Rindió el pueblo homenaje al general de división Raúl Menéndez Tomassevich
Fue sepultado con honores militares en el Panteón de las FAR, en
la
necrópolis de Colón. Depositadas ofrendas florales en nombre
de
Fidel y Raúl
Reynold Rassí
"No es el lamento la mejor forma de honrarlo, en el triste momento
en que ha dejado de estar físicamente entre nosotros... A
hombres como Tomassevich se les honra en el combate diario,
en la brega permanente y sin tregua frente a los enemigos de
la Patria y por servir cada vez mejor al pueblo".
Así se expresó el Héroe de la República de
Cuba y general de
cuerpo de ejército, Joaquín Quintas Solá, jefe del
Ejército Central, al
despedir el duelo del general de división Raúl Enrique Menéndez
Tomassevich, quien fuera inhumado ayer en el Panteón de las
Fuerzas Armadas Revolucionarias en la necrópolis de Colón,
y
quien contaba al morir con 72 años de edad.
Cientos de hombres y mujeres del pueblo acompañaron a los
familiares de Tomassevich en el sepelio. Entre los asistentes se
encontraban José Ramón Machado Ventura, José Ramón
Balaguer, los generales de cuerpo de ejército Abelardo Colomé
Ibarra, Julio Casas Regueiro y Leopoldo Cintra Frías, todos
miembros del Buró Político, así como otros dirigentes
del Partido,
Gobierno y el Estado, jefes y oficiales de las FAR y el MININT y
miembros de la Asociación de Combatientes de la Revolución
Cubana.
Ofrendas florales en nombre del Comandante en Jefe Fidel Castro,
el General de Ejército Raúl Castro, así como del Comité
Central del
Partido, los Consejos de Estado y de Ministros e instituciones,
organismos y organizaciones de masas fueron depositadas en su
tumba.
La Bandera Cubana envolvía el ataúd, conducido en un armón
militar y escoltado por oficiales. La banda de música del Estado
Mayor General de las Fuerzas Armadas Revolucionarias interpretó
el Himno Nacional, a la vez que se escuchaban tres descargas de
fusilería y acto seguido el toque de silencio por un corneta, con
lo
cual se le rindió honores militares.
En sus palabras de despedida de duelo, Quintas Solá destacó
que
Tomassevich forma parte de los hombres con absoluto derecho a
esa alegría de que nos hablara José Martí, la que
proviene de haber
dedicado la existencia a la mayor obra emprendida por nuestro
pueblo. Agregó que esa lucha heroica y llena de sacrificios en la
que ha tomado parte la nación durante más de 40 años,
no es
posible escribirla sin mencionar su nombre.
Al referirse a sus méritos, citó como ejemplo su participación
o
conducción en más de 70 acciones combativas, la mayoría
de ellas
de envergadura, con la mayor modestia y sencillez, con la misma
naturalidad con que trabajó como mensajero de una fábrica,
etapa
de su vida que tanto le gustaba recordar.
Luego destacó cómo la naturaleza rebelde de Tomassevich
encontró cauce adecuado tras su encuentro con otros
revolucionarios en la cárcel de Boniato, en Santiago de Cuba,
donde protagonizó una espectacular fuga el 30 de noviembre de
1956, su labor en la lucha clandestina hasta su alzamiento, en
cumplimiento de las indicaciones del Movimiento 26 de Julio, al
frente de un grupo guerrillero en las proximidades de Alto Songo,
con el grado de primer teniente.
Dijo que fue fundador del Segundo Frente Oriental Frank País, en
marzo de 1958, encabezado por el entonces Comandante Raúl
Castro, donde fue ascendido después a capitán. Luego fue
jefe de
la Compañía Otto Parellada, integrada inicialmente a la Columna
No.6 Frank País y más tarde a la Columna No.17 Abel Santamaría,
participando en numerosos combates donde dio muestras de
valentía personal y de sus dotes como jefe rebelde, lo que le
valieron el ascenso a Comandante pocos días antes del triunfo
revolucionario.
Quintas Solá rememoró cómo la victoria del Primero
de Enero de
1959 marcó el inicio de una extensa y fructífera trayectoria
de
Tomassevich como jefe militar: desde las filas de la PNR participó
en el rescate de las víctimas del sabotaje al vapor La Coubre, fue
nombrado en enero del 61 como Jefe de Servicios de las FAR,
desde cuyo cargo participó en la primera limpia de bandidos del
Escambray y posteriormente en los combates de Playa Girón, y
luego dedicó parte de su vida a la lucha contra bandas
contrarrevolucionarias, que fueron aniquiladas mediante
operaciones dirigidas personal y magistralmente por él.
Se refirió también a cómo su sólida preparación
militar junto a sus
elevadas cualidades personales, lo llevaron a ocupar altas
responsabilidades en las FAR, entre ellas las jefaturas de
importantes grandes unidades, entre las cuales se encontraban los
ejércitos Oriental y Central. Hombre de absoluta confianza de
nuestro Comandante en Jefe y del Ministro de las FAR, fue
escogido para atender al Che tras su regreso a Cuba concluida la
fallida experiencia del Congo, y para asegurar la preparación de
la
tropa que al mando del Guerrillero Heroico combatiría
posteriormente en tierra boliviana.
Destacó luego cómo participó en cinco misiones internacionalistas
en otras tierras del mundo, incluida la jefatura de la Misión Militar
de
Cuba en Angola en dos ocasiones, lo que constituye un caudal
invaluable de enseñanzas para nuestro pueblo, especialmente para
los combatientes de las FAR. Subrayó que tras el paso de
Tomassevich a la reserva y cuando su salud ya no le permitía
soportar los rigores de la vida del soldado, se dedicó con la misma
energía y entusiasmo con que siempre trabajó y luchó,
a poner a
disposición del pueblo el legado de su experiencia como
combatiente revolucionario.
Finalmente, recordó al hombre que recibió hace pocos meses
en
su pecho la Estrella de Héroe de la República de Cuba de
manos
del Comandante en Jefe, al fundador de nuestro Partido y miembro
de su Comité Central durante más de un cuarto de siglo, a
quien
nuestro pueblo eligió por sus cualidades y sus dotes como
Diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular desde su
fundación hasta 1993, al bravo soldado que mereció las órdenes
Máximo Gómez, Antonio Maceo, Ernesto Guevara y Por el Servicio
a la Patria en las FAR de primer grado, y más de 40 medallas y
distinciones.
"Honremos al hermano caído y a todos nuestros héroes y mártires,
cumpliendo cabalmente, como él supo hacerlo siempre, el mandato
martiano: Donde esté mi deber, adentro o afuera, allí estaré
yo,
destacó Quintas Solá.