¡Multitudinario adiós!
Leonel define a Juan Bosch el más grande de los pensadores dominicanos
KLEINER LóPEZ
SANTO DOMINGO.-
La tristeza era enorme. Las lágrimas, incontenibles. Caían
una tras otra a medida que el ataúd donde descansa el ex
presidente de la República, Juan Bosch, se acercaba al
mausoleo que le serviría de morada final.
El cortejo fúnebre entró al Cementerio Ornamental de La
Vega a las 7:05 de la noche, precedido de aplausos y del
grito constante del nombre del presidente ad vitam del
Partido de la Liberación Dominicana.
Doña Carmen Quidiello acompañada de Diómedes Núñez
Polanco se abrió pasó en medio de una multitud que había
acudido al campo santo desde las primeras horas de la tarde,
colocándose sobre los tejados de las tumbas, haciendo
equilibrio entre las verjas de los nichos, peleando el espacio,
la cercanía y la irrepetible oportunidad de darle el último
adiós a Bosch.
Fue una despedida emotiva, profunda, que desgarró el alma de muchos.
Patricio Bosch,
hijo del extinto líder político y prominente pensador, tomó
la palabra para expresar su
gratitud a todos los presentes y recordar que si la nación, así
lo desea, Bosch no
morirá.
“La mejor manera de rendirle tributo a su memoria es hacer realidad su
más anhelado
sueño: lograr un país libre, sano, honrado, culto, independiente,
próspero y sobre todo,
humanamente justo y solidario”, proclamó.
Acto seguido, el ex presidente Leonel Fernández pronunció
el panegírico y el cadáver
de Bosch recibió la última bendición. También
la última rosa de su compañera de vida,
Doña Carmen, quien en más de una ocasión le miró
con una actitud reflexiva, inquieta,
como si quisiera decirle muchas cosas y el tiempo no fuera suficiente.
A las 7:35 de la noche, el toque de silencio de la corneta anunció
que había llegado el
momento final. Entonces, el ataúd fue colocado dentro del mausoleo,
cuya estructura,
totalmente en mármol, posee una gaviota suspendida en el aire con
un mensaje que
reza: “Ahora que ya alcanzas tu perfil más alto, florecerá
en las huellas de peregrino,
un presente profundo que esparcirá su esencia día a día
como agua viva brotando de
su ejemplo”.
Junto a su morada hay un jardín que posee porciones de tierra de
Costa Rica, Puerto
Rico, España, Venezuela, Ecuadror, Chile y Cuba, siete naciones
en las que vivió
Bosch. En ellas fueron colocadas 27 rosas blancas y 12 jazmines, que representan
la
custodia de los doce apóstoles por su eterno descanso.
Una canción interpretada por Manuel Jiménez y un minuto de
aplausos se constituyeron
en los últimos gestos de amor y devoción para Bosch.
Adiós profesor
En el entierro de Bosch estuvieron presentes los embajadores de Venezuela,
Julio
Portillo; de Costa Rica, Migel Pérez Cruz; una delegación
cubana encabezada por el
ministro de Cultura, Armando Hart y otra de Puerto Rico, presidida por
el catedrátoco e
intelectual José Ferrer Canales.
Leonel: El fue el más grande pensador dominca
“El más grande pensador social dominicano de todos los tiempos”.
Así calificó ayer al
profesor Juan Bosch y Gaviño el expresidente Leonel Fernández,
al pronunciar el
discurso central en la solemne sepultura de los restos del escritor, líder
y fundador del
Partido de la Liberación Dominicana (PLD).
Resaltó que Bosch era una cantera de talento, un ilustre dominicano,
a quien le
sobraba cultura, capacidad y creatividad para descollar en cualquier género
de la
literatura pero que prefirió trillar el camino de la política,
las luchas por el bienestar del
pueblo y las libertades democráticas.
“A pesar de tantos talentos y tantas posibilidades que se le ofrecían
sin riesgo alguno,
prefirió, sin embargo, algo más difícil, más
atrevido y más peligroso. Prefirió luchar por
una república de ciudadanos libres”, enfatizó al pronunciar
un discurso de 20 minutos
en medio la multitud que se congregó en el cementerio Ornamental
de La Vega.
Precisó que el autor de la novela La Mañosa, hombre apreciado
y admirado, consagró
sus esfuerzos y energías a la formación de una sociedad culta
y civilizada donde
hombres, mujeres, niños, niñas y ancianos tuviesen garantizado
los derechos
esenciales de expresarse libremente, vivienda, salud, organizarse, rebelarse
contra la
tiranía y la opresión y desarrollar sus potencialidades humanas.
“Considerandose discípulo y seguidor del maestro puertorriqueño
Eugenio María de
Hosto, Juan Bosch prefirió escoger el camino de la lucha, el sacrificio,
en aras de un
ideal de redención humana en lugar de vivir solamente de la contemplación
y el
misticismo”, agregó.
