Comete suicidio el presidente de la Asociación Yoruba
DANIEL SHOER ROTH
El Nuevo Herald
El presidente de la Asociación Internacional Yoruba, José Martín, propietario de las agencias de viajes a Cuba Rumbos Travel, se quitó la vida el viernes por la tarde en su hogar de Hialeah Gardens, informaron ayer sus familiares. Tenía 55 años.
La unidad de Homicidios de la Policía de Miami-Dade está investigando el caso, como suele hacerse con los fallecimientos por suicidio.
La Oficina del Forense dijo que llevará hoy a cabo la autopsia del cadáver para clasificar la causa de la muerte.
El hecho ocurrió aproximadamente a las 5 p.m. del viernes, cuando después de horas de permanecer en silencio, Martín ingresó solo a su alcoba, se recostó en la cama y se disparó en la sien con un revólver, dijo su esposa, Sandra San Pedro, de 36 años.
Tanto San Pedro como allegados al sacerdote yoruba atribuyeron la causa del suicidio a una depresión de varios meses, supuestamente ocasionada por la merma de sus negocios a raíz de las medidas de la administración del presidente George W. Bush para restringir los viajes y las remesas a Cuba.
Martín se opuso fervientemente a las restricciones y vociferó su descontento en distintas manifestaciones que se llevaron a cabo en Miami durante los últimos meses.
''Al cerrar las alternativas de viajes a Cuba y de envíos o paquetes, nos ataron las manos a los pies, y nuestras condiciones económicas empeoraron rápidamente'', señaló San Pedro. "Eso lo deprimió mucho, porque no podría ver a su hijo hasta dentro de tres años, y a su padre que estaba enfermo''.
Su hijo, José Reimar Martín, de 25 años, es autista, y el fallecido --quien regresó de verlo por última vez el 14 de junio-- viajaba todos los meses para darle terapia, manifestó San Pedro.
Voceros de la Policía de Miami-Dade no devolvieron repetidos llamados de El Nuevo Herald para verificar las versiones de los familiares, quienes dijeron que el sacerdote no tenía antecedentes de depresión.
Dos de sus allegados aseguraron que Martín era una persona afectuosa y que estaba dedicado enérgicamente a mantener vivas en el sur de la Florida las tradiciones de la religión afrocubana yoruba.
''Siempre trataba de reunir a los sacerdotes y de mantener al grupo unido. Fue muy cariñoso y muy querido por la gente'', opinó Gilberto Castaño, un amigo cercano que también es sacerdote de esa fe. "Estamos en shock, no entendemos cómo sucedió todo esto de un día para otro''.
Además de su hijo José en Cuba, a Martín lo sobreviven en Miami sus otros dos hijos, Michelle y Marbre, de 28 y 23 años, respectivamente.
El cuerpo será velado hoy en la Funeraria Nacional, en la calle 151 del NW y 37 Av. a partir de las 6 p.m.
Sus restos serán cremados y las cenizas enviadas a Cuba.