Listin Diario (Santo Domingo)
3 de noviembre de 2001

¡Multitudinario adiós!

                   Leonel define a Juan Bosch el más grande de los pensadores dominicanos

                 KLEINER LóPEZ
                 SANTO DOMINGO.-
                                    La tristeza era enorme. Las lágrimas, incontenibles. Caían
                                    una tras otra a medida que el ataúd donde descansa el ex
                                    presidente de la República, Juan Bosch, se acercaba al
                                    mausoleo que le serviría de morada final.
                                    El cortejo fúnebre entró al Cementerio Ornamental de La
                                    Vega a las 7:05 de la noche, precedido de aplausos y del
                                    grito constante del nombre del presidente ad vitam del
                                    Partido de la Liberación Dominicana.
                                    Doña Carmen Quidiello acompañada de Diómedes Núñez
                                    Polanco se abrió pasó en medio de una multitud que había
                                    acudido al campo santo desde las primeras horas de la tarde,
                                    colocándose sobre los tejados de las tumbas, haciendo
                                    equilibrio entre las verjas de los nichos, peleando el espacio,
                                    la cercanía y la irrepetible oportunidad de darle el último
                                    adiós a Bosch.
                 Fue una despedida emotiva, profunda, que desgarró el alma de muchos. Patricio Bosch,
                 hijo del extinto líder político y prominente pensador, tomó la palabra para expresar su
                 gratitud a todos los presentes y recordar que si la nación, así lo desea, Bosch no
                 morirá.
                 “La mejor manera de rendirle tributo a su memoria es hacer realidad su más anhelado
                 sueño: lograr un país libre, sano, honrado, culto, independiente, próspero y sobre todo,
                 humanamente justo y solidario”, proclamó.
                 Acto seguido, el ex presidente Leonel Fernández pronunció el panegírico y el cadáver
                 de Bosch recibió la última bendición. También la última rosa de su compañera de vida,
                 Doña Carmen, quien en más de una ocasión le miró con una actitud reflexiva, inquieta,
                 como si quisiera decirle muchas cosas y el tiempo no fuera suficiente.
                 A las 7:35 de la noche, el toque de silencio de la corneta anunció que había llegado el
                 momento final. Entonces, el ataúd fue colocado dentro del mausoleo, cuya estructura,
                 totalmente en mármol, posee una gaviota suspendida en el aire con un mensaje que
                 reza: “Ahora que ya alcanzas tu perfil más alto, florecerá en las huellas de peregrino,
                 un presente profundo que esparcirá su esencia día a día como agua viva brotando de
                 su ejemplo”.
                 Junto a su morada hay un jardín que posee porciones de tierra de Costa Rica, Puerto
                 Rico, España, Venezuela, Ecuadror, Chile y Cuba, siete naciones en las que vivió
                 Bosch. En ellas fueron colocadas 27 rosas blancas y 12 jazmines, que representan la
                 custodia de los doce apóstoles por su eterno descanso.
                 Una canción interpretada por Manuel Jiménez y un minuto de aplausos se constituyeron
                 en los últimos gestos de amor y devoción para Bosch.

                 Adiós profesor

                 En el entierro de Bosch estuvieron presentes los embajadores de Venezuela, Julio
                 Portillo; de Costa Rica, Migel Pérez Cruz; una delegación cubana encabezada por el
                 ministro de Cultura, Armando Hart y otra de Puerto Rico, presidida por el catedrátoco e
                 intelectual José Ferrer Canales.

