Granma Diario
22 de Mayo de 2004

Opinan los delegados

POR Félix López / Fotos: Jorge Luis González, del diario Granma

Un momento histórico y de peligro para la Patria que los vio nacer motivó el viaje y la participación en la III Conferencia la Nación y la Emigración. Vienen de todos los rincones de los Estados Unidos y de numerosas ciudades del mundo. Hablan en su lengua natal y se oponen al bloqueo y las recientes medidas de la administración Bush para estrangular a la Revolución Cubana. Los une el honor y el amor a la familia. La mayoría no oculta su decisión de dar hasta la vida por Cuba si ésta fuese agredida, latiente intención diabólica del imperio

"REGRESO COMO UN CUBANO MÁS"

José Irima vive por casi medio siglo entre Miami y Nueva Jersey. En su opinión, Bush no pudo leer el pasado 20 de mayo su habitual proclama anticubana y no voló el avión que pondría en el aire la señal de la mal llamada Tele Martí, porque él sabe que no puede ir a Miami, porque allí lo espera una multitud de personas protestando, como sucedió este 20 de mayo en el Hotel Ambassador, durante una conferencia de prensa a la que asistieron centenares de hombres y mujeres que protestaron contra las medidas que su Gobierno implantó.

"¿Una agresión? No lo creo. El gobierno de los Estados Unidos no puede atreverse a agredir a Cuba. Tiene demasiados cubanos emigrados allí, que no saben cómo van actuar si eso sucede. Puede haber un problema grande dentro del territorio norteamericano, sobre todo en la zona de Miami y la Florida. Y ellos lo saben... Vengo por primera vez, porque este es el momento y la coyuntura más importante para venir a Cuba. Regreso a mi país como un cubano más, y nadie puede quitarme ese derecho. Tal vez yo sea de los que vengan y se retire aquí".

"BUSH NO LLEGARÁ A NINGÚN LADO"

Ricardo Cesa Chang no es para nada una figura conocida de la emigración. Lleva diez años en Miami, donde trabaja como un humilde obrero de la construcción y hace un gran esfuerzo por enviar algo de ayuda económica a su familia en Cuba: "Ahora, Bush nos ha dicho qué cantidad de dinero podemos mandar y cada qué tiempo venir a la Isla. Un Presidente que no llegará a ningún lado. Lo único que ha hecho es matar seres humanos por el mundo. El propio pueblo norteamericano está consciente de qué tipo de gente es, lo que pasa es que la emigración cubana está sufriendo y lo peor es que un pequeño grupo que se dice cubano ha apoyado su pretensión imperial y la posibilidad cada vez más real de agresión a Cuba".

Ricardo es de los que salieron prácticamente el otro día, como él dice, y quizás hasta por necesidad de conocer el mundo: "Eso me permitió enfrentarme a la realidad exterior y descubrir que en Cuba era rico con lo que tenía. A partir de ver la crudeza de un mundo tan mal repartido, me di cuenta que tenía algo mejor, y cada vez he tratado más de comunicarme con la Patria; mucho más cuando llegas y encuentras que el Gobierno de aquí está abierto al acercamiento".

En Cuba, dice emocionado, tengo a casi toda mi familia y mis hijos ya están a las puertas de la Universidad: mi hija está en la Escuela de Trabajadores Sociales de Cojímar, el varón termina el Servicio Militar y empieza Ingeniería Civil en el próximo curso, en la CUJAE. Siempre lo cuento a las personas que conozco en Miami, porque cada vez que un emigrado viene a Cuba se encuentra con una realidad que no es la que vende la prensa de allá, donde la Isla es pintada como el infierno.

"QUIERO VENIR SIN RIESGOS"

Desde hace 24 años Ismael Loras vive en los Estados Unidos, ahora en California, donde trabajaba como cocinero hasta quedar desempleado: "Me afecta, dice con voz entrecortada, no poder viajar cada tres meses, o no poder mandar ayuda a mi madre que va a cumplir 90 años, y dice que no se va de Cuba porque no le gusta vivir en los Estados Unidos. Me afecta sentimentalmente y de todas las formas.

"Durante 14 años, añade Ismael, he sido caravanista de Pastores por la Paz, cuya edición número 15 va a comenzar el 9 de julio si Dios quiere, y esta es mi tercera conferencia. Vengo para tratar de mejorar las relaciones entre Cuba y los Estados Unidos, y para eso estoy dispuesto a hacer lo que sea. No me incluyo en temas políticos, asumo que las cosas tienen que ser como deben ser, que exista una amistad entre los dos pueblos, y venir sin que eso entrañe un riesgo".

"CUBA ES MI PATRIA"

Virginia Benjamín se marchó de Cuba hace 47 años, antes de que triunfara la Revolución, vive en Washington DC, y asiste por primera vez a la Conferencia La Nación y la Emigración: "Es importante, dice, que esté aquí para apoyar a mis hermanos cubanos. Tengo hermanos, una nieta, biznieta y como 50 sobrinos, y nada va a impedir que los ayude. Los cubanos no permitiremos que nos digan que no podemos venir y enviar un dinero que es nuestro y lo trabajamos nosotros.

"Saben que no les permitiremos agredir a Cuba. En lo personal no les temo a las represalias. ¿Qué puede suceder? ¿Que me voten de allá? No importa, Cuba es mi Patria".

"SERÁ UN BOOMERANG PARA BUSH"

Anda con un habano en la mano por el Palacio de las Convenciones y está presto al diálogo. Se llama Alexis Figueredo Nápoles, tiene 39 años y vive en Miami desde hace 13. Allí imparte clases como profesor de Gramática en un Club para niños anglosajones y dice estar en Cuba por varios factores: "La necesidad como cubano de mostrar la voluntad política, ideológica y de afinidad con la Revolución, producto de una toma de conciencia, a través de un estudio y una reflexión del proceso cubano en sí mismo.

"Pienso que hay un deber moral, de principios, de ética, de cívica de los cubanos de pronunciarse dondequiera que estén, dejando a un lado las diferencias y posponer los problemas internos en función de salvaguardar a la nación cubana.

"El discurso del cambio, dice, es el que a corto y mediano plazos va a decidir el cambio en la Florida, porque las medidas anunciadas por Bush son contraproducentes, porque además de ser obscenas, burdas y hostiles, han tocado la fibra de la sensibilidad del cubano, esté en Miami o Madrid, en Moscú o Ciudad de México. Estamos en presencia de un boomerang para Bush y sus seguidores".