Asaltan la vivienda de la familia del fotógrafo Korda
WILFREDO CANCIO ISLA
Familiares del célebre fotógrafo cubano Alberto Korda (1928-2000)
permanecían anoche atrincherados en su
vivienda de La Habana, luego de que fuerzas policiales arremetieran violentamente
contra el inmueble y trataran
de desalojarlos por la fuerza.
El operativo policial comenzó alrededor de las 7 a.m., y contó
con la participación de unos 25 agentes armados
que rodearon la cuadra e intentaron acceder al apartamento ubicado en la
azotea de un edificio en Miramar.
En la vivienda se encontraban el hijo de Korda, Dante Díaz, de 27
años; su esposa Aidely García, de 28; y los
tres hijos menores de ambos.
Los agentes derribaron dos puertas de la escalera de acceso y penetraron
en el apartamento inferior, que es
propiedad de la actriz Mónica Guffanti, madre de Dante. Guffanti
se encontraba ayer de viaje en Venezuela, y se
esperaba que regresara hoy a La Habana.
Una ambulancia permaneció en la cuadra mientras transcurría
la operación, que se disolvió sorpresivamente
poco después del mediodía.
''Decidimos bloquear la escalera, las ventanas y la puerta de la casa con
bloques, con las camas y con todo lo
que teníamos a mano'', relató ayer Díaz en conversación
telefónica desde La Habana. ``Hemos hecho una
barricada y no vamos a irnos de aquí''.
Díaz dijo que había logrado filmar fragmentos de las acciones
policiales con una cámara de video y que
inmediatamente después entregó el cassete a un representante
de la prensa extranjera a través de la azotea del
edificio.
''Estamos conociendo el miedo'', contó García. ``Los niños empezaron a gritar desesperadamente...''.
La familia se había atrincherado en la vivienda desde el pasado
30 de enero, a raíz de recibir una orden de la
Dirección Municipal de la Vivienda del municipio Playa que los declaraba
ocupantes ilegales del inmueble y se les
alertaba que de no abandonarlo voluntariamente se les sacaría de
allí con el auxilio de la policía.
La pareja alega que la edificación del apartamento fue realizada
en 1997 con el consentimiento de Guffanti y el
cumplimiento de las disposiciones legales vigentes. Fue precisamente Korda
quien adquirió entonces los
materiales de construcción, según consta en documentos.
Pero a mediados del 2000 el gobierno cubano emitió el decreto-ley
211, que endurece las medidas contra las
compraventas y otras supuestas ilegalidades hasta el punto de llegar a
la confiscación.
El Instituto Nacional de la Vivienda ha lanzado una campaña contra
las llamadas ''casas sobredimensionadas''
(ampliaciones), y ha ordenado cientos de desalojos en todo el país.
Sólo en La Habana se encuentran registrados
unos 12,000 expedientes para posibles confiscaciones.
La pasada semana la pareja hizo pública una carta de denuncia del
caso, la cual será enviada a organismos
internacionales defensores de los derechos humanos.
''Evidentemente los tiempos han cambiado'', opinó en Miami Alejandra
Díaz, la menor de los hijos de Korda.
``Cuando mi padre vivía, levantaba un teléfono y todo se
resolvía''.