Este
desigual combate entre la potencia más poderosa que ha existido
jamás y una pequeña nación del Tercer Mundo pudo evitarse
Intervención del Comandante
en Jefe el pasado 22 de marzo, en el programa especial con motivo del secuestro
del avión DC-3, a partir del momento en que concluye el testimonio
sobre los hechos por los tripulantes y pasajeros de la nave secuestrada
que regresaron ese día a la patria. Las palabras de Fidel han sido
revisadas por él y contienen algunas correcciones, datos y esclarecimientos
adicionales del autor, que en nada alteran su esencia y contenido.
(Versiones Taquigráficas
Ä Consejo de Estado)
Randy
Alonso.- Comandante, en la nota oficial de ayer se decía que
el hecho de que se decidiera o se hablara de juzgar a los secuestradores
era un modesto paso que habían dado las autoridades norteamericanas;
sin embargo, Taladrid señalaba en su comentario que estamos hablando
de un hecho de terrorismo y al juzgarlos están hablando de un hecho
de piratería aérea.
¿Cómo usted valora esa
situación y cuál es su opinión realmente de lo que
puede pasar a partir de este acontecimiento?
Cmdte.- Estoy de acuerdo con
lo que dijo Taladrid.
Pienso que hay que profundizar un poquito
más en ese detalle, porque antes de llegar a este punto sucedieron
una serie de cosas.
En primer lugar, ya se dijo aquí
o expliqué cómo llegaron las primeras noticias y las medidas
que se adoptaron de inmediato. Los datos eran muy pocos, se sabe que a
la hora señalada, 6:51 p.m., salieron de Nueva Gerona. A las 7:24
p.m., 33 minutos más tarde, el piloto informa al ATC de Boyeros
las cosas raras que estaban ocurriendo, estuvimos pendientes todo el tiempo
con la esperanza de que llegaran a Cayo Hueso y obtener un poco más
de información. No pudimos por ello, ese mismo día, informar
del secuestro del avión, porque era muy poquito lo que se conocía.
Eso fue el 19.
Durante la noche continuamos buscando
datos y ya a las 9:30 de la mañana, con los elementos de juicio
que se conocían, se presentó al Jefe de la Oficina de Intereses
de Estados Unidos en Cuba la primera nota diplomática. En Washington
se hizo lo mismo a las 4:00 de la tarde, que fue la hora en que el Departamento
de Estado pudo señalar al Jefe de nuestra Oficina que la solicitó
para las 10:00 de la mañana. En la entrega de esa primera nota,
la reunión fue con el famoso caballero seleccionado como nuevo jefe
de la Oficina de Intereses de Estados Unidos, se le cita y se le entrega
la nota elaborada con todo el cuidado necesario, y planteando las demandas
de Cuba con relación al hecho. Nos dimos cuenta de inmediato de
que era un acontecimiento grave.
No voy a leer ambas notas, que son
idénticas. Aquí, en la página 18 de este bloque de
documentos, está lo que en esencia se demanda.
Fue la nota 452, donde se informa a
las autoridades norteamericanas el secuestro en pleno vuelo de la aeronave
civil cubana DC-3 con todos sus pasajeros.
Aquí está el contenido
de la conversación, no suelen publicarse los textos de las notas,
se publican versiones, solo en circunstancias muy especiales se publican
los textos. Por eso, en general, cuando se habla de una nota, se informa
del porqué de la nota, el objetivo de la nota y los elementos esenciales.
Aunque después puedo añadir
algo, los cuatro puntos que se plantean son:
Primero: "La devolución inmediata
de la aeronave, de sus pasajeros y de los secuestradores." Estábamos
ante un evidente acto de suma gravedad, en muy especiales circunstancias
internacionales, y después de los terribles actos de sabotajes cometidos
en Nueva York, que tanta trascendencia han tenido en la actual situación
mundial, aunque de ese tema no se habla.
Segundo: "La demanda de nuestras autoridades
de toda la información sobre este hecho, así como de los
datos disponibles sobre los secuestradores, el avión y los pasajeros."
Han secuestrado un avión, nadie sabe una palabra, a quiénes
han secuestrado, dónde los tienen. Porque es norma, dentro de la
política hostil contra Cuba, no brindar jamás información.
Sale un barco, se hunde, muere un número de personas y no dan los
nombres. Ni siquiera se dignan a informar al país quiénes
y cómo murieron. ¡Perfidia sistemática!
Tercero: "La necesidad de que se facilite
el acceso consular en la investigación de los hechos", algo elemental.
Cuarto: "Resulta inaceptable que estos
secuestradores sean liberados, o que no sean devueltos." Todo lo que se
conoce hasta hoy, durante 44 años, es que jamás dejaron de
premiar a los que se llevaron por la fuerza un barco o un avión.
Esa es la historia verídica. ¡No hay un solo caso!, desde
que comenzaron los secuestros de aviones, que —como bien se dijo aquí—
los iniciaron ellos contra la Revolución y después se convierte
en un bumerán y una plaga universal.
Nosotros, que fuimos las primeras víctimas,
y seguimos siéndolo, como estos hechos lo demuestran, fuimos, además,
los únicos capaces de resolver definitivamente la tragedia que significaba
para los inventores de este método. Cuando vimos que todas las demás
medidas, y eran medidas duras, no resultaban suficientes, buscamos una
nueva fórmula que fue la adecuada para resolver el problema. Eso
no lo pueden negar ellos, ¡no pueden ni siquiera intentar negarlo!
En eso consistió, realmente,
el planteamiento en la primera nota, entregada a las 9:30. Ya nosotros
a esa hora teníamos los datos suficientes para poder presentarla.
Y también esta se entrega allá, en Washington, por nuestro
Jefe de la Sección de Intereses, al Jefe del Buró Cuba, del
Departamento de Estado, a la hora señalada.
Randy Alonso.- Fue el día
20 en la mañana.
Cmdte.- Sí, porque era
la hora acordada y no queríamos informar los hechos antes de entregar
la nota. El primer comunicado público es el 20 de marzo, pero al
mediodía, cuando ya se ha entregado la misma.
Una cosa es la nota diplomática,
ya les dije, y otra la primera información pública, como
ha sido hábito: informar inmediatamente de problemas que tienen
especial trascendencia.
Lo publicado tenía por título:
"Secuestrado avión de pasajeros cubano y conducido a Estados Unidos."
Se dice la hora: "Ayer miércoles, 19 de marzo, un avión"
con tales características, número de tripulantes y pasajeros,
etcétera. Se explican las cosas que fueron ocurriendo. Y aquí
se da hora por hora. No falta rapidez en todo lo que se hace.
A las 7:24 el piloto informa al Control
de Tránsito Aéreo (ATC) de Boyeros que tenía problemas
políticos a bordo y que se dirigía con rumbo norte.
Cuatro minutos después, a las
7:28, informa al ATC de Boyeros que estaba siendo secuestrado y que a bordo
se encontraba personal armado. De inmediato el ATC y el puesto de mando
de la DAAFAR informan a las autoridades superiores.
Solicitó se le dieran las coordenadas
para dirigirse a Miami por la ruta más directa, porque disponía
de muy poco combustible. Así que han pasado cuatro minutos de la
primera a la segunda llamada en que se dieron los pasos mencionados y se
solicita cambio de rumbo por el combustible.
A las 7:29 el piloto del DC-3 coloca
un código de emergencia en el transponder que indica que la nave
está siendo interferida ilícitamente.
A las 7:30 —es decir, seis minutos
después de la primera llamada—, el ATC de Boyeros comunicó
al ATC de Miami que un DC-3 de la Aerotaxi estaba siendo desviado de su
ruta, con personal armado a bordo, y se le informó la dirección
que llevaba.
El ATC de Miami preguntó si
el DC-3 iba escoltado por aviones de caza cubanos. Se les respondió
de inmediato que no.
Entre el despegue y la llegada al área
de aterrizaje en Boyeros tardaron 33 minutos.
Randy Alonso.- De Nueva Gerona.
Cmdte.- Por tanto, a los seis
minutos de la primera comunicación, estando todavía sobre
territorio nacional, ya se le ha informado al ATC de Miami, por eso decía
inicialmente que era imposible que ellos, en ese momento, se hubiesen percatado
de que un avión se dirigía hacia allí. Ellos han recibido
la información de parte de Cuba y esa fue una decisión tomada
por el propio ATC, porque estos datos iban llegando a una velocidad tremenda.
Se iban dando instrucciones a medida que iban llegando los datos.
A las 8:10 —es decir, 40 minutos después—
el ATC de Boyeros comunicó que el avión aterrizó en
Cayo Hueso a las 8:07.
Gustavo A. Salas.- Desde que
salimos de Gerona hasta Cayo Hueso, una hora 16 minutos.
