ELOY GUTIERREZ MENOYO: "CUALQUIERA SERA MEJOR QUE BUSH"
Patricia Grogg
La Habana
IPS
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José F. Sánchez
Departamento de Investigaciones
La Nueva Cuba
Septiembre 22, 2004
El régimen de La Habana tiene pocas esperanzas de que la política de Estados Unidos hacia La Habana cambie tras los comicios presidenciales en ese país. Pero en otros sectores sociales existe la percepción de que inclusive un nuevo mandato de George W. Bush sería diferente.
”Apoyo a John Kerry, el candidato demócrata contendor del actual jefe de la Casa Blanca en los comicios de noviembre, porque creo que cualquiera será mejor que Bush”, dijo a IPS Eloy Gutiérrez Menoyo, un ex comandante guerrillero que pide en Cuba un ”espacio legal” para actuar.
Sin embargo, los cambios en la postura de Washington pueden llegar tanto con Bush como con Kerry, opinó. ”En el Senado y en la Cámara de Representantes hay una mayoría que se inclina por una nueva política estadounidense hacia Cuba y que no siga secuestrada en manos de grupos elitistas del exilio” cubano, afirmó.
En su opinión, las visiones de Washington hacia La Habana, tanto de Bush como de sus antecesores, responden a los intereses de los inmigrantes cubanos de ”extrema derecha” en el país norteamericano.
”No obstante, se trata de una corriente en proceso de extinción, que ya es minoritaria en cuanto a arrastrar votos”, opinó Gutiérrez Menoyo. Será el Congreso legislativo el que en definitiva impondrá una ”política coherente y de buena vecindad” hacia Cuba, sostuvo.
Gutiérrez Menoyo regresó a Cuba en agosto de 2003 y desde entonces espera respuesta oficial a su petición de que se le permita residir legalmente en este país y abrir una oficina de Cambio Cubano, organización que fundó en 1993, mientras permanecía en Estados Unidos.
Antes de exiliarse, Gutiérrez Menoyo cumplió más de 20 años de prisión en Cuba por un intento armado contra el gobierno de Fidel Castro, junto al cual había combatido en la revolución que derrocó en 1959 al dictador anterior Fulgencio Batista.
Pero ahora es un fuerte crítico de la política de confrontación, que a su juicio hace ”más difíciles las posibilidades de dar paso a la democratización”.
--¿Percibe cambios en la política hacia Cuba bajo un eventual gobierno del Partido Demócrata encabezado por Kerry?
--Indudablemente un gobierno como el de Kerry tendría una visión distinta hacia Cuba. No sólo Kerry, cualquiera que resultara electo sería mejor que Bush. Lo que pasa es que Kerry no ha definido una política bien clara para el elector y en algunas cuestiones ambos candidatos se confunden. Eso le resta votos.
--Si gana Kerry, ¿no cabe esperar mano dura hacia Cuba?
--Al revés, con mayor facilidad estaría a favor de cualquier medida que beneficiara el reencuentro de la familia cubana, el envío de remesas y levantamiento del embargo.
--¿Influye en esta campaña electoral el drama del 11 de septiembre de 2001?
--Sí, los norteamericanos aparentemente favorecen a Bush al creer que combate mejor al terrorismo. Pero hay mucha contradicción en ese problema. Yo diría que de aquí a las elecciones, si Kerry define bien su política, valientemente, respecto de Iraq, Cuba y otros temas de relevancia podría obtener una ventaja.
--¿Cómo concibe un segundo mandato de Bush?
--En un segundo período ya no pesan intereses de una reelección y Bush podría considerar que ya complació a la derecha del exilio cubano y le ha pagado lo que ésta pudo aportar con recursos económicos. Ahora tendría que prestarle mayor atención al Congreso que se va cansando del constante veto a sus propuestas de flexibilización. De otra parte, considero que los republicanos no están midiendo bien el valor de Florida, porque la concentración de cubanos más grande está en los condados de Dade y Broward, donde siempre han ganado los demócratas. La victoria de Bush en los anteriores comicios (de 2000) fue en base a una votación minoritaria y con fraude.
--¿Cree posible una agresión militar de Estados Unidos contra Cuba?
--Descarto toda posibilidad de agresión. Primero porque el Pentágono (Departamento de Defensa) en ese aspecto tiene una política muy definida y lo ha hecho público en distintas oportunidades, de que Cuba no representa ningún tipo de amenaza para Estados Unidos. Inclusive siendo reelecto Bush no habría una amenaza para Cuba y hasta existiría la misma posibilidad que con Kerry de que se acabe el embargo y se establezca una política de buena vecindad con la isla.
--Usted dice que cualquier nuevo presidente será mejor que el actual, pero al mismo tiempo estima que un segundo mandato de Bush sería menos adverso para Cuba. ¿No es contradictorio?
--La diferencia que hago es que Bush aceptaría un cambio de postura por la presión del Congreso, mientras Kerry lo promovería porque está de acuerdo con ello.
--¿Considera posible la reiteración del fraude que usted dice favoreció al candidato Bush en los comicios de 2000?
--Podría, pero esta extrema derecha corre un riesgo, pues un montón de instituciones estadounidenses van a estar pendientes de esa votación. Quiere decir que la trampa es más difícil de hacer.
--¿Concede alguna utilidad práctica a las recomendaciones efectuadas por la Comisión de Asistencia al Presidente para una Cuba Libre, entregadas en mayo a Bush y en las cuales se basó para adoptar nuevas restricciones?
--Ese documento y sus recomendaciones fueron hechos por personas que de Cuba conocen muy poco y carecen de sentido común. Además, el gobierno estadounidense no tiene derecho alguno a crear una comisión para una transición en Cuba porque ése es un problema de los cubanos. Las medidas son injerencistas y afectan principalmente al pueblo. También tienen impacto sobre el gobierno, pero no lo van a tumbar.
--¿Qué recomendaría al nuevo jefe de la Casa Blanca para que mejoren las relaciones bilaterales?
--Permitir que los estadounidenses puedan viajar a Cuba y abandonar
la práctica de subvencionar a todos los grupos del exilio. Hay muchos
grupos de extrema derecha que están siendo subvencionados con enormes
cantidades de dinero y el pretexto de ayudar a la disidencia. A su vez,
el gobierno de Cuba tendría que darse cuenta de que también
hay un embargo interno en cuanto a las libertades y derechos del pueblo
de Cuba, que es necesario desmontar. Entonces tendríamos una posibilidad
enorme de ver avanzar simultáneamente los cambios políticos
y económicos en el país.