Agence France Presse
NUEVA YORK

Los cancilleres de Cuba y México, Felipe Pérez Roque y Luis Ernesto Derbez respectivamente, mantuvieron ayer en Nueva York una reunión que calificaron de ''excelente'' para avanzar en la normalización de relaciones tras la peor crisis diplomática entre ambos.

''Fue una reunión excelente'' dijo el canciller mexicano Derbez al término de un encuentro de dos horas en un hotel del centro de Manhattan sin que su par cubano quisiera hacer declaraciones.

''Discutimos de la relación bilateral, de qué manera podemos seguir progresando en la normalización de relaciones'', continuó.

Ambos ministros estaban en Nueva York con ocasión de la celebración de la 59 Asamblea General de Naciones Unidas.

''Lo importante ahorita es restablecer toda la normalidad, una de las cosas que conversamos fue la posibilidad de tener una reunión binacional. Hay una comisión binacional que desde el 98 no se reúne y estamos haciendo un planteamiento para ver cuándo podríamos reactivarla'', precisó Derbez sobre la agenda del encuentro.

La reunión de la comisión binacional podría darse ''posiblemente en los primeros tres meses del año próximo'', precisó.

Otro de los puntos del encuentro fue la deuda de $450 millones que Cuba tiene con el el gubernamental Banco Nacional de Comercio Exterior mexicano (Bancomext).

Pérez Roque le entregó una propuesta cubana para resolverla que Derbez trasladará a las autoridades competentes.

''Tenemos una oferta del gobierno cubano que yo pienso llevar a las autoridades del Bancomext. Si estas lo aceptaran, probablemente resolvería el tema y ... permitiría que de nuevo se le dieran préstamos a los pequeños y medianos empresarios méxicanos para que hagan negocios en Cuba'', explicó Derbez.

El encuentro en Nueva York se realizó cuatro meses después que el gobierno del presidente Vicente Fox dispusiera la expulsión del embajador cubano en México, Jorge Bolaños, y otros funcionarios, a quienes se acusó de ``intromisión en asuntos internos''.

La reunión de ayer es la segunda que mantienen los dos cancilleres desde entonces y se produce 24 horas después de que legisladores de México y Cuba mantuvieran un encuentro de tres días en La Habana.

Los parlamentarios saludaron el proceso de normalización de las relaciones bilaterales e hicieron votos por su continuación, según se expresa en la declaración conjunta presentada al término de la VII Reunión Interparlamentaria.

De acuerdo a un cable de la Associated Press, los legisladores mexicanos y cubanos cerraron tres días de reuniones con un documento en el cual rechazaron el embargo estadounidense a la isla y manifestaron su satisfacción por la normalización de las alicaídas relaciones binacionales.

Las conversaciones comenzaron el miércoles y se enfocaron en temas como salud, educación y mecanismos de cooperación contra desastres naturales, entre otros.

Al finalizar los senadores y diputados de todas las fracciones parlamentarias mexicanas, incluyendo al gubernamental Partido de Acción Nacional firmaron con sus colegas isleños un documento de acuerdo.

Los legisladores manifestaron su ''satisfacción por la normalización de las relaciones'' y proclamaron que sus nexos se basan en ``el respeto a la integridad territorial, la no intervención y la autodeterminación de los pueblos en el ejercicio de su soberanía''.

Ni el expediente Ahumada, ni la situación de derechos humanos en la isla estuvieron en la agenda de los legisladores, concentrados en temas ``de consenso''.

Sin embargo el disidente Osvaldo Payá distribuyó a la prensa un agrio mensaje de reproche a los mexicanos en el cual los acusó de privilegiar sus intereses por encima de los del pueblo cubano.

Los parlamentarios visitantes habían anunciado en esta ocasión que no realizarían entrevistas con opositores para no inmiscuirse en asuntos internos de la isla y se concentrarían en su área legislativa.

Consultado sobre las críticas de Payá, el senador Felipe de Jesús Vicencio, líder de la delegación visitante, rechazó hacer comentarios.

Durante la inauguración del evento, el diputado cubano, Ricardo Alarcón aseguró que la oposición en Cuba era financiada por Estados Unidos como una quinta columna contra la revolución.

Paralelamente, la declaración final de mexicanos y cubanos reiteró ''su enérgico rechazo al bloqueo'' contra la isla.