El viejo, el mar y el Capitán Gregorio
FÉLIX LÓPEZ
No es auténtica la jerarquía que no se funda en la experiencia.
Lo
sabe el viejo Gregorio Fuentes, que a los 104 años de edad acaba
de ser ascendido de patrón del Pilar a Capitán de la Asociación
Internacional de la Pesca Deportiva (IGFA). Un título por el que
hubiese votado, sin pensarlo dos veces, el propio Ernest
Hemingway, quien encontró en el pescador cubano una inspiración
para escribir su novela El viejo y el mar.
Difícilmente exista alguien que conociera mejor al Hemingway de
los mares. Desde 1928, la lejana fecha en que el famoso novelista
norteamericano conoció en Cojímar a Gregorio Fuentes,
nació una amistad a primera vista que nunca ha sido traicionada.
Diez años después de aquel encuentro, Fuentes se convirtió
en el
patrón del yate Pilar y entró definitivamente en la vida
del Papa.
Juntos, Gregorio, Hemingway y el Pilar, recorrieron los escenarios
reales de la novela Islas en el Golfo; pasaron días enteros al vaivén
de las corrientes en el Estrecho de la Florida; compartieron sol, ron
y luna; y hasta pusieron a prueba sus habilidades para ver quien
atrapaba el mejor pez. Hemingway, lo dejó entrever más de
una vez
en su obra, se sentía a gusto con su Patrón, y este último
se sabía
cómplice de las aventuras literarias del norteamericano.
Todas esas imágenes deben haber pasado, como las corrientes
del Golfo, por la mente del viejo Gregorio, mientras la sobrina del
novelista, Hilary Hemingway, expresaba ante los presentes en la
ceremonia: "En nombre de la familia Hemingway, de mi tío Ernest
y
de la IGFA, me gustaría honrar a un gran pescador: Gregorio
Fuentes..., un hombre que con 104 años se mantiene alegre e
invicto".
Respondiendo al gesto de Hilary y de la IGFA, organización que
agrupa a 197 ilustres Capitanes en todo el mundo, el viejo Gregorio
desató los cabos de la imaginación, se separó el habano
de los
labios y le dijo a los visitantes: "Me siento muy contento, porque es
un premio muy significante para mi pueblo".
Así de humilde ha sido siempre el viejo Gregorio Fuentes, hijo de
Lanzarote, en España, donde nació el 11 de julio de 1897,
y de
Cojímar, en La Habana, donde ha pasado la mayor parte de su vida.
Allí frente al mismo mar que frecuentaba con Hemingway, es
visitado hoy por turistas estadounidenses, aprendices de
pescadores o investigadores de la vida y obra del afamado escritor
norteamericano.