Cmdte.- Habían pasado
aproximadamente 35 minutos del secuestro. Viene la maniobra, la vuelta,
la salida hacia allá por el este de La Habana, estaban bien lejos,
todavía sobre territorio de Cuba, no podía haberse percatado
a esa hora la aviación de guardia norteamericana que un avión,
volando a 900 metros de altura, se dirigía a la Florida. Está
probado en esos datos que el ATC de Boyeros se lo informa al de Miami,
y el de Miami es el que le informa a la aviación norteamericana
lo que está sucediendo, lo cual demuestra la diligencia y la rapidez,
sin la pérdida de un minuto, con que ATC de Boyeros actúa,
consciente del peligro de que tan extraña nave, a baja altura por
las razones aquí explicadas, fuese derribada.
No hubo errores en la información,
era precisa y rápida.
De ahí se explica que a las
9:30 a.m. del jueves, 20 de marzo, el Ministerio de Relaciones Exteriores
de Cuba, a partir de los datos disponibles, entregó nota diplomática
a la Oficina de Intereses de Estados Unidos en La Habana.
En Washington no se pudo entregar por
la mañana.
Randy Alonso.- A las 9:30 aquí
en La Habana y a las 4:00 en Washington.
Cmdte.- Cuando se da la información
referida al secuestro del avión, no estaba entregada todavía
en Washington, porque allí se dignaron en darle la cita para las
4:00 de la tarde, como tú dices; sin embargo, al mediodía
ya pudo informarse a nuestro pueblo lo que había pasado.
Nadie se imagina lo que es redactar
una información, si usted tiene que entregarla a un noticiero que
comenzará muy pronto y está recogiendo los datos del ATC,
los datos de la aviación, los datos publicados, lo que se sabía
de las conversaciones; nadie se imaginaba tampoco a esa hora que en Washington
iban a señalar la reunión para las 4:00 p.m., por eso aparece
en la información del mediodía que fue entregada una hora
después, eran las instrucciones enviadas. Es más, tengo entendido
que se habló inicialmente que la iban a recibir a las 10:00, me
lo está ratificando Dausá. Ellos dijeron allá, cuando
le pidieron encuentro para entregar la nota, que se haría a las
10:00 de la mañana y después pidieron posponerlo para las
4:00 de la tarde; tal vez porque estaban estudiando, hay algunos elementos
de juicio que pueden indicar eso.
Los demás términos de
la nota informativa, que no quiero leer, fueron elaborados con cuidado,
bien hecha, cuidadosamente y sin adjetivos, sin ofensa y de forma serena
y objetiva, pero clara, en el análisis; no hay que repetirla completa
aquí, pues la mayor parte de la población conoce esa nota.
Ahora es cuando tenemos la historia casi completa.
Hablábamos de lo que estaba
ocurriendo el día 20 y por la noche se volvió a brindar otra
vez noticias al país.
Randy
Alonso.- Sí, hay otra nota más con nuevos elementos,
se le da al pueblo.
Cmdte.- La segunda nota informativa
del 20 de marzo se ofrece por la noche, queríamos mantener a la
gente al tanto de los hechos, porque lo único que se le había
dicho es que habían secuestrado el avión.
El título fue:
"Nota informativa sobre el secuestro
del avión cubano de pasajeros, que tuvo lugar ayer."
Randy Alonso.- Eso es el 20
en la noche y el avión lo habían secuestrado el 19 en la
noche.
Cmdte.- Sí.
Esto se informa públicamente
después de las 8:00 de la noche.
Se explica que "hasta el instante de
dar esa información ninguno de los pasajeros del avión DC
de la empresa ha sido devuelto a nuestro país, ni la nave y sus
tripulantes; tampoco, como es de suponer, a los terroristas que lo secuestraron."
En la breve nota también se comunica al pueblo: "no han sido trasmitidos
ni explicados los detalles sobre la forma en que tuvo lugar el secuestro,
con gravísimo peligro para todos los que iban en él, incluidos
los niños y la tripulación, con un mínimo de combustible
que apenas alcanzó milagrosamente para llegar a Cayo Hueso.
"Solo se conoce que las autoridades
norteamericanas, embarazadas por tan penosos hechos, en medio de una guerra
que se libra en nombre de la lucha contra el terrorismo, tratan de ganar
tiempo y buscar fórmulas que sirvan como taparrabos a la vergonzosa
tolerancia y los privilegios concedidos a los responsables de gravísimos
crímenes, como el contrabando de inmigrantes y otros hechos similares,
en virtud de una ley que ha costado miles de vida a nuestro pueblo y garantiza
la impunidad total de secuestradores y piratas de naves aéreas y
marítimas, que violan las leyes de inmigración y ponen en
peligro la seguridad de los propios ciudadanos norteamericanos, como el
agujero negro de la Ley de Ajuste Cubano" —o sea, explicar la raíz,
la causa fundamental de todo eso—, "absolutamente incompatible con la seguridad
frente al terrorismo, en virtud de la cual en Estados Unidos se limitan
y restringen cada vez más la privacidad y la libertad de los ciudadanos
norteamericanos.
"El lamentable secuestro del avión
DC-3 y el grave riesgo en que se puso la vida de numerosas personas inocentes,
podría servir de oportunidad al gobierno de ese país para
rectificar graves y absurdos errores, en un tema tan delicado y sensible.
"Ojalá de algo sirvan estas
insólitas y amargas experiencias."
Se les está sugiriendo, miren,
aprovechen esta oportunidad y arreglen los disparates que hace más
de 40 años que vienen cometiendo, en un momento en que están
comprometidos con la opinión mundial, cuando tiene lugar una guerra
terrible que se está desatando. No es una declaración insolente,
insultante, es más bien una idea: aprovechen esto y arréglenlo.
Esa es la segunda nota informativa.
Y así sucesivamente van cambiando
las cosas, en cierto sentido, con estas notas.
Se realizaron un grupo de contactos,
se puede decir contactos principales. De los principales encuentros y contactos
telefónicos.
Randy Alonso.- Con las autoridades
norteamericanas.
Cmdte.- Sí.
El 20 de marzo, dos con la SINA —digo
principales porque hubo más, menciono las más importantes—;
ese mismo día, dos también con el Departamento de Estado.
De los cuatro contactos, dos fueron directos entre funcionarios responsables
y dos fueron por vía telefónica.
El 21, tres con la SINA, por una vía
o por otra, y tres con el Departamento de Estado. Total fueron 10 contactos
principales en dos días. De ellos teníamos que ofrecer algunas
noticias. Nosotros tenemos cuidado con las notas diplomáticas y
de usar la discreción, procurar no usarlas textualmente, pero usted
no puede decir hubo una nota diplomática o una reunión, y
no decir nada que dé una idea de lo que se trató y se dijo.
Aquí hay unos daticos, hay que
pasarlos a máquina, yo mismo elaboré esos datos, ya que íbamos
a tener este encuentro.
Los contactos fueron normales y respetuosos,
con excepción del primero de ellos, el 20 de marzo a las 9:30 de
la mañana, con el señor Cason —como yo el inglés lo
pronuncio muy mal y la otra vez dije Casón, no lo hice con mala
intención, en cierto momento usted bromea y en otro tiene que darle
el tono serio que debe ser, por eso aquí voy a pronunciar, según
lo he escuchado bien, Keison, no tengo intención de ofender a nadie—,
jefe de la Sección de Intereses en La Habana, que no dejó
de ser prepotente, malintencionado e ignorante en determinados temas, que
recibieron merecida respuesta.
Ese mismo día el señor
Whitaker, jefe del Buró Cuba del Departamento de Estado, a las 4:00
p.m., mencionó que ellos tenían obligaciones que cumplir
y lo harían, bajo el convenio para la represión del apoderamiento
ilícito de aeronaves de 1970. Sobre la aeronave planteó que
en este momento se estaba desarrollando investigación que tenían
que cumplir, con vistas a recoger evidencias; que cuando las autoridades
policiales determinaran que no necesitaban más el avión,
este estaría listo para ser liberado y que la intención que
tenía el Departamento de Estado era proceder a su devolución
una vez concluyera ese proceso.
En cuanto a los pasajeros y tripulantes,
se refirió que todos querían regresar a Cuba —esa es la primera
vez que oímos una cifra; no hay más datos todavía—,
que esto debía suceder cuanto antes, aunque no podía precisar
cuándo con exactitud, pues pensaba que ya no eran necesarias entrevistas
con ellos y que lo ideal sería que pudiesen volver en el mismo avión,
pese a que no podía garantizar lo último, debido a la investigación
en curso; es decir, el avión está congelado ahí, no
podría usarse.
Leyó el Artículo 7 del
Convenio de 1970, diciendo que este contemplaba la posibilidad de enjuiciamiento
en cualquiera de las dos partes y que ellos cumplirían con sus obligaciones.
Señaló que las autoridades
policiales deberán decidir si inician el proceso judicial en Estados
Unidos —o sea, él reconoce que eso está en las dos partes,
todavía no habla de una decisión.
