Piden en Europa que se enjuicie a Castro
París --(AFP)-- Alentados por la decisión tomada
el miércoles por el
ministro del Interior británico Jack Straw de dar su aval
a la extradición del
ex dictador chileno Augusto Pinochet, la Asociación europea
Cuba
Democrática pidió el jueves en París que
también se enjuicie al gobernante
cubano Fidel Castro.
Con el apoyo de varias organizaciones de defensa de los derechos
humanos como Amnistía Internacional y Reporteros sin Fronteras,
los
miembros de la asociación expusieron sus casos o el de
sus familiares,
condenados en Cuba a largas penas de cárcel por delitos
de opinión, o
llevados ante los paredones de fusilamiento.
Los participantes en la conferencia de prensa resaltaron las dificultades
legales de enjuiciar a un presidente en ejercicio, trátese
de Fidel Castro,
quien dentro de tres semanas cumplirá cuarenta años
en el poder, o de
Laurent Desiré Kabila, de la República Democrática
del Congo, aunque
expresaron su esperanza de que el procedimiento iniciado a Pinochet
permita crear un precedente jurídico.
Bruce Lalonde, del partido francés Generación Ecología,
subrayó que la
decisión de Straw y del juez español Baltasar Garzón
debe abrir la vía al
proceso de Fidel Castro, resaltando que la reputación
del mismo como
``dictador bueno'' es ya una cosa del pasado.
Lalonde preconizó que todos los dictadores, ya sean de
derecha o
izquierda, sean juzgados por los delitos que escapan a las funciones
de un
jefe de estado, como torturas y asesinatos, y que esos delitos
carecen de
prescripción, lo que también fue planteado por
el abogado Serge Lewisch.
Lewisch representa a Pierre Golendorf, ciudadano francés
que estuvo
encarcelado 38 meses en Cuba, acusado de querer escribir un libro
contra
Fidel Castro.
Golendorf, quien había ido a Cuba como cooperante, presentará
en esta
semana una demanda de enjuiciamiento contra Castro ante un tribunal
francés, en la que resaltará no sólo lo
que le sucedió, sino otros casos de
los que fue testigo durante su encarcelamiento, en especial la
muerte de
Pedro Luis Boitell.
Copyright © 1998 El Nuevo Herald