Por Jay Martínez
Director del programa de radio
Magazine Cubano
Puerto Rico
La Nueva Cuba
Septiembre 26, 2004
Recuerdo que cuando yo estudiaba en Cuba el gobierno se jactaba repitiendo una y otra vez que uno de los mayores logros de la revolución había sido la erradicación del vicio del juego y la explotación sexual, es decir, la prostitución.
En la actualidad, desafortunadamente, la prostitución en Cuba está a la orden del día. Una gran parte de los turistas europeos y latinos viajan a Cuba en busca de sexo barato con jóvenes y adolescentes cubanas.
Según un artículo publicado en El Nuevo Herald, la prostitución en Cuba ya se puede encontrar hasta en internet. La información abundaba acerca de la oferta de mujeres cubanas desde los 16 años en adelante y que opera desde California.
Cuando abrí el site www.havanacubaconection.com les confieso que me dió mucha pena y sentí repulsión al ver como se venden esas jóvenes cubanas como sí fueran vacas. Más que una página de internet lo que parece es una carnicería humana de jóvenes en estado de desesperación por salir del "paraíso socialista" que tanto la Dictadura se empeña en ensalzar.
Estas jóvenes sin futuro se encuentran atrapadas en un país dolarizado y donde el salario mensual de cualquier profesional no sobrepasa los $20 dólares al mes. No trato de justificarlas pues miles son las jóvenes cubanas que no se prostituyen pero lo que sí es cierto es que el índice de prostitución en la Isla de Castro es alarmante.
La prostitución es uno de los oficios más antiguos de la historia de la humanidad, afirman algunos, pero Cuba es el único país en el mundo donde las prostitutas se venden por un precio muy barato para garantizar un plato de comida y vestirse con ropa de $10 dólares.
Hace dos semanas el Presidente Bush acusó al mandatario cubano de fomentar el turismo sexual en Cuba. Para nadie es un secreto de que Castro, desde el auge de la prostitución a principios de los noventa, siempre se jacta de que las prostitutas cubanas son las más cultas del mundo. Y yo me pregunto, ¿qué pasó con el hombre nuevo en Cuba? Pues se prostituye por las calles de La Habana por un puñado de dólares, ropa y comida.
Gran parte de esa juventud masculina y femenina que se prostituye en la Isla forma parte de ese por ciento de la población hastiado de consignas comunistas y de promesas de un futuro mejor que nunca llega. La profunda crisis económica y social ha generado a niveles escalofriantes el turismo sexual en la Isla de Castro al igual que los índices de la enfermedad del Sida los cuáles por supuesto el gobierno controla y no revela en su verdadera proporción.
Es una pena que el flagelo de la prostitución sea otro de los "logros" que tendrán que recoger los encargados de reconstruir una futura Cuba libre y democrática. Sí ubicamos en una balanza qué hemos ganado para la pureza y bienestar de la familia cubana con 45 años de propaganda y mentira tenemos penosamente que reconocer que absolutamente nada. Sólo hace falta dedicarnos a deshojar cada página de ésta fatídica historia.
*Jay Martínez, es director del programa de radio Magazine Cubano,
en Puerto Rico.