No se trata de una versión textual,
sino la esencia de lo expresado por él y trasmitido por el jefe
de la Oficina de Intereses de Cuba en Washington, Dagoberto Rodríguez,
que es nuestro jefe de la Oficina.
Este respondió que ese mismo
artículo también estipulaba la extradición al país
donde se cometió el delito, que nosotros no confiábamos en
procesos legales que tenían lugar en el sur de la Florida, precisamente,
por el manejo que se había hecho de casos precedentes.
Fue un intercambio de argumentos y
opiniones constructivo y serio.
Realmente, comparado con el primer
encuentro en La Habana por la mañana, ya el de la tarde, a las 4:00
p.m., mejora un poco la atmósfera e indica que habían estado
evaluando y elaborando la decisión.
Me parece que fue constructiva también
la posición planteada en esa nota de la noche que leímos.
Al otro día se publicó. Fueron las dos primeras, y eso ocurrió
el 20.
El 21 fue de más intercambios
y contactos: seis, por lo menos, de cierta importancia, como ya se dijo:
intercambio de opiniones, contactos sobre el tema, y, como se ve, nosotros
manteniendo nuestras opiniones, después puede explicarse por qué.
Por eso digo que el 20 tuvo lugar por
la tarde un intercambio constructivo y serio, intercambio de documentos,
de opiniones, y yo creo que así es como hay que sentarse a resolver
problemas graves en momentos graves entre dos países, aunque puedan
ser adversarios.
Después viene el 21 de marzo,
había que seguir de cerca recogiendo datos, información,
conversaciones. También había que informar a la población,
ya se le habían ofrecido dos notas informativas.
Se lo digo, que hacer una nota a las
9:00 de la noche, con todas las cosas que habían ocurrido el 21,
no fue nada fácil.
Randy Alonso.- La nota dice
que hubo opiniones contradictorias, datos diferentes.
Cmdte.- Compadre, aquí
la tengo, no la quiero leer porque está en el periódico,
aunque no todo el mundo recibe el periódico, pero me parece innecesario
hacerlo.
Randy Alonso.- Pero anuncia
que hubo datos diferentes.
Cmdte.- Estamos dando datos,
porque se han ido reuniendo datos y los expusimos con sumo cuidado.
No creo que ofenda a nadie lo que yo
conté. Hemos tenido cuidado de no caer en faltas de cortesía,
porque estamos ante un problema serio y hemos estado intercambiando datos.
Ellos tenían interés en algunos datos que teníamos
nosotros, y nosotros se los informamos y no tenemos temor alguno si quieren
hacer uso textual de cualquier cosa que se haya hablado o se haya dicho,
o de cualquier nota. Nosotros tratamos de cumplir normas.
Hay ocasiones en que se han tenido
que dirimir temas en que ha habido que sacar textualmente una nota diplomática.
No hicimos eso. Las notas públicas son para eso, informar que se
envió tal nota, tal día, hay que explicar. Usted puede tratar
de usar lo menos posible el contenido de notas diplomáticas, pero
las notas se intercambian buscando soluciones. Ellos informan a la población,
suelen informarla; lo digo, porque después llegaron noticias sobre
datos, un poco como quejas de que se hubiesen usado algunos.
Yo les aseguro a ustedes que nosotros
nos hemos limitado a usar datos indispensables y se está hablando
ya, por ejemplo, incluso se reconoce que serán sometidos a los tribunales
bajo acusación de piratería. Cómo no hablar de esto.
Era un elemento esencial.
Entonces la información pública
del 20 fue un calvario, porque está redactándose la nota
por la noche, en medio de otras muchas cosas que hay que hacer y el tiempo
muchas veces apremia y hay que ir a veces en un automóvil elaborando
notas. A veces yo redacto algunas de estas notas, por la importancia que
tienen, con la información que suministran los compañeros
inmediatamente, después de recibir un cable cifrado o en forma abierta,
o muchas veces una llamada telefónica. Las conversaciones a través
de un celular las puede captar cualquiera. En Estados Unidos recogen todo
de las conversaciones, de todos los gobiernos de América Latina
y ministros, eso es algo que se conoce.
Como he dicho otras veces, con relación
al tema, hay personas en nuestro país tan ingenuas que creen que
escondiéndose detrás de una mata de plátanos nadie
se va a enterar de lo que están conversando, y resulta que Estados
Unidos posee un sistema desarrollado en la época de la guerra fría,
capaz de captar dos mil millones de conversaciones simultáneamente;
no un millón, ni dos millones, dos mil millones de comunicaciones
simultáneamente.
Hay veces que hay que hablar, como
nos comunicamos con los cinco valientes compañeros diplomáticos
que, al igual que los de algunas otras embajadas, permanecieron y permanecen
en Bagdad. De qué otra manera podría hacerse, para conocer
si están bien, si un bombardeo comienza a una hora u otra. Tenemos
comunicación con nuestra sede diplomática, me imagino que
los demás las tengan con las suyas, y estoy seguro de que lo que
conversamos lo captan. Por ello uno tiene que saber lo que conversa cuando
se usa un teléfono abierto.
Desconfío, incluso, de las claves
cifradas, porque han pasado muchas cosas, cuando el derrumbe, etcétera,
etcétera, y es mejor exceso de cautela que exceso de ingenuidad.
Por mi parte, solo hago uso de él en algunas circunstancias, porque
usted puede preguntar: "¿Cómo están? ¿Están
cayendo las bombas? ¿A qué distancia cayeron?" Y aun así
en esas conversaciones el que habla tiene que tener mucha responsabilidad,
porque se necesita saber su situación; pero usted tiene la responsabilidad
de no estar divulgando información, en medio de una situación
de guerra. Y lo primero que le advierto: "Cada palabra que digas, piénsalo.
Y para cualquier otra información discreta, usa la otra vía."
Otra vía llamo yo a los cifrados. Tal vez se tarden más en
descifrarlos. Quizás lo más importante es que son tantos
millones las informaciones que recogen que, por muchos sistemas que tengan
para recoger informaciones, el problema está en que a los que toman
decisiones no les alcanza el tiempo para asimilarlas. Si las nuestras,
que son muy pocas, muchas veces no existe tiempo para analizarlas todas.
A veces se vuelven fiambres. Quiero decirles como son las cosas en la realidad
dentro del Estado, cuando hay que tomar decisiones.
De modo que en las comunicaciones,
las cosas fundamentales suelen llegar cifradas; no sé cuánto
tardarán, pero seguro llega el día en que las descifren,
por lo que hoy, realmente, para mucha gente, y sobre todo para los que
tienen el poder de captar todas las comunicaciones, no hay secreto. Lo
que no deben tener es tiempo de procesarlas, ni analizarlas, ni siquiera
por parte de aquellos que trabajen 20 horas, y no todos los dirigentes
trabajan 20 horas, en un país o en otro. Aquí la gente trabaja
bastante.
Por eso ayer pudimos informar a nuestra
población la situación a esa hora, y la tarea era enloquecedora,
porque llegaba a las 3:00 de la tarde un dato, a las 4:30 llegaba otro
que era diferente, y después otro. Cuando se estaba elaborando esta,
llega una información que envía Dagoberto, creo que le dicen
en Washington que estaban cambiados casi todos los datos anteriores, no
quedó más remedio que reelaborar la nota informativa.
En la nota informativa de anoche decíamos:
"Con relación a los secuestradores se le ha informado al Gobierno
de Cuba que serán sometidos a juicio por piratería aérea
y juzgados en Estados Unidos." Ya era una decisión tomada, los van
a juzgar en Estados Unidos.
Al final de esta nota, lo más
esencial:
"La decisión de someterlos a
juicio bajo acusación de piratería, aunque debiera incluirse
concretamente el concepto de terrorismo, tal como establecen los convenios
vigentes, constituye, sin duda, un modesto paso de avance." Me habría
gustado decir "un paso de avance", sin el "modesto"; pero es una ilusión
decir que es eso, con toda la experiencia que tenemos, con todos los años
que hemos vivido, con la impresión de caos, confusión, falta
de coordinación, que se puede apreciar cuando una cosa decide la
policía, otra decide un juez por allá; esto lo deciden en
un nivel determinado. Nosotros les prestábamos atención a
las conversaciones del Buró Cuba porque es el nivel más alto,
realmente, con el cual se tuvieron contactos.
En dicha declaración cubana
se añadía:
"Veremos ahora, sin embargo, qué
sale de todo esto. Bien conocida es la complicidad de la inmensa mayoría
de las autoridades judiciales con la mafia terrorista de Miami y las arbitrariedades
cometidas en el monstruoso proceso en que los cinco heroicos compatriotas
fueron condenados a extremas sanciones de prisión, y uno de ellos
nada menos que a dos cadenas perpetuas."
