A 45 años de la Carta de México
Unir a todas las fuerzas revolucionarias en la lucha contra la tiranía
PEDRO A. GARCIA
El pueblo cubano padecía en 1956 el quinto año de la tiranía
batistiana. Había un gran descontento ante la torpe política
económica del régimen y su carácter represivo. La
burguesía,
temerosa del ímpetu revolucionario de la juventud, proponía
una
"solución negociada" a la situación creada mediante el llamado
"diálogo cívico" entre la oposición y el gobierno.
Las fuerzas revolucionarias rechazaron tal maniobra. Fidel y
el Movimiento 26 de Julio enarbolaron las banderas de la
lucha armada para derrocar al batistato. Militantes de esa
organización marcharon hacia México para prepararse allí
militarmente con vistas a la guerra necesaria que proclamaban reiniciar.
Dentro del propio ejército del tirano se conspiraba contra él.
Un
grupo de militares, al que el pueblo denominó "los puros", fueron
detenidos por el aparato represivo del régimen. Elementos afines
a
la línea insurreccional trataron de reeditar la gesta del Moncada
y
asaltaron el cuartel Goicuría en Matanzas. La oposición al
batistato
crecía.
Dentro del movimiento estudiantil, se fundó el Directorio
Revolucionario, "una FEU para tiempo de guerra, su brazo armado
para el combate contra la tiranía". Su líder, José
Antonio Echeverría,
al condenar el "diálogo cívico", afirmaría que el
camino a tomar no
era otro que el del ejército mambí en los campos de Cuba:
la
insurrección para lograr una república independiente.
LA UNIDAD NECESARIA
Fidel y José Antonio comprendieron, tal vez como pocos de los
cubanos de su tiempo, la necesidad de la unidad entre las fuerzas
revolucionarias. Por ello, el Presidente de la FEU, acompañado de
otro dirigente estudiantil, René Anillo, fue a encontrarse a la
Ciudad
de México con el Jefe del Movimiento 26 de Julio.
Según la reconstrucción que se ha hecho por René Anillo
—afirma
Faure Chomón, dirigente del Directorio Revolucionario—, la reunión
fue en la noche del 28 de agosto. "Tras muchas horas de
intercambio entre Fidel y José Antonio, entrada la madrugada del
29
se redactó la Carta de México y se mecanografió. Se
esperaría
para darle publicidad a que el compañero Anillo regresara con
seguridad a Cuba (José Antonio viajaría a un congreso estudiantil
en Sri Lanka, vía Londres) para darle protección. Se hace
público el
primero de septiembre y los cables reprodujeron íntegramente el
texto".
En el documento se reiteraba: "Ambas organizaciones (M-26-7 y el
Directorio Revolucionario de la FEU) han decidido unir sólidamente
su esfuerzo en el propósito de derrocar a la tiranía y llevar
a cabo la
Revolución cubana" y llamaban "a todas las fuerzas revolucionarias
del país, a los estudiantes, obreros, organizaciones juveniles y
a
todos los hombres dignos de Cuba para que secunden esta lucha
que está firmada con la decisión de morir o triunfar".
Se consideraban "propicias las condiciones sociales y políticas
del
país, y los preparativos revolucionarios suficientemente
adelantados para ofrecer al pueblo su liberación en 1956. La
insurrección secundada por la huelga general en todo el país
será
invencible".
Proclamaban que la Revolución llegaría al poder libre de
compromisos "para servir a Cuba en un programa de justicia
social, de libertad y democracia, de respeto a las leyes y de
reconocimiento a la dignidad plena de todos los cubanos, sin odios
mezquinos para nadie, y los que la dirigimos, dispuestos a poner
por delante el sacrificio de nuestras vidas, en prenda de nuestras
limpias intenciones".
FARO DE UNIDAD
Para Faure Chomón, la Carta de México firmada por Fidel y
José
Antonio "fue de extraordinaria significación para la Revolución
cubana, un documento de fuerza y conciencia políticas, unitario,
que no desconoció a ninguna de las fuerzas que combatía a
la
tiranía y llamó a luchar a todos los revolucionarios. Fue
la
declaración de guerra contra Batista y repercutió en el pueblo,
en
todos los que querían hacer una Revolución".
La califica de "faro de unidad" y añade: "Al unirse los combatientes
del Moncada, quienes se preparaban para reiniciar la guerra
necesaria en la Sierra, con los que están en las manifestaciones,
en el combate de calle, se está contribuyendo a fortalecer más
la
idea de que los elementos verdaderamente revolucionarios y de las
organizaciones de vanguardia se incorporen a la lucha".
Dentro del movimiento estudiantil, elementos oportunistas se
consternaron porque José Antonio había firmado con Fidel
un
documento que llamaba a la Universidad y al pueblo a la guerra.
Recuerda Faure: "Quisieron convocar reuniones para discutirle el
derecho de firmar por la FEU. Fructuoso, con la autoridad que tenía,
no permitió esas reuniones, y dijo que para defender a Cuba y
luchar por la libertad como ocurrió en la guerra de independencia,
no hace falta discutirlo, es un deber que tenemos todos los
cubanos".
LLEVAR A CABO LA REVOLUCION
En octubre, al regreso de Sri Lanka, José Antonio retornó
a México
para reunirse nuevamente con Fidel y ultimar los detalles de lo que
iba a ser el plan militar. "En esa ocasión somos designados
Fructuoso, Joe Westbrook y yo", asevera. "Nos unimos a José
Antonio y nos reunimos con Fidel para secundar lo que sería el
desembarco del Granma".
Fidel desembarcó semanas después en tierras orientales para
crear el frente guerrillero de la Sierra Maestra. José Antonio
organizó las acciones del 13 de Marzo de 1957 y caería
heroicamente en combate frente a la Universidad. El Directorio, a
principios de 1958, abriría un frente guerrillero en las montañas
villareñas.
Como ratificación de la Carta de México, el Che (en nombre
del
M-26-7) y Faure, por el Directorio, acordarían posteriormente en
el
Escambray el Pacto del Pedrero, al que se adscribiría en los días
siguientes el Partido Socialista Popular.
En torno al Ejército Rebelde comenzaría a forjarse la unión
de
todos los revolucionarios. Esta unidad se consolidaría
definitivamente en la integración de nuestro Partido y ha sido
—como señaló Fidel—, "alcanzada en tal alto grado como jamás
se logró en la historia de nuestra Patria, esa unidad por la que
suspiraron los combatientes durante casi un siglo (...) y que por
primera vez nuestra generación logró".