PABLO ALFONSO
El Nuevo Herald
Eduardo García Moure, dirigente de la organización
sindical Solidaridad
de Trabajadores Cubanos (STC), afirmó que Fidel Castro
es el principal
obstáculo a una transición democrática y,
contradictoriamente, el único
que puede conducir pacíficamente los cambios en la isla.
García, quien reside en Caracas donde tiene su sede la
STC, salió de
Cuba en 1962 tras asilarse en la embajada de Venezuela. En ese
entonces era secretario general del Sindicato de Trabajadores
del
Comercio de La Habana y vicepresidente de la Federación
Nacional de
Trabajadores del Comercio.
Pero al mismo tiempo que ejercía su liderazgo sindical,
García militaba
secretamente en la organización clandestina Movimiento
Revolucionario
del Pueblo (MRP) que luchaba por derrocar al régimen de
Fidel Castro.
Desde que salió de Cuba, García se vinculó
al movimiento obrero
latinoamericano y en 1964 fue electo secretario ejecutivo para
el Caribe
de la Central Latinoamericana de Trabajadores (CLAT). Actualmente
es
secretario general adjunto de la CLAT.
Durante una visita realizada a Miami la pasada semana, García
concedió
esta entrevista a El Nuevo Herald:
¿Cuál es la solución política que usted prevé a la crisis cubana?
EGM: Es un cuadro muy complejo, con muchas incógnitas.
Yo estoy
convencido de que hay muchos funcionarios dentro del gobierno
y las
fuerzas armadas conscientes de que aquello tiene que ir a una
evolución.
Aunque los cuadros del Partido, del gobierno y de la propia CTC,
son
tan mediocres que se resisten a aceptar esa realidad.
Es verdad que los movimientos de oposición y disidencia
interna no han
sido capaces de desarrollar una fuerza articulada, pero también
es
verdad que el gobierno no ha podido eliminarlos. Cada día
se
multiplican, en la misma medida en que el gobierno trata de controlarlos.
¿Cómo ve el cambio político futuro del país?
¿Va a ser un cambio
pacífico o no?
EGM: Bueno esa tampoco es una pregunta fácil de
responder. Y no lo
es porque hoy no se ve nada claro la interacción que existe,
dentro de
Cuba, entre las organizaciones de poder, del gobierno, los espacios
de la
sociedad civil independiente, y los grupos de oposición.
Por eso creo
que nadie puede asegurar con certeza cuándo y cómo
será el desenlace
de la transición democrática.
Por una parte la disidencia política, social, sindical,
está en la etapa de
construir su organización, de articularse, de elaborar
su alternativa y
comenzar su marcha juntos.
Por la otra, la cúpula gobernante no tiene la capacidad
necesaria para
conducir una evolución política. Y Fidel sabe que
si desata ese proceso,
se le va de las manos.
La historia de las transiciones políticas pacíficas
ha demostrado que si el
gobierno se siente realmente fuerte, él mismo promueve
la transición. De
lo contrario la retarda a riesgo de provocar una explosión
social. Este
gobierno ni promueve la transición ni abre espacios. Y
esto se debe a la
gran desconfianza que se tienen entre ellos unido a su enorme
incapacidad política.
Cuándo usted dice ``ellos'' ¿a quiénes se está refiriendo?
EGM: A los principales dirigentes del Politburó
y de las organizaciones
de masas.
¿Y a Fidel y Raúl Castro?
EGM: No solamente. Es verdad que Fidel ha tenido un papel
protagónico indiscutible en este proceso. Pero Fidel no
es el único
responsable de la solución cubana. Es todo el sistema,
todo el aparato,
sus principales dirigentes son responsables de lo que sucede
en el país. Y
hasta ahora ese aparato se muestra incapaz de generar por sí
mismo un
cambio, debido al miedo y a la incapacidad política que
existe entre la
cúpula gobernante. Hay que recordar que el incapaz es
un individuo más
dogmático y más intolerante.
Te cuento una anécdota que se puede publicar. A mí
me dijo hace poco
un alto dirigente del gobierno cubano, refiriéndose al
exilio: ``No, no, el
problema no es con ustedes, el problema es entre nosotros. Y
sin Fidel,
nos vamos a fajar a tiros''.
Por eso ellos insisten que en sea Fidel quien dirija los cambios.
Pero
Fidel no quiere cambios que lo alejen del poder. Actúa
como un
monarca absoluto y todo parece indicar que está dispuesto
a morirse en
el poder. Y con Fidel en el poder no habrá en el país
los cambios
necesarios. Esa es la gran contradicción en que se encuentra
la nación
cubana en estos momentos. Y también el gran peligro, porque
hay que
tratar por todos los medios que la transición sea pacífica.
Ante ese panorama, ¿cuál es la propuesta de la STC?
EGM: Ante todo, apoyar a la disidencia interna, porque
la evolución se
hace dentro de Cuba, con dos factores: la disidencia interna
y los
renovadores que existen dentro de las filas del oficialismo.
Yo, personalmente, creo más en las posibilidades de los
renovadores
que en la disidencia. Porque estos renovadores son jóvenes,
bien
formados, están conscientes de que ese modelo ya no funciona
y el
destino de sus hijos y de sus nietos depende de que ese país
funcione. Y
están dentro del gobierno.
Ustedes tienen su sede en Caracas. ¿Qué podría
significar una victoria
de Hugo Chávez para el exilio cubano en Venezuela?
EGM: Los exiliados cubanos estamos preocupados con el posible
triunfo de Chávez, porque él es una incógnita.
Es un militar, golpista
fracasado, que usa el populismo social para entronizarse en el
poder.
Qué va a ser si llega al poder, es una incógnita,
pero lo más probable es
que implante una especie de fascismo en el país. Es el
continuista más
grande que hay en Venezuela, porque está apoyado por los
mismo
grupos que llevaron al poder al presidente Caldera.
Finalmente yo no estoy tan seguro de que Chávez vaya a
ganar las
elecciones. Hay mucha gente que lo apoya en las encuestas pero
que no
van a votar. Es un sector marginal, que es nacional, no de emigrantes,
etc.
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