Agence France Presse
LA HABANA
La condena a muerte por fusilamiento anunciada esta semana contra dos
asesinos de cuatro turistas extranjeros, es una pena que ha sido pronunciada
unas 15 veces en los últimos 10 años en Cuba, periodo
durante el cual unos
12 condenados fueron ejecutados, según los casos en conocimiento
de la
AFP.
13 de julio de 1989: el general Arnaldo Ochoa Sánchez,
el coronel Antonio
de la Guardia Font, el mayor Amado Padrón Trujillo y el capitán
Jorge
Martínez Valdéz, son fusilados tras un juicio por tráfico
de droga.
7 de mayo de 1991: las autoridades anuncian, sin precisar
la fecha, la
ejecución de Joaquín Dueñas Carbonell, por el
asesinato de dos policías.
19 de enero de 1992: ejecución de Eduardo Díaz
Betancourt, miembro de
un grupo anticastrista infiltrado. Otros dos miembros del comando habían
sido condenados a la pena de muerte, pero su condena fue conmutada
a una
pena de 30 años de cárcel.
19 de febrero de 1992: ejecución de Luis Almeida
Pérez y de René
Salmerón Mendoza por el asesinato de cuatro miembros del Ministerio
del
Interior.
3 de agosto de 1994: ejecución de Félix Oviedo
Aguilera por matar a
golpes y lanzar desde un autobús a un pasajero tras una disputa.
8 de junio de 1995: ejecución de dos adeptos del
culto esotérico por el
asesinato ritual de un niño. La identidad de los dos condenados
no fue
revelada.
7 de mayo de 1998: ejecución de Emilio Bentacourt
Bonne por un
asesinato en Santiago de Cuba.
En la actualidad, un miembro de un comando anticastrista infiltrado
en 1994,
Humberto Real Suárez, espera la decisión del Tribunal
Supremo sobre su
condena a muerte.
Por otra parte, el salvadoreño Raúl Ernesto Cruz León,
de 27 años, corre el
riesgo de ser condenado a la pena capital por atentados con bombas,
uno de
los cuales causó la muerte a un italiano en un hotel de La Habana.
Copyright 1999 El Nuevo Herald