Nuestro pueblo y el mundo lo está
viendo todos los días. Ya se están creando comités
en todas partes, hay una batalla universal que se está librando
contra un proceso monstruoso, repugnante, y eso lo decimos también
públicamente. Lo que decimos públicamente también
ellos lo leen, sabemos que lo leen, como es lógico, igual que nosotros
leemos lo que ellos dicen públicamente.
Viene después un punto esencial:
"El gobierno de Estados Unidos sabe
perfectamente bien cómo puede ponerse fin a los secuestros de aviones
cubanos.
"Cuba lo demostró de manera
irrebatible, el 18 de septiembre de 1980, con la devolución de dos
secuestradores" —lo habíamos advertido previamente; desgraciadamente,
hay gente que no lee el periódico e ignoran casi todo. Eran personas,
incluso, que se habían ido ilegalmente; estábamos devolviendo,
por tanto, a dos que eran ciudadanos cubanos, y los hemos devuelto. Había
que ponerle fin a eso, se advirtió y se tomó la decisión
y estamos reclamando, en este caso del DC-3, la devolución de unos
ciudadanos cubanos que han cometido un terrible acto de terrorismo, son
cubanos, no son de nacionalidad norteamericana—, "en virtud de lo cual
en más de 20 años no ha vuelto a producirse el secuestro
y desvío a Cuba de un avión de pasajeros norteamericano".
Han pasado 23 años casi y no hay un caso. Nosotros habíamos
tomado medidas duras con los secuestradores de aviones norteamericanos,
sanciones de hasta 20 años de cárcel. ¡Ah!, sí,
hay principios jurídicos, principios penales; nunca a nadie se había
castigado con tanto rigor.
En medio de su bloqueo y su constante
hostilidad, nosotros, por sentido de responsabilidad, porque más
de una vez hubo riesgos grandes de que aviones con 200 ó casi 300
pasajeros se estrellaran... Yo vi aterrizar en Boyeros un avión
en que el Ministerio del Interior tuvo que llenar de espuma la pista, porque
venía sin gomas, ya que la policía norteamericana disparó
contra las gomas, y era un avión grande, un Jumbo de esos, tenía
que aterrizar con esa cantidad de pasajeros a bordo. Subí a la torre
de control y vi cómo aterrizó, vi chispas, incluso, pero
mínimas; la espuma, casi toda la espuma que había se empleó
allí.
Aquello era por tandas, fenómenos
psicológicos, podían pasar semanas y varios meses sin un
secuestro; pero se producía uno y casi automáticamente tres
o cuatro. Es como si las neuronas se les revolvieran a gente trastornada
o loca, de todo hay.
Sin embargo, no volvió aquí
ni un avión secuestrado. Eso lo supo todo el mundo, de una forma
u otra, y saben que no pueden volver.
Estos señores no cumplen. Nada
hicieron, nada, en fechas recientes, con los secuestradores de aviones
que asaltaron usando armas y llevando incluso niños, incluidos los
de la avioneta que se cayó en el mar. Podían haber sancionado
a prisión a alguna de esa gente por secuestro de aviones y de naves,
nunca lo hicieron; pero hay que decir que en este momento ellos están
en una situación realmente complicada, usted no puede separar esto
de las cosas que están sucediendo en el mundo.
Así que por eso es irrebatible
la argumentación cubana para reclamar la devolución de los
secuestradores. Hablamos en nombre de 23 años de una medida que
puso fin de una vez por todas a los secuestros de aviones norteamericanos.
¿Dónde está el reconocimiento al esfuerzo de Cuba,
a la honestidad de Cuba, a la valentía de Cuba?
Voy a contar algo más: Nos interesábamos
por saber qué había ocurrido con aquellos que fueron devueltos,
queríamos informarle a la familia. Los habían condenado,
recuerdo, a 40 años, y jamás dieron una noticia. Vean qué
prepotencia, autosuficiencia y falta de equidad, de concepto y decencia
en la política seguida con relación a nuestro país.
Ni las gracias han dado nunca al país que puso fin a los secuestros
de sus aviones.
Y el mal ha disminuido mucho, pero
todavía se dan casos en el mundo. Eso fue creado contra Cuba, hay
que repetirlo una vez más.
Por último, en nuestra nota
se preguntaba: "¿Por qué, en un acto de elemental sensatez
y sentido común, no derogan la Ley de Ajuste Cubano, que implica
una patente de corso para quienes violan descaradamente sus leyes migratorias
y ponen en peligro la vida y la seguridad de sus ciudadanos? Esa ley ha
costado ya demasiadas vidas y ha ocasionado demasiados problemas, para
que alguien, a estas horas y en las actuales circunstancias del mundo,
pueda justificar su vigencia."
Como ustedes ven, son pronunciamientos
que se hacen en términos constructivos.
Pero había que esperar lo de
hoy, los distintos datos, que si llegan 22, en un momento dado se habló
de 30, de 31; si llegan no sé cuántos; si son menos de 22,
eso fue todo el día, ya no se les podía hacer caso, lo único
que había es que elaborar una nota informativa y esperar por la
mañana; esperar, incluso, a disponer de un poco más de información,
aunque se anunció por la radio que llegaban, no se sabía
la hora exacta, porque estaban pendientes de un montón de cosas:
el avión, qué pasaba con el avión, cuántos
venían o no venían, porque habían ido apareciendo
otros datos.
Por ejemplo, en un momento dado se
dice —y datos que había que interpretarlos, además— que los
secuestradores eran seis y que nueve personas más tenían
vínculos familiares con los secuestradores, dan ese dato. Bueno,
cuántos son, qué avión se necesita. Cuándo
vienen, era, en primer lugar, lo que nos interesaba.
También estábamos discutiendo
que quieren dejar al piloto, porque a un juez le da la gana que espere,
porque tiene que declarar ante abogados de los secuestradores y no hay
abogado designado.
Randy Alonso.- Creo que el sobrecargo.
Cmdte.- Bueno, se planteó
que se idearan fórmulas, que vengan y nosotros los enviamos oportunamente
a declarar. ¡Ah!, pues no. Aceptaron finalmente que fueran para nuestra
Oficina de Intereses y están allí en espera de que aquellos
tengan abogados y se pueda hacer una declaración. Eso es injusto.
Para nosotros el piloto y el sobrecargo
son gente secuestrada, porque están allí contra su voluntad,
con la promesa, desde luego, de que tan pronto se cumpla el trámite
exigido podrán regresar. Eso no estaba seguro, porque hasta se dijo
que venían con los demás y después no.
Sobre algunos pasajeros sin vínculo
familiar con los secuestradores, se dijo que dos optarían por permanecer
en Estados Unidos, donde se les ofrecía residencia, poco después
se informó que eran tres, porque allí residían familiares
muy cercanos, luego que había uno más y casi de inmediato
que uno menos. Así ha sido todo, caótico.
Voy a analizar algunos datos, antes
de decir otras cosas. Lo que se sabe hasta ahora:
Del secuestro, esta noche, por el testimonio
de los que fueron víctimas, acabamos de conocer en detalles cómo
lo hicieron. El copiloto preguntaba cómo podían tener tales
armas. Fue una acción premeditada, elaborada quizás durante
semanas, lo que hace más grave cualquier delito, no se trata de
un hecho improvisado.
Hicieron viajes de Nueva Gerona a La
Habana. Ellos conocen el lugar, yo estuve preguntando datos, y cómo
ellos se las arreglaron mañosamente para introducir en un punto,
y con tiempo de anticipación, los cuchillos, en un área que
es precisamente de controles de los viajeros, cómo después
los sacaron; se conocen algunos datos, cómo crearon las condiciones,
fue una cosa preparada esmeradamente por los seis secuestradores.
En un momento dado, se nos informa
por la parte norteamericana que hay nueve pasajeros que tienen vínculos
familiares con aquellos. Bien, descontando dos niños, quedan siete
adultos asociados también al secuestro.
Son siete personas adultas más
que no trajeron maletín, en una operación que se prepara
durante meses o semanas, quién va a creer que no sabían del
plan ni cooperaron en absoluto con el mismo. La señora secuestrada
con un niño de meses que habló aquí, llevaba el biberón
o la tetera o algo para atenderlo; aquellos no llevan nada, quizás
hasta para engañar mejor todavía. No llevan equipaje.
Pero ni siquiera se habla de investigar
a fondo la responsabilidad que pueden tener estos siete adultos, con vínculos
familiares, que participaron en la conspiración para secuestrar
el avión. A quién le van a hacer creer el cuento de que no
sabían nada cuando es evidente que se trata de una conspiración
colectiva. Es lo que se sabe hasta ahora.
De las personas que llegaron hoy, hay
dos niños y 14 adultos. Por cierto que, de los adultos, tres son
graduados de noveno grado, dos graduados de doce grados, cinco graduados
de técnicos medios y cuatro son universitarios. Son los 14 adultos
y dos niños. Quedan allá el piloto del avión y el
sobrecargo, aparte de un pasajero extranjero que regresó por otra
vía. No sé qué títulos tendrán los dos
primeros.
