El Nuevo Herald
Nov. 18, 2004

Periodista cubano vuelve a la isla tras 43 años de exilio

PABLO ALFONSO

Después de 43 años de exilio el destacado periodista y político cubano, José Pardo Llada, regresó de visita a La Habana.

Pardo, de 80 años, quien reside en Cali, Colombia, donde llegó a ser parlamentario y dos veces embajador, viajó a Cuba en compañía de su esposa Elsy el 3 de noviembre y regresó el pasado lunes.

En una entrevista telefónica el miércoles, Pardo dijo que viajó a La Habana en busca de tratamiento médico para una ceguera progresiva que lo aqueja desde hace algún tiempo.

''No niego que fui a Cuba también con la emoción y la ilusión de volver a ver La Habana'', dijo Pardo con voz quebrada por la emoción. ''Me alegro de haber ido, porque caminar y caminar por esas calles, ha sido una experiencia extraordinaria y especial, porque el fin y al cabo, ése es tu país'', añadió.

Pardo dijo que fue atendido en la Clínica Internacional para el Tratamiento de la Retina, donde le hicieron múltiples investigaciones y análisis. ''Encontré allí especialistas muy serios y capaces que, en esencia, me confirmaron lo que ya me habían dicho en Argentina, Estados Unidos y Colombia: no hay operación, pero me garantizaron un tratamiento, con antioxidantes, que no permite aumentar la ceguera'', explicó.

Durante su estancia en La Habana, Pardo tuvo oportunidad de rememorar sus años en la capital donde alcanzó fama como comentarista político radial y donde también fue víctima de un atentado del que salió ileso, en 1960, cuando era partidario de la revolución.

También conversó con algunos viejos amigos, aunque rechazó entrevistas con la prensa. ``Conversé con Eusebio Leal [historiador de La Habana] a quien conozco hace un montón de años, con Juan Nuiry [ex presidente de la Federación Estudiantil Universitaria], y otro menos conocidos, tan viejos como yo''.

Pardo declaró que viajó a Cuba como turista, con pasaporte colombiano, luego de tramitar su visa a través de la Embajada de Cuba en Bogotá.

''Me trataron con cortesía y con discreción; no tuve allí, ni busqué, ningún contacto oficial, por tanto no tengo ningún derivado de este viaje'', afirmó Pardo, quien describió su regreso a La Habana como "una emoción muy intensa, muy hermosa y muy lógica''.

Lo que más hizo, dijo Pardo, fue ''caminar y caminar'' por las calles de La Habana, que "sigue siendo una ciudad hermosa, con gente amable, a pesar de la crisis que afronta''.

''Yo no lloraba desde que murió mi madre y allí lloré en varias oportunidades recorriendo las calles de La Habana'', subrayó.