El Nuevo Herald
24 de mayo de 2001

Tras las huellas de Hemingway en Cuba

RAQUEL MARTORI / EFE
LA HABANA

La relación que estableció con Cuba el escritor norteamericano Ernest Hemingway
(1899-1961), quien visitó la isla por primera vez en 1928, será uno de los temas
principales que analizarán historiadores e investigadores cubanos y de EEUU en un
coloquio internacional en La Habana.

Una veintena de ponencias sobre la vida y la obra del Premio Nobel de Literatura
1954 serán presentadas en dicho coloquio del 28 al 30 de este mes, según dijeron
sus organizadores.

Entre los participantes, el periódico Juventud Rebelde anunció la presencia de un
grupo de personalidades, críticos literarios e historiadores del estado
norteamericano de Illinois, donde nació el escritor de ``Adiós a las armas'' y ``El
viejo y el mar''.

La cita, que se efectuará del 28 al 30 de este mes, tendrá como sede el hotel
Ambos Mundos, situado en el centro histórico de La Habana.

En ese hotel, ubicado muy cerca del puerto de La Habana, se alojó el escritor entre
1932 y 1939 en la habitación 511, donde se afirma que escribió algunos de sus más
famosos cuentos.

El Ambos Mundos fue reabierto en enero de 1977, tras ser sometido a una
restauración de varios años en la que se respetó la habitación preferida por el
novelista.

La pieza que mantuvo reservada Hemingway durante varios años en el quinto piso
del edificio, mantiene el piso original y en los últimos años ha servido como sala de
exposiciones de algunos de sus objetos personales.

Durante el coloquio será inaugurada una exposición de pintura titulada ``Visión real
de un mito'', que reunirá obras de artistas plásticos cubanos y está prevista una
programación de versiones cinematográficas de algunas de sus novelas más
conocidas como ``Por quién doblan las campanas''.

Hemingway llegó a Cuba por primera vez en 1928, procedente de París,
acompañado de su segunda esposa, Pauline Pfeiffer, y sólo permaneció dos días
en La Habana en espera del buque que lo trasladaría a Cayo Hueso, evando en su
maleta el manuscrito de su novela ``Adiós a las armas''.

Allí se albergó nuevamente a su vuelta a la isla en 1932 con el propósito de pescar
en aguas cubanas, cuando regresó un año después y comenzó a escribir el
borrador de ``Por quién doblan las campanas''.

``El hotel Ambos Mundos era un buen sitio para escribir'', confesó Hemingway en
una entrevista.

Pero al poco tiempo alquiló la finca Vigía, que más tarde compró, una propiedad a
15 kilómetros de La Habana, que posteriormente se convirtió en su lugar de
residencia durante sus largas estancias en la capital cubana y unos meses
después de su muerte fue convertida en museo.

Fue su tercera esposa, Marta Gellhorn quien encontró ese apartado lugar, en la
localidad de San Francisco de Paula.