Kid Gavilán libra una pelea contra el olvido
WILFREDO CANCIO ISLA
El Nuevo Herald
Sus movimientos son muy lentos, y por momentos la mirada parece perdérsele
entre los recuerdos. Pero cuando se incorpora, su figura sigue siendo
tan
imponente como sus manos. Unas manos potentes y hermosas que evocan
los
días más gloriosos del cubano Gerardo González,
Kid Gavilán, sobre los
cuadriláteros.
El boxeador, que reinó con inigualable destreza en sus puños
y una capacidad
de asimilación que ha hecho historia en el pugilismo contemporáneo,
permanece
ahora apacible y silencioso en un hogar para desamparados en el Condado
de
Miami-Dade. Una triste situación familiar lo llevó allí
en 1996, y desde entonces
Gavilán, ya con alguna pérdida de memoria, pasa los días
ensimismado,
recorriendo imaginariamente un pasado que le dio fama y dinero, y que
lo
convirtió en uno de los mitos boxísticos de todos los
tiempos.
"La mente se me pierde, a veces no sé ni donde estoy'', murmura
el ex
campeón. ``Pero estás muy bien, y tienes que ir ensayando
ya cómo subir al
ring el día del homenaje'', bromea el comentarista deportivo
Sarvelio del Valle,
quien acompaña a los reporteros de El Nuevo Herald en la visita.
"Ay, mi madre...'', exclama sonriente Kid Gavilán.
El viernes, Gavilán recibirá un homenaje público
durante una cartelera boxística
en el Mahi Temple, auspiciado por Ring Promotions y el promotor y cronista
deportivo Julio Martínez. Una jornada que servirá para
festejar su 75 cumpleaños
y el 50 aniversario de que se coronara campeón mundial de los
pesos welter, el
18 de mayo de 1951, tras aniquilar en 15 rounds a Johnny Bratton en
el Madison
Square Garden.
"Gavilán es una gloria de Cuba, y da lástima que esté
tirado al olvido'', comenta
Martínez. Nacido en Palo Seco, Camagüey, la carrera profesional
de Gavilán se
inició en 1943. Su leyenda de resistencia y habilidad sobre
el ring gobierna las
décadas de los 40 y 50 en el pugilismo mundial, haciendo gala
de su famoso
``bolo punch'', un golpe temido por sus adversarios.
Elegido desde hace años para el Hall de la Fama del Boxeo, sus
estadísticas
resultan impresionantes: en 143 peleas, 106 victorias (27 por KO) y
sólo 30
derrotas.
Lo más insólito sigue siendo, sin embargo, el hecho de
que nunca fue noqueado
por sus contrincantes. Sólo cayó a la lona en tres ocasiones,
pero en todos los
casos derrotó a quienes lo derribaron: Julio César Jiménez
(1944), Ike Williams
(1948) y Carmen Basilio (1953).
Hizo también historia para el estado de la Florida. Su pelea
defendiendo el título
contra Bobby Dykes el 4 de febrero de 1952 en el Miami Stadium marcó
el fin de
la color line, la odiosa prohibición que impedía las
``peleas mixtas'' entre blancos
y negros. Y ese día Gavilán ganó sobre el púgil
americano en 15 rounds.
Pero mucho se le recuerda aún por dos peleas memorables que perdió
en
Estados Unidos, en 1948 y 1949, frente a Ray ``Sugar'' Robinson, considerado
por numerosos especialistas como el pugilista más completo del
siglo XX.
"Ninguna pelea fue como las de Sugar Robinson. Fuimos grandes amigos,
amigos de verdad, no había odios, ni rencores, ni nada'', comenta
Gavilán con
evidente entusiasmo.
No sólo fue su amigo, sino su modelo en el ring y en la vida.
Su ídolo. Cuando
"Sugar'' Robinson se adentró brevemente en el mundo de la farándula
como
bailarín, Gavilán le siguió los pasos. Pero la
revista musical no era su espacio
triunfal, y todo terminó en un sonado fracaso para el cubano.
Gavilán mira unas viejas imágenes de la revista Bohemia
de 1954. En la foto
viste una elegante camisa a cuadros y habla de recuperar el trono de
los welter,
perdido ese mismo año en Filadelfia contra el norteamericano
Johnny Saxton.
"Aquella fue la mejor etapa del boxeo. Aunque no se ganaba tanto dinero
como
ahora...'', balbucea Gavilán.
--Todos dicen que entrenabas muy fuerte... "Muy fuerte. Me cuidaba mucho
la
boca, comía sólo mi bistec de filete y mi ensalada. Ahora
no, ahora como de
todo''.
--¿Y disfrutabas mucho en La Habana? "Yo disfruté en todas partes. He vivido''.
--Dicen que con las mujeres te iba tan bien como a Kid Chocolate.
``Las mujeres son la perdición de todo el mundo'', comenta entre carcajadas.
--¿Y tus hijos? ¿Cuántos son?
``Tengo seis. Tres siguen en Cuba. Yo ando ya rozando el `palo grande',
así que
todos andan por los 40 y los 50. Pero no tengo cartas de ellos...
Gavilán se retiró oficialmente del boxeo en septiembre
de 1958. Pocos meses
después de la llegada de Fidel Castro al poder, marchó
al exilio.
--¿Te acuerdas de Camagüey? Hay gente por allá que aún pregunta por ti...
"Hace años que no voy por allá. Pero habrá que ir''.
Su compañero de cuarto trae un trofeo y viejas fotos del campeón.
Gavilán mira
un gigantesco guante dorado que recibió durante un homenaje
anterior en Miami.
Sonríe y se quita los espejuelos para que le tomemos la foto.
Se pone en
guardia con los puños en alto y ensaya el ``bolo punch''.
``Como en los buenos tiempos... aquí lo que a veces me deprimo
un poco, tan
solo...''
"Lo que tenemos que buscarte es algo en que te entretengas, que puedas
reunirte con los viejos amigos. Y de vez en cuando nos buscamos dos
parejas y
nos vamos por ahí de juerga'', bromea Del Valle.
"Ah, eso sería mejor''.
El homenaje a Kid Gavilán, organizado por Ring Promotions y el
promotor Julio
Martínez se realizará el viernes 25 de mayo en el Mahi
Temple, 1480 NW North
River Drive, Miami.
La ceremonia se efectuará en el intermedio de una cartelera boxística
de seis
peleas, la cual se inciará a las 8 p.m. Asistirán destacados
ex boxeadores
cubanos en el exilio, entre ellos Florentino Fernández, ``Puppy''
García, ``Kiki''
Lamela, Johny Sarduy y Frank Otero. Se espera también al ex
campeón welter
José "Mantequilla'' Nápoles, residente en México.
Para más información, llamar al (305) 301-3364.