                 Leonel: El fue el más grande pensador dominca

                 “El más grande pensador social dominicano de todos los tiempos”. Así calificó ayer al
                 profesor Juan Bosch y Gaviño el expresidente Leonel Fernández, al pronunciar el
                 discurso central en la solemne sepultura de los restos del escritor, líder y fundador del
                 Partido de la Liberación Dominicana (PLD).
                 Resaltó que Bosch era una cantera de talento, un ilustre dominicano, a quien le
                 sobraba cultura, capacidad y creatividad para descollar en cualquier género de la
                 literatura pero que prefirió trillar el camino de la política, las luchas por el bienestar del
                 pueblo y las libertades democráticas.
                 “A pesar de tantos talentos y tantas posibilidades que se le ofrecían sin riesgo alguno,
                 prefirió, sin embargo, algo más difícil, más atrevido y más peligroso. Prefirió luchar por
                 una república de ciudadanos libres”, enfatizó al pronunciar un discurso de 20 minutos
                 en medio la multitud que se congregó en el cementerio Ornamental de La Vega.
                 Precisó que el autor de la novela La Mañosa, hombre apreciado y admirado, consagró
                 sus esfuerzos y energías a la formación de una sociedad culta y civilizada donde
                 hombres, mujeres, niños, niñas y ancianos tuviesen garantizado los derechos
                 esenciales de expresarse libremente, vivienda, salud, organizarse, rebelarse contra la
                 tiranía y la opresión y desarrollar sus potencialidades humanas.
                 “Considerandose discípulo y seguidor del maestro puertorriqueño Eugenio María de
                 Hosto, Juan Bosch prefirió escoger el camino de la lucha, el sacrificio, en aras de un
                 ideal de redención humana en lugar de vivir solamente de la contemplación y el
                 misticismo”, agregó.
                 El ex presidente Bosch murió a las 3:30 de la madrugada del jueves pasado a la edad
                 de 92 años de una deficiencia respiratoria aguda, después de siete veces interno por
                 fuertes quebrantos de salud. Frente al féretro con los restos mortales de Bosch y la
                 multitud en el campo santo, Fernández sostuvo que el escritor agobiado por el
                 ambiente tenebroso que vivía el país a partir de la década del 1930 cuando se instauró
                 la dictadura de Rafael Leonidas Trujillo, decidió exiliarse.
                 desde donde moviliza todas las fuerzas democráticas, ganó adeptos, formó el Partido
                 Revolucionario Dominicano (PRD), en Cuba en 1939, y hasta ayudó a organizar la
                 expedición armada de Cayo Cofite contra la tiranía.
                 El ex mandatario (1996-2000) manifestó que luego del desplome del régimen
                 aprobobioso de los Trujillo, Juan Bosch, imbuido de un gran prestigio e inmensa
                 autoridad en los círculos de la izquierda democrática de América Latina, regresó a la
                 República Dominicana.
                 Explicó que el 15 de diciembre del 1962 fue elegido abrumadoramente en las primeras
                 elecciones celebradas en el país después de tres décadas como Presidente y que en su
                 toma de posesión el 27 de febrero de 1963, hizo una de las promesas más solemnes y
                 trascendetales que jamás se había escuchado de un estadista dominicano: “Mientras
                 seamos Gobierno, la libertad no perecerá en la República Dominicana”.
                 Estas palabras fueron aplaudidas por los presentes, vociferndo: “Juan Bosch, Juan
                 Bosch, Juan Bosch, Juan Bosch”.
                 Sostuvo que debido a las debilidades institucionales de la época fue derrocado a los
                 siete meses mediante un golpe de estado lo que provocó la Revolución de Abril de
                 1965 en reclamo a gritos del retorno del Gobierno más democrático que haya conocido
                 el pueblo dominicano en su historia.
                 “Lo que se inició como una revuelta popular para reinstaurar un régimen democrático,
                 despojado en forma ilegítima del poder, terminó siendo una lucha por el rescate de la
                 soberanía, la autodeterminación y la dignidad del pueblo dominicano simbolizada a
                 través de la figura señera del profesor Juan Bosch”, señaló.
                 Fernández añadió que a partir de ahí la lucha del desaparecido líder sería por
                 elecciones libres y limpias, la legalidad y por la formación de un bloque de la Dignidad
                 Nacional.
                 Aseguró que su coherencia y consecuencia con su prédica de libertad se mantendrá
                 brillando como una luz resplandeciente en el horizonte político de la República
                 Dominicana.
                 “Sigue compañero que los hijos rendidos en el tibio resplandor de la lucha desde su
                 azul lejano, tomarán tus manos poseídos por el más hiriente dolor hasta a la más
                 apartada orilla del luto, entonces tú empezará a crecer en los rituales y los sueños
                 retenidos en los rincones de la patria. Maestro, !qué descancen tus restos, y que Dios,
                 el Todopoderoso, te acoja para siempre!”. Con estos versos despidió Fernández a
                 Bosch.

                 Cardenal: El profesor nunca aceptó el desorden institucional

                 El cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez declaró ayer aquí que el fenecido ex
                 presidente Juan Bosch deja como testamento espiritual una vida ejemplar ajena a
                 intereses materiales, sin asomo alguno de política.
                 Al pronunciar la homilía de cuerpo presente en la catedral La Concepción de esta
                 ciudad, dijo que Bosch, desde muy joven, conoció el mundo de los pobres y vivió la
                 pobreza y las desigualdades sociales.
                 Expresó que el líder político siempre soñó con una sociedad más humana y justa.
                 Aseguró que en sus propósitos jamás cupo el atropello y la explotación del ser humano
                 ni la supresión de la libertad.
                 López Rodríguez subrayó que el extinto líder político y literato, disciplinado en su
                 persona y estilo de vida, nunca aceptó la indisciplina, ni el desorden que produce el
                 caos en las instituciones y destruye a las personas.
                 Expuso que Bosch expresó sus bondades de corazón de transparente en sus cuentos y
                 relatos que eran prosas cristalinas contra fondos fuertes y lusos
                 El cardenal expresó que parte constitutiva de esa limpieza de corazón fue su espíritu
                 insobornable y su integridad personal a toda prueba.
                 “Don Juan en tiempos de graves perversiones morales en la política será siempre una
                 referencia obligada y un decano de ética política, nadie puede regatearle esos méritos
                 y por eso ha sido admirado por todos y será igualmente recordado por todos”, insistió
                 López Rodríguez.
                 Asimismo pidió a Dios que reciba amorosamente en la vida de pujanza eterna a Juan
                 Bosch y agadreció el ejemplo que dejó en este pueblo.
                 López Rodríguez significó que los seres humanos se fijan en las obras, pero que más
                 que nada en las apariencias de quienes los rodean, pero Dios mira siempre al corazón.
                 Reveló que en el evangelio han escuchado la parábola del administrador fiel, el que da
                 buenas cuentas de los talentos recibidos.
                 El cardenal en su oficio religioso expuso: “Dios, apliquemos esta parábola al ejemplo
                 de don Juan, lo dotó espléndidamente para hacer gloria de la literatura y el explotó
                 esos talentos”.
                 Sostuvo que en reconocimiento de su calidad literaria ha sobrepasado las fronteras
                 naciones y es reconocido como uno de los mejores exponentes de las letras en
                 América.
                 López Rodríguez resaltó que Bosch fue agudo en su tesis casi siempre de trasfondo
                 social y llamó la atención por su estilo en sus versos, sobrios y aparentemente
                 sencillos.