16,000 viviendas destruidas
EFE
LA HABANA
El huracán Charley golpeó con fuerza la región occidental de Cuba al dejar en su breve paso de dos horas cuatro muertos, cinco heridos, más de 200,000 damnificados y más de 16,000 viviendas destruidas, se informó oficialmente ayer.
El impacto del meteoro, que cruzó de sur a norte las provincias habaneras de la isla caribeña con vientos sostenidos de hasta 170 kilómetros por hora, dejó también cuantiosos daños a la infraestructura.
Sólo en la provincia de La Habana, se informó de 500 postes del tendido eléctrico en el suelo, así como numerosos transformadores de distribución y convertidores de la electricidad perjudicados.
La vecina provincia de Pinar del Río, aunque no sufrió directamente el paso de Charley, se encuentra desconectada del sistema electroenergético nacional, informaron fuentes oficiales.
La desconexión eléctrica de la más occidental de las provincias cubanas se debe a la caída de 13 torres de alta tensión.
En la capital cubana resultaron dañados más de 50 transformadores y 200 postes del alumbrado eléctrico, y aún quedan barrios de los municipios del oeste de la ciudad donde no se ha restablecido el suministro de energía eléctrica ni el de gas manufacturado.
El jefe de la Regulación Nacional de la Electricidad, Víctor Puentes, dijo al diario oficial Juventud Rebelde que la provincia de La Habana ``fue la más afectada desde el punto de vista de derribo de estructuras''.
Explicó que se han organizado más de 60 brigadas para realizar las labores de recuperación del sector, con la ayuda de técnicos de otras provincias, con el propósito de que hoy se encuentre restablecido el 80 por ciento de los circuitos de la capital.
Un registro preliminar de los daños indica que el 95 por ciento de las plantaciones de plátanos y otros cultivos de frutas, hortalizas y caña de azúcar se dañaron mucho.
Casas totalmente destrozadas, severos daños a industrias y escuelas, numerosos árboles derribados, embarcaciones encalladas en puertos como el de Mariel son algunas de las graves secuelas que dejó el huracán, considerado el más desastroso desde 1915 para la provincia de La Habana, vecina de Ciudad de La Habana.