La sequía arruinó las plantaciones, pero las lluvias también

ARMANDO H. PORTELA
El Nuevo Herald

La actual zafra azucarera, que desde su inicio se anunció como más pobre que
la precedente, ha arrancado dando serios traspiés que amenazan con frustrar la
muy modesta meta gubernamental de producir 3.7 millones de toneladas de
azúcar, casi un 9 por ciento menos de las 4.06 millones de la zafra anterior.

Las autoridades del ministerio del Azúcar culpan a la sequía que sufrió la isla el
año pasado por la caída esperada.

Según una nota publicada el pasado domingo en el semanario oficial Opciones,
en unas 400 cooperativas y granjas estatales --aproximadamente la mitad de las
existentes en el país-- los rendimientos cañeros son inferiores a las 30,000
arrobas por caballería (25 toneladas por hectárea), una cantidad que hace
prácticamente irrentable cualquier esfuerzo de zafra.

Los pobres volúmenes de caña existentes han obligado al gobierno a suspender
las labores en decenas de centrales azucareros. Este año participarán en la
zafra sólo 102 de los 155 ingenios existentes en la isla, reveló la publicación,
nueve menos de los que funcionaron el año pasado.

Pero a los problemas de la sequía se suman ahora las inesperadas lluvias que
paralizaron la producción azucarera durante la mayor parte del mes de
diciembre.

La misma fuente oficial, citando a Osiris Quintero, quien es segundo jefe de la
Sala Nacional de Control de Zafra, menciona que las lluvias causaron la pérdida
de unas 2,600 horas de molida en el país, equivalentes al 43.3 por ciento de todo
el tiempo de zafra previsto en su mes de arrancada.

En diciembre debieron empezar las labores de zafra 24 centrales, pero por
razones que no explican las fuentes oficiales, realmente lo hicieron 19 de ellos,
la mayoría de los cuales tuvo que parar las máquinas horas después de arrancar
a causa de las lluvias. Sólo tres centrales de los 24 que debieron funcionar
lograron producir lo que de ellos se esperaba, dijo hace unos días el diario
Granma. Hasta el pasado fin de semana permanecían paralizados seis centrales
por cuenta de las secuelas del mal tiempo.

En las últimas zafras Cuba ha producido algo menos de 150,000 toneladas de
azúcar en el primer mes de molienda, de manera que se puede estimar que en
este momento puede haber un déficit cercano a las 100,000 toneladas de azúcar
en el programa de producción de la isla.

Las autoridades, por su parte, se han apresurado a señalar que este resbalón es
momentáneo y que un funcionamiento de la industria a más del 80 por ciento de
su capacidad, unido a los altos rendimientos de azúcar que se reportan,
permitirán borrar gradualmente el déficit de arrancada.

En el pasado, no obstante, esto nunca ha sido así y la afirmación quizás sea
muy ambiciosa para una industria que en los últimos años ha mantenido ritmos
de molida muy lentos y rendimientos pésimos.

Los analistas azucareros observan detenidamente el comportamiento del primer
mes de la zafra, la llamada ``zafra chica'', para intuir cómo serán los resultados
finales de la cosecha basándose en la capacidad de funcionamiento de la
industria, los rendimientos y la habilidad de la administración para sortear
dificultades e imprevistos. Si este primer mes es realmente una muestra de
cómo se desenvolverá el resto de la contienda, entonces es de esperar una zafra
decepcionante.

En cualquier caso, la cosecha azucarera de este año promete por seguro
situarse, como las ocho precedentes, entre las más bajas en más de 70 años.