ANDREW CAWTHORNE / Reuters
LA HABANA
La Iglesia Católica de Cuba, que ha seguido políticamente
un cauteloso sendero
desde la histórica visita del Papa Juan Pablo II a la isla,
pidió el lunes una
amnistía parcial de presos y más acceso a las cárceles.
El llamado, como gesto de buena voluntad del fin del milenio, figuró
dentro de
una larga ``Carta Pastoral'' abierta del jefe de la Iglesia, cardenal
Jaime Ortega, a
los católicos de la isla.
``Qué deseable sería también, ante un tiempo de
gracia y reconciliación como
es el año 2000, que hubiera en Cuba una amplia amnistía
de presos de cierta
edad, enfermos, de buen comportamiento, o que ya han cumplido buena
parte
de su condena'', escribió Ortega en el mensaje de 41 páginas
conocido el lunes.
``Esto sería como un gran perdón de la sociedad hacia
algunos de sus
integrantes menos favorecidos'', agregó el cardenal en la misiva
que se entregó a
los periodistas después de una misa celebrada en la Catedral
de La Habana.
El prelado, quien también pasó tiempo en un campo de trabajos
forzados en la
década de 1960, exhortó asimismo al gobierno comunista
del presidente Fidel
Castro a que dé a la Iglesia mayor acceso a las cárceles.
Apuntó que la Pastoral Carcelaria de la Iglesia trabajaba con
familiares de los
convictos y veía a algunos reclusos. ``Pero es poco el número
de reclusos que
tienen acceso a este servicio'', dijo.
``Qué bueno sería que el sacerdote pudiera enseñar
allí, además, en grupo, la
palabra de Dios'', agregó el mensaje.
Los comentarios del cardenal sobre las prisiones de Cuba estuvieron
incluidos
en una sección de la Carta Pastoral dedicada a exhortar a los
cubanos a
perdonarse mutuamente.
El mensaje fue principalmente espiritual, pero también tocó
otros puntos
políticamente sensibles. Por ejemplo, Ortega repitió
enérgicamente la condena
de la Iglesia al aborto en una sociedad donde la práctica es
legal, ampliamente
usada y gratis en las clínicas estatales.
``Existe ya una mentalidad abortista en buena parte de nuestro pueblo.
Sobre la
humanidad del siglo XXI gravitará el crimen del aborto como
la expresión mas
clara y la raíz del desprecio a los derechos humanos'', prosiguió
Ortega.
Copyright 1999 El Nuevo Herald