Se calienta el Chapare con la entrada de tropas
Los cocaleros planean nuevos cortes de una importante ruta
RAUL BURGOA / Agence France Presse
LA PAZ
Los sindicatos de productores de coca discutían ayer la estrategia para cortar desde el 6 de noviembre una ruta troncal del Chapare, otrora emporio de la droga, luego que el gobierno desplazó 4,000 soldados armados a la zona para evitar que el narcotráfico "levante cabeza''.
Liderados por el diputado socialista Evo Morales, los productores
reivindican el derecho de plantar coca en la zona, cuya producción
el gobierno estima que está
destinada a la elaboración de droga.
La inesperada e inédita decisión del gobierno del liberal ortodoxo Jorge Quiroga obedece a que ``cuando no se tienen argumentos para rebatir nuestras ideas, usa la bala, la fuerza'', según Morales.
La orden de bloquear la carretera troncal que atraviesa el Chapare
y une el este con el oeste del país ``está dada y los sindicatos
iniciaron [ayer] reuniones donde
planifican la estrategia para garantizar el bloqueo, no sólo
por la coca sino en defensa de los intereses del pueblo boliviano'', advirtió.
A pesar de los aprestos militares y policiales, Morales, quien encabezó en abril de este año una semana de cortes de ruta en la región y entre septiembre y octubre de 2000 cerró esa vía central por casi un mes, insistió en que ``para nosotros la puerta del diálogo permanece abierta''.
Frente a la decisión del gobierno de continuar con su política de destrucción de cultivos hasta alcanzar la meta de ``coca cero'', los productores montan guardia en los cuarteles en demanda de la prerrogativa de sembrar un `cato' (40 metros cuadrados) de coca, solicitud que, según la versión oficial, supone la producción de "un kilo de cocaína por persona''.
Los efectivos desplazados a la zona efectuaron ayer patrullajes por diversas comarcas y la vía troncal del Chapare, apoyados por vuelos de observación de helicópteros, cedidos por el gobierno de Estados Unidos, informó el comandante de la Policía, general Walter Osinaga.
Presionado por declaraciones del embajador norteamericano, Manuel
Rocha, quien deslizó la semana pasada un eventual recorte de la
ayuda económica --de $101
millones anuales-- a la lucha antidroga si disminuye el ritmo
de destrucción de cocales, La Paz habría decidido militarizar
la zona, acusó Morales.
En los últimos cuatro años, en el Chapare se registraron
48 muertos, 500 heridos de bala, más de 4,000 detenidos y una decena
de personas torturadas, según un
balance de la Asamblea Permanente de los Derechos Humanos (APDHB).
Cerca de 30,000 familias viven en el Chapare de la economía de la coca.
© 2001 El Nuevo Herald