Lanzan ofensiva para apuntalar el castrismo
PABLO ALFONSO
El Nuevo Herald
Cuba concluye el año 2000 proclamando que el régimen impuesto
en la isla
hace 42 años por Fidel Castro perdurará más allá
de su desaparición, en medio
de una fuerte campaña ideológica diseñada para
reafirmar que el postcastrismo
será igualmente socialista.
``Podemos decir que no hay fuerza ni en la mente ni en el brazo del
imperio para
aplastar esta Revolución'', declaró Castro la pasada
semana al criticar estudios y
proyectos para ``la era post Castro'', que se elaboran en Estados Unidos.
La última semana de diciembre fue particularmente intensa para
los medios
cubanos de prensa, enfrascados en reafirmar a la población que,
aun cuando
Castro haya desaparecido del poder, Cuba no transitará el mismo
camino de los
ex países comunistas de Europa.
``No hay dudas de que a Castro le preocupa que, tras su desaparición,
la
revolución se disuelva en un proceso capitalista, que termine
por `amigarse' con
Estados Unidos, su enemigo histórico'', afirmó Jaime
Suchlicki, director del
Centro de Estudios Cubanos y Cubanoamericanos.
Suchlicki destacó que, contrario a lo que pregona la propaganda
oficial, dentro
de las altas esferas del gobierno y del Partido Comunista de Cuba (PCC)
hay un
gran escepticismo sobre el futuro del régimen. ``Por eso es
que importantes
funcionarios tienen a su familia y a sus hijos viviendo ya fuera del
país'', subrayó.
La ofensiva ideológica castrista tomó como blanco una
recomendación de
política norteamericana hacia Cuba elaborada por el Consejo
de Relaciones
Internacionales (CFR, por sus siglas en inglés). El organismo
independiente, con
sede en Washington, sugirió una política más flexible
hacia Cuba en materia
comercial y turística pero que a su vez refuerce a la disidencia
y al incipiente
sector privado.
``Los Estados Unidos, en general, han tratado de fomentar una oposición
interna
que les dé un pretexto para una acción bélica
y eso queda claro de nuevo en el
documento'', aseguró el jueves el diario Granma. El órgano
oficial del Partido
señaló con cierta alarma que los analistas del CFR sugieren
``que las fuerzas
armadas cubanas podrían permitir un cambio hacia el capitalismo
y recalcan que
Estados Unidos podría alentar a los militares cubanos a ello,
con énfasis en los
jóvenes oficiales''.
Según Marifeli Pérez-Stable, profesora visitante de la
Universidad Internacional
de la Florida y especialista en asuntos cubanos, la reacción
del régimen
castrista al documento del CFR es `excesiva' e `injustificada'.
``Ese es un documento de consensos y disensos, de personalidades que
representan una amplia gama del espectro político norteamericano,
y no
responde a líneas políticas partidistas'', afirmó.
Pérez-Stable señaló que la andanada ideológica
desatada en La Habana trata de
contrarrestar otras alternativas políticas y económicas
a la actual, que ya se
debaten en el seno de la sociedad cubana para el período postcastrista.
``Por supuesto que habrá un Cuba más allá de Castro
y también un régimen de
sucesión, relativamente temporero, que llevará al país
por otros caminos más
democráticos que el actual'', subrayó Pérez-Stable.
``Aun suponiendo que Cuba
no se transforme de inmediato en una sociedad capitalista, la política
del país
fluirá en el futuro de modo más natural, sin la interferencia
personal de Castro''.