El ex presidente Bosch murió a las 3:30 de la madrugada del jueves
pasado a la edad
de 92 años de una deficiencia respiratoria aguda, después
de siete veces interno por
fuertes quebrantos de salud. Frente al féretro con los restos mortales
de Bosch y la
multitud en el campo santo, Fernández sostuvo que el escritor agobiado
por el
ambiente tenebroso que vivía el país a partir de la década
del 1930 cuando se instauró
la dictadura de Rafael Leonidas Trujillo, decidió exiliarse.
desde donde moviliza todas las fuerzas democráticas, ganó
adeptos, formó el Partido
Revolucionario Dominicano (PRD), en Cuba en 1939, y hasta ayudó
a organizar la
expedición armada de Cayo Cofite contra la tiranía.
El ex mandatario (1996-2000) manifestó que luego del desplome del
régimen
aprobobioso de los Trujillo, Juan Bosch, imbuido de un gran prestigio e
inmensa
autoridad en los círculos de la izquierda democrática de
América Latina, regresó a la
República Dominicana.
Explicó que el 15 de diciembre del 1962 fue elegido abrumadoramente
en las primeras
elecciones celebradas en el país después de tres décadas
como Presidente y que en su
toma de posesión el 27 de febrero de 1963, hizo una de las promesas
más solemnes y
trascendetales que jamás se había escuchado de un estadista
dominicano: “Mientras
seamos Gobierno, la libertad no perecerá en la República
Dominicana”.
Estas palabras fueron aplaudidas por los presentes, vociferndo: “Juan Bosch,
Juan
Bosch, Juan Bosch, Juan Bosch”.
Sostuvo que debido a las debilidades institucionales de la época
fue derrocado a los
siete meses mediante un golpe de estado lo que provocó la Revolución
de Abril de
1965 en reclamo a gritos del retorno del Gobierno más democrático
que haya conocido
el pueblo dominicano en su historia.
“Lo que se inició como una revuelta popular para reinstaurar un
régimen democrático,
despojado en forma ilegítima del poder, terminó siendo una
lucha por el rescate de la
soberanía, la autodeterminación y la dignidad del pueblo
dominicano simbolizada a
través de la figura señera del profesor Juan Bosch”, señaló.
Fernández añadió que a partir de ahí la lucha
del desaparecido líder sería por
elecciones libres y limpias, la legalidad y por la formación de
un bloque de la Dignidad
Nacional.
Aseguró que su coherencia y consecuencia con su prédica de
libertad se mantendrá
brillando como una luz resplandeciente en el horizonte político
de la República
Dominicana.
“Sigue compañero que los hijos rendidos en el tibio resplandor de
la lucha desde su
azul lejano, tomarán tus manos poseídos por el más
hiriente dolor hasta a la más
apartada orilla del luto, entonces tú empezará a crecer en
los rituales y los sueños
retenidos en los rincones de la patria. Maestro, !qué descancen
tus restos, y que Dios,
el Todopoderoso, te acoja para siempre!”. Con estos versos despidió
Fernández a
Bosch.
Cardenal: El profesor nunca aceptó el desorden institucional
El cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez
declaró ayer aquí que el fenecido ex
presidente Juan Bosch deja como testamento espiritual una vida ejemplar
ajena a
intereses materiales, sin asomo alguno de política.
Al pronunciar la homilía de cuerpo presente en la catedral La Concepción
de esta
ciudad, dijo que Bosch, desde muy joven, conoció el mundo de los
pobres y vivió la
pobreza y las desigualdades sociales.
Expresó que el líder político siempre soñó
con una sociedad más humana y justa.
Aseguró que en sus propósitos jamás cupo el atropello
y la explotación del ser humano
ni la supresión de la libertad.
López Rodríguez subrayó que el extinto líder
político y literato, disciplinado en su
persona y estilo de vida, nunca aceptó la indisciplina, ni el desorden
que produce el
caos en las instituciones y destruye a las personas.
Expuso que Bosch expresó sus bondades de corazón de transparente
en sus cuentos y
relatos que eran prosas cristalinas contra fondos fuertes y lusos
El cardenal expresó que parte constitutiva de esa limpieza de corazón
fue su espíritu
insobornable y su integridad personal a toda prueba.
“Don Juan en tiempos de graves perversiones morales en la política
será siempre una
referencia obligada y un decano de ética política, nadie
puede regatearle esos méritos
y por eso ha sido admirado por todos y será igualmente recordado
por todos”, insistió
López Rodríguez.
Asimismo pidió a Dios que reciba amorosamente en la vida de pujanza
eterna a Juan
Bosch y agadreció el ejemplo que dejó en este pueblo.
López Rodríguez significó que los seres humanos se
fijan en las obras, pero que más
que nada en las apariencias de quienes los rodean, pero Dios mira siempre
al corazón.
Reveló que en el evangelio han escuchado la parábola del
administrador fiel, el que da
buenas cuentas de los talentos recibidos.
El cardenal en su oficio religioso expuso: “Dios, apliquemos esta parábola
al ejemplo
de don Juan, lo dotó espléndidamente para hacer gloria de
la literatura y el explotó
esos talentos”.
Sostuvo que en reconocimiento de su calidad literaria ha sobrepasado las
fronteras
naciones y es reconocido como uno de los mejores exponentes de las letras
en
América.
López Rodríguez resaltó que Bosch fue agudo en su
tesis casi siempre de trasfondo
social y llamó la atención por su estilo en sus versos, sobrios
y aparentemente
sencillos.