Gustavo A. Salas.- El capitán
y el sobrecargo.
Cmdte.- ¿El capitán
qué título tiene?
Gustavo A. Salas.- Es técnico
medio.
Cmdte.- ¿Ese es el título
que les dan a ustedes cuando ya vuelan aviones de mediano porte?
Gustavo A. Salas.- Cuando nos
graduamos en la escuela...
Cmdte.- ¿Cuánto
dura el curso?
Gustavo A. Salas.- En aquella
época, cuando estudiábamos, eran dos años porque había
que entrar con doce grados.
Cmdte.- Tú entraste en
esa época.
Gustavo A. Salas.- Sí.
Cmdte.- Pero tú no eres
un técnico tan medio.
Has entrado con doce grados y, además,
has estudiado dos.
Gustavo A. Salas.- Intentamos
estudiar en la Unión Soviética también pero la perestroika
nos tronchó.
Cmdte.- Y el responsable técnico
es ingeniero, él está entre los cuatro.
Randy Alonso.- Ingeniero radioelectrónico.
Cmdte.- Esto demuestra el nivel,
la calidad de las personas que actuaron para evitar la catástrofe,
y que no se equivocaron, les funcionó la inteligencia y les funcionó
el valor, todo, porque es un pueblo que tiene educación.
Vaya usted a ver, ahora hay que estudiar
qué son los seis secuestradores. Hay que buscar la historia, si
hay antecedentes delictivos, si no hay; lo que se sabe es que han realizado
un hecho brutal.
Ahora, ¿qué nivel de
culpa tienen? ¿Quiénes son los principales culpables? En
primer lugar, aquellos que inventaron el secuestro de los aviones, la política
de los secuestros de aviones, ocasionándole un daño terrible
a la humanidad y la pérdida ni se sabe de cuántas vidas en
el mundo; aquellos que durante 44 años no han sancionado a un solo
secuestrador de avión o de barco cubano, pese a nuestra ejemplar
conducta en eso. Ya les dije a cuántos hemos sancionado, quedan
libres solo al cumplir la sanción, ese es un principio jurídico.
Les iba a decir que un hombre no puede ser sancionado dos veces por un
delito, es antijurídico juzgar de nuevo a ese hombre después
de cumplir una sanción de 20 años, 15 años, sanciones
elevadísimas para la época. ¡Ah!, después dicen:
"¡Devuélvamelo!" Tienen miles de bandidos de origen cubano
allí y no han devuelto nunca uno, y de vez en cuando se les ocurre
decir: "Devuélvannos estos que han cumplido duras sanciones para
sancionarlos de nuevo." Eso no tiene fundamento moral, ni jurídico,
ni legal, ni algo parecido y mucho menos por parte de quienes jamás
han devuelto uno solo, y albergaron allí y les dieron todas las
facilidades del mundo a los peores criminales de guerra de este país,
que además se llevaron cientos de millones de dólares. ¿Dónde
está la moral para discutir, incluso, con Cuba o venir a hacer una
reclamación? Porque sobre la base de amenazarnos y tratar de intimidarnos,
ni hablar, hay que reírse de eso. No me explico cómo no lo
han aprendido todavía. Y de vez en cuando usan alguna palabrita,
un tono, y hasta hemos visto el hecho increíble del intento de convertir
la Oficina de Intereses en cuartel general y puesto de mando para organizar
y dirigir a mercenarios que traicionan a su patria al servicio de una potencia
extranjera, poderosa y hegemónica. ¿Dónde está
la moral, realmente?
Les hemos propuesto convenios, los
que quieran: convenios contra el tráfico de drogas, que no se sabe
a cuánta gente ha matado en Estados Unidos y que de carambola ha
servido para que recalen en nuestras costas las que son lanzadas al mar
por barcos y aviones en operaciones de tráfico, propiciando un brote
de consumo. Cuba es el país que menos droga consume en el mundo,
pero no vacilamos en decirlo. Estudiándolo bien, creo que somos,
además, el único que está en condiciones de combatirlo.
Sabemos cómo se debe hacer, apoyándonos en los grandiosos
programas sociales que estamos realizando. No han querido, ah, porque no
pueden, porque tienen la presión de la gusanera y los terroristas
de Miami.
Les hemos propuesto convenio contra
el tráfico de inmigrantes, cooperación plena y luchamos fuertemente
contra el mismo. Ellos solo han realizado esfuerzos mínimos. De
vez en cuando capturan algunos de los traficantes y los absuelven o les
imponen sanciones ridículas.
Ahora debieran estar más interesados,
porque han tomado infinidad de medidas por invocadas razones de seguridad
que le crean dolores de cabeza ante su propia opinión pública.
No se explica que no quieran adoptar un acuerdo sobre el tema, lo que constituye
una prueba de hipocresía y cobardía política, temor
a la mafia, que tiene influencia y, sobre todo, que influye en un estado
que decide elecciones, aun mediante fraude, por ser expertos en fraudes
electorales y terrorismo, en los cuales demostraron tener habilidades,
porque se sabe bien quiénes fueron sus maestros en la Cuba del pasado
y en Estados Unidos, y quiénes los han sostenido y apoyado a lo
largo de 44 años.
¿No quieren ahora hablar de
terrorismo en relación con el DC-3 secuestrado? Claro que no quieren
usar la palabra terrorismo, es mejor decir piratería, aunque sea
bien grosera la palabra, porque decir terrorismo es admitir que se está
practicando desde Estados Unidos contra Cuba, ahora, en este momento en
que una guerra terrible se está desarrollando en una nación
árabe de la región explosiva del Medio Oriente, guerra que
tiene conmovido al mundo.
No, no pueden decir que van a juzgar
a los secuestradores por terrorismo, porque es reconocer la verdad. ¿Por
qué se van esos tipos? Porque están absolutamente seguros
de su impunidad. ¿Por qué se van esos tipos, además
de la seguridad de la impunidad? Porque son recibidos allí inmediatamente
como héroes y sirven de materia prima para la propaganda contra
Cuba.
Se van, porque existe una ley, hace
37 años, que se llama Ley de Ajuste Cubano, ley asesina —como la
hemos denominado— que ha costado miles de vidas y ha creado incontables
problemas.
¿Acaso no fue un gran problema
el secuestro del niño Elián?, un caso en que la opinión
absolutamente mayoritaria de Estados Unidos le dio la razón a Cuba.
Ellos lo saben, pero no la derogan.
Muy recientemente han llegado con barcos
tomados a la fuerza, con aviones tomados a la fuerza y andan libres y paseando
por las calles de Miami. La seguridad total de la impunidad y los privilegios
y ventajas que les ofrece esa ley es un poderoso estímulo al terrorismo.
¿Quién tiene la culpa
de eso? Los gobiernos de Estados Unidos son los culpables fundamentales,
más que los propios terroristas, con una ley que se aplica únicamente
a los ciudadanos de este país.
Han venido gente hasta de la India
y de Paquistán a Cuba, oyendo hablar de esa Ley de Ajuste, creyendo
que pueden beneficiarse de la misma; han golpeado casi hasta matar y han
estado dispuestos a asesinar trabajadores del turismo, a los que les han
quitado la embarcación para llegar allá, ¡felices cuando
llegan! Hasta ahora no sabemos nada, qué han hecho con ellos, si
alguno está sancionado, si lo han enviado a alguna prisión,
y gente que han dado brutales golpes a los compañeros, algunos de
los cuales quedaron inconscientes, y no los echaron al mar a todos porque
necesitaban a alguien que manejara aquella nave para llegar a la Florida.
Eso lo saben bien las autoridades norteamericanas.
Saben también de las amenazas,
los intentos de amedrentar, las teorías belicosas contra Cuba de
la actual administración, y estos secuestradores se creen, como
lo creen algunos mercenarios, que eso va a intimidar a nuestro pueblo.
Sienten que les están haciendo un favor a los que elaboran y practican
tales teorías, como la del ataque sorpresivo y preventivo. No voy
a hablar de ese tema en este programa especial, porque tendría muchas
cosas que decir y no quiero apartarme de lo fundamental del tema que nos
reúne en este programa especial, pero debe quedar bien claro que
nuestro país no puede ser amedrentado por nada ni por nadie, porque
es un país que sin renunciar al combate en cualquier terreno sabe
luchar y lucha, en primer lugar, con las ideas, con una moral altísima,
muy por encima del diluvio de calumnias con que han pretendido sepultar
su ejemplar obra revolucionaria, que sabe lo que hace y sabe que su conducta
es limpia; no solo limpia, es intachable, es ejemplar, y ha sido capaz
de resistir y demostrar al mundo su capacidad política, su conciencia,
su cultura. No quiero advertir, pero tampoco vaya alguien a imaginarse
que este es un país de tontos y de idiotas.
