queda fuera del proceso de certificación.
Aún así, Estados Unidos aprovechó el informe para criticar duramente al régimen del gobernante Fidel Castro.
Washington reconoce que el gobierno emprendió una campaña a principios del 2003 contra el narcotráfico, pero afirmó que la usó para ''reprimir actividades económicas ilegales que serían permitidas en la mayoría de las sociedades normales'', y que La Habana luego amplió su campaña contra actividades políticas disidentes.
''El momento en el que se realizó la campaña contra los narcóticos indica que su intención al menos en parte era ser un preludio de una campaña represiva mayor'', señala.
El documento denuncia además que Cuba no ha destinado recursos ''adecuados'' a las unidades que combaten el tráfico de drogas, los cuales sí que van al Directorio General de Seguridad Estatal, ``la policía política de Cuba''.
Por ello, afirma el informe, el país es un ''corredor favorable''
para los cargamentos de estupefacientes de América del Sur y el
Caribe.