Los terroristas y mercenarios se sienten
posiblemente estimulados por el ultimátum lanzado y los planes de
guerra contra la mencionada nación del Oriente Medio, desconociendo
y prácticamente destruyendo las Naciones Unidas, en un mundo que
se está sumiendo en el desorden, el caos y el imperio de la fuerza
y la violencia.
Volviendo al tema del DC-3 secuestrado,
¿dónde están los culpables? Es lo que hay que preguntarse
una vez más. ¿Y por qué demonios no se tiene ni siquiera
la elegancia de devolver ese avión? En esa nota que yo dije que
era constructiva, expresaba el deseo de que el avión pudiera devolverse
y vemos que resulta impotente el país para impedir que se queden
allí con el avión, cuando a Cuba llegaron decenas y decenas
de aviones y jamás en este país se retuvo un avión;
solo minutos para reabastecer y regresar de inmediato. Se trataba con amabilidad
a todas las personas secuestradas, no les enviaban una bazofia a la 1:00
de la mañana; se les atendía en todos los sentidos, en todos
los problemas, aparte de que se hacía lo posible —como en el caso
de aquel avión— para que no hubiera un accidente. Sin embargo, ya
es un hábito que cualquier avión de Cuba secuestrado es confiscado:
estímulo para los potenciales secuestradores y los locos.
Hay más, ¿cómo
puede decir un gobierno que no puede devolver parte de la tripulación
de la nave secuestrada y no aceptar otra fórmula que la humillante
e injusta fórmula de mantenerlos allí por la fuerza? De hecho
están secuestrados, se los llevaron unos bandidos terroristas, que
arriesgaron la vida de mujeres, niños y otros pasajeros. ¡Ah!,
tienen que quedarse allí porque le da la gana a un juez, de la Florida
nada menos.
Hay otra cosa más grave: a los
talibanes los envían a la base de Guantánamo para ser juzgados,
y en condiciones duras están allí, según informan
los medios de prensa. ¿Y a estos señores, qué, por
piratas, o por terroristas, que es una clasificación que no pueden
eludir, los van a mandar para la base de Guantánamo a juzgarlos,
o los van a poner en una jaulita de oro en Miami? ¿Y los cómplices,
que tienen que haber participado, no es elemental, por lo menos, que se
les investigue?
¿Cómo pueden ignorar
la gravedad del hecho de realizar el secuestro con grandes cuchillos en
el cuello de los pilotos?
¿Cómo pueden olvidar
que fue de esa forma en que secuestraron aviones de pasajeros los que después
lanzaron contra las Torres Gemelas de Nueva York y contra el Pentágono,
y hasta el intento de lanzar uno contra la Casa Blanca? ¿Es que
acaso resulta una broma o una cosa insignificante en ese país que
vio morir a miles de norteamericanos? Con métodos exactamente iguales:
secuestrar aviones con cuchillos en la garganta de los pilotos y luego
lanzarlos contra un objetivo.
Si hay un país del mundo donde
el secuestro con un cuchillo en la garganta del piloto debe causar indignación
y horror, ese país es Estados Unidos. Y ahora, cuando se produce
ese acto en Cuba, con niños, con mujeres, con personas de cierta
edad, personas que se han retirado, gente honesta como las que han hablado
aquí, estas son maltratadas, son encerradas y hacen con ellas todo
lo que han contado aquí.
Randy Alonso.- Los presionan.
Cmdte.- Pero hay algo moralmente
peor, se han pasado dos días —porque yo he conversado y les he preguntado—
y no hay uno solo, como el copiloto decía —a mí me lo dijo
y lo dijo aquí—, que no hayan tratado de darle el tratamiento psicológico
dirigido a que se quedaran en Estados Unidos, para ver si de esa forma
alivian el embarazo; porque es un embarazo de trillizos, o un embarazo
de 10 ó 12 en el vientre con lo ocurrido.
¡Ah!, pero si en vez de quedarse
los secuestradores y cómplices se queda el piloto, el otro, el técnico
y todas estas personas cuya calificación, cuyos títulos mencioné,
sería, a juicio de ellos, maravilloso. Que regresen solo 10, que
regresen 5. "¿Cómo se va a sancionar a los secuestradores
que son libertadores?" Todo eso es materia prima política, lo usan
con ese objetivo.
Si en Estados Unidos se han adoptado
montones de medidas y de leyes que han costado a su economía no
se sabe cuántos cientos de miles de millones y han retrasado la
lucha contra la crisis económica, ¿cómo pueden sus
autoridades aprovechar ese vehículo, asaltado de la misma forma
que los que secuestraron y estrellaron allí, para ofrecer residir
y trabajar en Estados Unidos a los que viajaban en él?
¿Cómo puede explicarse
que mientras en la frontera con México están muriendo ya
más de 500 personas todos los años para impedir que gente
pobre y desesperada cruce la frontera, donde van a recibir después
un salario diez o quince veces mayor, o algunos que llevando años
allí como ilegales tienen que ir y venir a ver a sus familias y
están muriendo por centenares, aun antes de los hechos ocurridos
el 11 de septiembre; si se anuncia que ahora había no sé
cuantos nuevos dispositivos, con no sé qué excepcionales
equipos, los más sofisticados del mundo, para impedir que inmigrantes
mexicanos crucen y desalentar todo intento allí donde se pierden
tantas vidas, se queden con el avión secuestrado y tomen eso de
pretexto para conceder todos esos privilegios a un número de adultos
—por lo menos son siete— que participaron como cómplices de una
u otra forma en ese secuestro, sin investigarlos?
Podían, incluso, devolverlos,
recibir todas las garantías, porque nosotros sabemos dar una garantía
y siempre que la damos la cumplimos; pero al menos devolverlos y no sentar
el precedente de que se puede secuestrar un avión y los cómplices
se queden allí, y a todo el que viaje ofrecerle, sin excepción,
que se quede en el país. ¿Dónde está el decoro?
¿Dónde está la vergüenza? ¿Dónde
está la moral de los que aplican semejante política? Eso
se llama estímulo a los secuestros de aviones.
Como dijo Taladrid, y estaba en la
nota de ayer, está por ver lo que pasa ahora. Conocemos demasiado
bien las trampas y los trucos que han utilizado. Bueno, ya empieza el gran
escándalo de la mafia terrorista en favor de los secuestradores.
Randy Alonso.- El propio hecho
del avión.
Cmdte.- Eso es repugnante, la
incautación del avión, es lo menos que puedo decir.
Bueno, ya han estado hablando del caso
en algunos países. Vimos ahí un cable de la AP, sobre las
variantes que pueden aplicarse en favor de los secuestradores, qué
puede hacerse, qué puede ocurrir en ese proceso.
En este cable se dice: "La Fundación
Nacional Cubano estadounidense sigue el caso para determinar si los presuntos
secuestradores necesitan ayuda, afirmó el vocero de la Fundación,
Joe García".
Esa Fundación terrorista creada
por ellos; esa que decidió el resultado final de las elecciones
en la Florida, y añade:
"Podemos ofrecerles asistencia legal
básica. No lo hemos decidido aún."
Ya apareció la Fundación,
ustedes verán, con su historia archiconocida de lo que ha pasado
siempre; no tienen en el gobierno ni siquiera la capacidad de cumplir la
afirmación de que serán sometidos a los tribunales de justicia,
y no pueden impedir que el avión sea incautado. Suponiendo que se
habló con seriedad, en horas de la tarde, aquel 20 de marzo, hemos
partido de ese supuesto, no pueden, no pueden garantizar que el avión
regrese.
Ahora van a juzgar a esos señores,
primero, en virtud de investigaciones que va a hacer una policía,
cuyo jefe es nada menos que el famosísimo Pesquera, de triste historia,
el oficial superior de la Florida que dirige las investigaciones.
Randy Alonso.- Jefe del FBI.
Cmdte.- Vean. En ese territorio
donde hicieron lo indecible y cometieron todo tipo de arbitrariedades para
mantener secuestrado al niño Elián González durante
siete meses; en ese territorio donde se incubó y se llevó
a cabo uno de los más groseros procesos judiciales que se han hecho
nunca. ¿A quién pueden engañar? ¿A quién
pueden tranquilizar? ¿A quién pueden prometer que van a ser
juzgados y sancionados por actos de piratería?
No tardaremos en ver a la Fundación
y a toda la mafia completa, moviéndose en todas direcciones, a pesar
del embarazo de muchas crías en el vientre... ¿Cómo
lo llamarías tú, Taladrid?
Reinaldo Taladrid.- Doce pecados
que tienen en la barriga.
Cmdte.- Igual que, digamos,
los cerdos tienen 12 crías en un parto, ¿cómo les
llaman?, camadas; embarazados con una camada de 12 cerditos, desde el punto
de vista ético, moral, legal, político, y no pueden —¿qué
país?— garantizar que no los suelten. ¿Entonces qué?
Hay que seguir protestando, hay que seguir denunciando y chequeando de
cerca qué proceso siguen y qué hacen, seguir denunciando
esa monstruosidad ante la opinión mundial, porque es el más
elemental deber. Los tienen unos meses allí, los sueltan descaradamente
o van a un tribunal de apelaciones y nadie se atreve a juzgarlos. Hemos
visto la monstruosidad de los 5 compañeros, que después de
cuatro años... Ni se sabe cuántos años ya exactamente
llevan sometidos a terrible arbitrariedad, crueldad e injusticia.
Randy Alonso.- Cuatro años.
Cmdte.- De un juicio escandaloso
que ante la historia quedará como ejemplo de corrupción y
de arbitrariedad.
De esa forma condenaron a dobles cadenas
perpetuas a unos compañeros que ahora, sin que nadie sepa por qué,
de una forma brutal, inconcebible, inédita, encierran vivos en unos
sarcófagos, para que no puedan hablar con
los familiares, ni con
los abogados, ni con nadie. ¿Hasta dónde se puede sostener
esa barbarie ante la opinión mundial?, una opinión mundial
que nunca ha estado tan irritada y tan indignada, como lo está hoy,
y cada día más, especialmente después que durante
un montón de horas presenció por la televisión bombardeos
—son las propias palabras de los autores— que duraron horas en el centro
de una ciudad de más de 4 millones de habitantes; bombardeos sin
precedentes en la historia.
No se puede ignorar que el mundo está
viendo eso, son cosas nunca vistas, las guerras convertidas en espectáculo
televisivo, con empleo de fabulosas fuerzas. Yo también los vi ayer,
un buen número de horas dediqué a ver los bombardeos y también
las explicaciones que intentaban dar líderes gubernamentales y especialistas
militares, preocupados por la impresión que podía dar ante
la opinión mundial aquel colosal e increíble espectáculo,
ocasionado por bombas potentísimas, de las cuales, según
afirmaron ellos mismos, emplearon alrededor de 1 500.
A mí me llamaba la atención,
observaba los argumentos empleados para explicar por qué aquellas
eran unas armas que se dirigían todas a objetivos militares y no
ocasionaban el menor daño a la población civil, debido a
una precisión micrométrica.
Cualquiera ha leído un poco
de historia, un poco de materiales sobre historia y sobre guerras. Me asombro
de que se pretendan utilizar esos argumentos que no pueden realmente sostenerse,
porque en esa ciudad de tantos millones de habitantes y en el resto del
país, donde cayeron las 1 500 bombas que se anuncian como un preludio
de ataques aún más masivos, cómo se puede afirmar
que no afecten a la población civil, cuando en esas ciudades hay
millones de niños de todas las edades, de un año, dos, 10,
12, 15; millones de madres criando a sus hijos, o cientos de miles embarazadas;
millones y millones de personas que tienen nervios, tienen ojos y tienen
oídos, en las que tal tipo de acción dejará huellas
para toda la vida. Eso lo saben bien los psicólogos, lo saben los
médicos, lo sabe todo el mundo.
Cómo tú puedes decir
y explicar que son inofensivas, esto sin hablar del número de heridos
o muertos civiles, que no tengan relación alguna con actividades
de tipo militar.
Los que puedan sentarse tranquilamente
a meditar y a pensar, se dan cuenta de algo muy doloroso, y es que esos
ataques, desde el punto de vista militar, son absolutamente innecesarios.
Uno tiene esa convicción y la tiene a partir de profundas meditaciones
y algunas experiencias vividas. Reitero que son contraproducentes, desde
ese punto de vista, en las condiciones peculiares de esa guerra.
Desde luego, no voy a elaborar aquí
teorías sobre el tema. Afirmo simplemente que desde el punto de
vista militar constituyen un enorme error, y son absolutamente innecesarios.
La guerra misma era innecesaria, porque
realmente el problema avanzaba hacia una solución. También
uno medita mucho qué fuerzas tienen unos y qué fuerzas tienen
otros, qué capacidad de acción y de resistencia se puede
desarrollar.
Pienso que si las Naciones Unidas había
tomado una resolución estableciendo determinadas medidas y estableciendo
un desarme que está bien definido en todos los documentos, no existía
para el gobierno de Iraq la menor posibilidad de impedir que en ese país
registraran hasta el último rincón. La más elemental
lógica indicaba eso.
Yo lo sé, porque estuve en la
reunión de los No Alineados en Malasia, conversé con muchos
dirigentes políticos y escuché muchos discursos. Como ya
dijimos una vez, había dos criterios casi unánimes: que no
se debía atacar sin la autorización de la ONU, y, por otro
lado, que el gobierno de Iraq debía cumplir con las resoluciones
establecidas por esta institución.
Incluso cuando hablé a mi regreso,
el día 6 de marzo, dije que apoyábamos la decisión
de Iraq de destruir los cohetes cuyo alcance se discutía que rebasaban
en algunos kilómetros los límites establecidos. Entre la
gente que me pidió conversar durante la Cumbre de Malasia, estaba
el representante de Iraq, un vicepresidente que me solicitó una
reunión; me solicitaron reunión otros que apoyaban a Iraq
y les expliqué con sincero realismo mis puntos de vista.
Ninguna de las armas incluidas en la
resolución, o el alcance mayor de algunos portadores que le imputaban
los partidarios de un ataque carecían de valor ni tenían
posibilidad de usarse si aquel se producía. Uno sabe los medios
defensivos que tiene el sistema de armamentos de Estados Unidos. En la
guerra del Golfo, Iraq usó cohetes contra Israel, pero no utilizó
ningún arma química ni allí ni en parte alguna. Comprendían
perfectamente que era suicida hacerlo.
Por eso le dije al alto dirigente iraquí:
"La situación es esta, ustedes no pueden cometer ni una sola violación
de las medidas establecidas por las Naciones Unidas." Le añadí
que de nada servía desde el punto de vista militar y que no debían
servir para dar pretexto a una guerra. No me constaba en absoluto que fuese
o no cierta la acusación, era, por tanto, cuestión delicada
y abordé por ello el tema con el mayor cuidado posible. Pero consideré
mi deber hacerlo. A otras influyentes personalidades les dije lo mismo.
No hablé antes de esta historia.
Ahora comenzó la guerra y puedo hacerlo público. Les digo,
sinceramente, que la reacción de aquellos con quienes hablé,
y especialmente el iraquí, fue de satisfacción. El iraquí
me dio las gracias, en nada impugnó mis argumentos. No me dejó
la menor duda de que era algo que habían meditado y tal vez decidido
en un momento determinado, sobre el cual no me atrevo ni debo hacer conjetura
alguna.
Tengo la convicción de que Iraq,
desde hace rato, no tenía otra alternativa que cumplir la resolución
de la ONU y deshacerse de esas armas que no podría usar.
Para mí es una cosa muy clara
que no se debía lanzar esa guerra, era innecesaria. No podía
haber justificación para no ofrecerles oportunidad plena a los inspectores
de la ONU. Estos estaban obligados, las Naciones Unidas estaba obligada,
el Consejo de Seguridad estaba obligado, todo el mundo estaba obligado.
Y no recuerdo a alguien, de los miembros del Consejo de Seguridad, que
se opusiera a la eliminación de aquellas armas. No estaban pidiendo
más que un requisito, entonces, ¿por qué había
que hacer la guerra? Esas son las posiciones que nosotros sostenemos, era
innecesaria la guerra.
Ya iniciada esta, el método
que se está siguiendo, los bombardeos arrasadores, son absolutamente
innecesarios, desde el punto de vista militar.
Hay que ver cuál será
la reacción psicológica de millones de personas que lo están
viendo. También tiene el efecto de que hay momentos en que a las
personas se les quita el miedo. Nosotros conocemos esa psicología,
porque vivimos el peligro de una lluvia de cohetes nucleares en Octubre
de 1962 y no vi a nadie, realmente, no vi a nadie —a pesar de que hablé
con mucha gente, porque andaba por todas partes, visitaba unidades militares
y conversaba con muchos ciudadanos—, no vi a nadie asustado; al contrario,
los vi a todos con mucha firmeza, vi cómo puede reaccionar un pueblo
en situaciones de peligro extremo.
Pero no es solo por eso que se refiere
a una situación psicológica. Digo, me tomo la responsabilidad
de decir y reiterar que esos bombardeos, desde el punto de vista militar,
eran absolutamente innecesarios. Fueron defendidos con argumentos que no
pueden persuadir a nadie, argumentos débiles, insostenibles, y frente
a la opinión del mundo que está en contra. A nosotros nos
duele, tanto por los jóvenes iraquíes que mueran como por
los soldados norteamericanos que puedan morir en esa guerra, sea 1, sean
10, sean 100.
También quedó probado
que la guerra anterior en el Golfo dejó mucho trauma en decenas
de miles de soldados norteamericanos, comenzaron a surgir los efectos de
nuevas armas y materiales como el uranio empobrecido, fenómenos
psicológicos, hasta gente que enloquecieron; no vayan ustedes a
creer que en las guerras enloquecen solo los que reciben los impactos de
los que lanzan cañonazos, misiles y bombas, enloquecen también
muchos de los que realizan esos disparos y lanzan esas bombas, porque tienen
igualmente hijos, tienen esposas, son seres humanos, no les gustaría
en absoluto que bombas como esas cayeran a 200 metros de niños y
familiares suyos, por mucha precisión que tengan, creando un trauma
horrible para toda la vida.
Eso tiene mucho más valor que
los pozos petroleros, no es cuestión de cuidar los pozos petroleros
y no preocuparse en lo más mínimo por el destrozo de la mente,
de la salud mental de millones y millones de personas.
No estoy utilizando una argumentación
de tipo político, estoy tratando de usar la razón, y me atrevo
a hablar de eso, he leído bastante sobre esos temas y hemos vivido
algunas experiencias en ese terreno.
No solo aquí en 1962 estábamos
en peligro de que nos cayera la lluvia de bombas nucleares, también
cuando estábamos en Angola, al final de la contienda, en Cuito Cuanavale
y el contragolpe subsiguiente por el suroeste rumbo a la frontera de Namibia,
este país luchó, se la jugó en una guerra desde una
distancia de 12 000 kilómetros. Había siete armas nucleares
en manos de los racistas sudafricanos, y se sabía, todo Occidente
lo sabía, y lo sabía muy bien Estados Unidos. Nunca dijo
una palabra, en la esperanza de que aquellas armas nucleares pudieran ser
utilizadas contra los soldados angolanos y cubanos, y nosotros lo sabíamos,
no con absoluta seguridad, teníamos la casi total convicción
que nos llevó a tomar medidas adecuadas a tal contingencia; después
lo supimos con precisión, porque de esto hablé con Mandela
y hablé con otros dirigentes de Sudáfrica ya independiente.
Nadie sabía todavía dónde fueron a parar esas siete
armas nucleares. Conocemos de dónde procedieron, igual que sabemos
quiénes ayudaron a determinado país del Medio Oriente a adquirir
cientos de armas nucleares y portadores para usarlas.
Es por eso que me atrevo a decir, y
no impensadamente, sino partiendo de experiencias vividas y una cuidadosa
observación de los acontecimientos, lo que dije y sostengo sobre
los referidos bombardeos masivos sobre las ciudades de Iraq. Quizás
un día, estoy dispuesto a discutir con académicos, incluso
académicos militares norteamericanos. Más de una vez hemos
conversado con algunos de ellos, han visitado el país cuando han
dejado de ser jefes activos, tienen organizaciones académicas, varios
se han dedicado a estudiar historia, a escribir libros y memorias relatando
y analizando acontecimientos en los que, de una forma u otra, han participado.
En general, los ex militares norteamericanos que he conocido son gente
que estudia y tiene conocimientos, pueden comprender perfectamente lo que
era necesario hacer o no.
No quiero ofrecer ahora argumentos
sobre el tema, solo digo que en el momento en que se disparaban 1 500 misiles
y bombas —se decía después que iban a ser 3 000 en 48 horas,
en una fase que califican de presión e intimidación o algo
parecido, todo con el pretexto de riesgos para la seguridad del país—,
reciben en Estados Unidos a seis bandidos que con cuchillos en el cuello
de los pilotos secuestran un avión cubano de pasajeros y ni siquiera
son capaces de tomar con ellos las medidas adecuadas. No estamos pidiendo
que los fusilen, sino que los juzguen, y he señalado que en realidad
hay que responder primero a la pregunta de quiénes son los grandes
culpables y dónde está la moral para sancionar a los que
llevaron a cabo esos gravísimos hechos.
Reitero lo que dije: Es una oportunidad
de enmendar errores graves. Creo que hay dos puntos, uno de ellos es la
necesidad de castigar severamente a los secuestradores. En ese país
tan poderoso, que hace leyes todos los días, me pregunto cuántos
legisladores norteamericanos estarían de acuerdo en que tales hechos
quedaran impunes, o se opondrían a una ley que rectificara esos
disparates de tantos años y que los condujeron a esta situación
vergonzosa al cabo de 44 años de inútil y estéril
intento de doblegar a Cuba. En manos de ellos estaría y no se opondría
nadie en el mundo, ni en el propio Estados Unidos, con excepción
de una minoría mafiosa y terrorista. Pienso que es la oportunidad
de hacer cosas cuerdas, de hacer cosas que impliquen alguna forma de rectificación,
como la inconcebible oposición a la cooperación que Cuba
ha ofrecido, y públicamente, no es cosa que se pretenda cocinar
secretamente, sobre las drogas, el tráfico de emigrantes y el terrorismo.
Son los problemas que más preocupan hoy a la sociedad norteamericana.
El otro punto esencial es poner fin
de una vez y para siempre a la Ley asesina de Ajuste Cubano que tantas
vidas ha costado.
Soñar con que van a intimidar
a Cuba o que van a cambiar la Revolución es una tontería,
también sin precedentes, eso no lo podrán conseguir jamás.
Este es un país que puede ser exterminado físicamente, pero
no puede ser doblegado, y la tranquilidad que veo en todo el pueblo y habrá
siempre aquí es la serenidad que vi en aquellos días heroicos
de octubre de 1962, cuando todavía no poseía nuestro pueblo
los conocimientos básicos y técnicos, la cultura política,
la conciencia patriótica, la historia y la gloria que posee hoy,
el respeto y el reconocimiento de tantas personas en el mundo, de naciones
enteras y hasta de continentes enteros, fruto de su desinterés,
de su generosidad, de su espíritu de solidaridad.
Me parece que no debo añadir
nada más. Quedan muchas cosas y queda tiempo. Ahora no se puede
perder un minuto de observación acerca de los acontecimientos, de
esa guerra, que llaman guerra yo no sé por qué. Si se toma
en cuenta los sistemas de armas norteamericanas y los enormes recursos
con que cuenta ese país, el poder de Estados Unidos solo, sin Gran
Bretaña y otros aliados de ese país, es miles de veces, fíjense,
miles de veces superior al poder militar de Iraq. No hay comparación
posible, basta sacar números, hacer cálculos, no buscar siquiera
una computadora, y ver lo que es el poder de 10 000 ó 15 000 armas
nucleares, como mínimo, un inmenso arsenal de armas convencionales
y no convencionales, miles de naves aéreas y marítimas, la
tecnología más avanzada, el mayor poderío en todos
los sentidos que ha poseído alguna vez una potencia.
Se habla tranquilamente de guerra como
si estuvieran luchando dos fuerzas equiparables.
Es como si usted llegara con una ametralladora
a matar a una persona desarmada. Un análisis objetivo de la correlación
de fuerzas arrojaría esa conclusión. Ello no significa ni
mucho menos que haya país alguno incapaz de defenderse, apelando
al heroísmo del pueblo y su capacidad infinita de luchar frente
a cualquier agresión que constituya un abuso de poder y de fuerza
de una potencia extranjera. Este sería ya otro tipo de guerra y
no de la que se está hablando ahora.
Este desigual combate entre la potencia
más poderosa que ha existido jamás y una pequeña nación
del Tercer Mundo, pudo evitarse de forma honorable y satisfactoria para
todos, fortaleciéndose la paz y la lucha resuelta contra el terrorismo.
No se ha podido probar que haya existido participación alguna del
país atacado en los actos terroristas de Nueva York, contra Estados
Unidos. Es todo teoría: "constituye un peligro". Lo que crea realmente
peligro es sembrar odios y cultivar espíritu de revancha.
Casi me río cuando se pinta
y se presenta lo que está ocurriendo como una guerra parecida a
la Gran Guerra Patria de la Unión Soviética, en la que combatían
millones de hombres y fuerzas más o menos equilibradas. No es extraña
la repulsa total que ha ocasionado en la opinión mundial la forma
en que se desató ese ataque, la correlación de fuerzas y
la superioridad militar que asciende a miles de veces de una de las partes
sobre la otra, lo que, en términos conceptuales, convierte en un
ridículo utilizar la palabra guerra.
Muchas gracias por la atención
y la paciencia (Aplausos).
Randy Alonso.- Gracias a usted,
Comandante, por sus reflexiones, también a los periodistas que han
estado con nosotros y en especial también a los compatriotas que
regresaron hoy a la Patria después de haber vivido esta aventura
de terrorismo cometida contra nuestro país, que —como decía
nuestro Comandante en Jefe— estaremos siguiendo, informándole a
nuestro pueblo y denunciando cualquier acción que se tome en este
sentido, y seguiremos reclamando que sean juzgados los terroristas que
cometieron este hecho contra nuestro pueblo y contra nuestra nación.
Muy buenas noches. |