Deserta un hombre cercano a Raúl Castro
RUI FERREIRA
El Nuevo Herald
Un íntimo colaborador del ministro de Defensa cubano,
Raúl Castro, solicitó asilo político en Miami esta
semana, confirmó él mismo en la madrugada del
sábado a El Nuevo Herald.
Alcibiades Hidalgo, de 56 años, quien fuera jefe de despacho
de Castro, embajador en Naciones Unidas y en Namibia, segundo jefe de la
misión
negociadora de la retirada de las tropas cubanas de Angola,
vicecanciller y además miembro del Comité Central del gobernante
Partido Comunista, llegó al
sur de la Florida el pasado jueves en una balsa que se hundió
a escasos metros de las islas Marquesas.
Esto lo hace el desertor de más alto rango del régimen cubano hasta la fecha.
''Los últimos 8 años he estado condenado a la mediocridad
de la prensa nacional, obligado a trabajar en el periódico Trabajadores
y sin ninguna otra
opción. Y digo obligado, porque fui advertido que no
iba a conseguir ningún otro tipo de trabajo y debía permanecer
allí. Por eso, la única opción que me
quedó fue buscar una salida clandestina, ilegal, porque
no tenía a quien recurrir'', dijo Hidalgo, durante una conversación
de casi dos horas.
''He decidido no ser un peón más de la finca del doctor Castro'', enfatizó.
El ex funcionario cubano no sabe a ciencia cierta por qué
fue marginado por el sistema, al cabo de más de dos décadas
de proximidad a la esfera del
poder. Pero cree que su situación tuvo mucho que ver
con su papel en la negociación para la salida de las tropas cubanas
de Angola en 1989.
''Toda mi vida he sido un revolucionario sincero, un creyente
en la revolución. Cuando triunfó tenía 13 años
y toda mi vida política, intelectual, juvenil, se
desarrolló dentro de la revolución. Intenté
dar lo mejor de mí, y participé en cosas útiles para
el país como la retirada de las tropas cubanas de Angola, que
era un anhelo del pueblo cubano, y pienso que [el gobernante
cubano] Fidel Castro no ha perdonado a la delegación que negoció
la retirada de Angola'',
dijo.
Otros líderes revolucionarios vinculados al proceso angolano
corrieron la misma suerte de Hidalgo, dice él. Entre ellos el ex
miembro del Buró Político Carlos
Aldana, quien dirigió la delegación y vive ahora
en el ostracismo; y también el actual ministro del Azúcar,
Ulises Rosales del Toro, quien fue apartado de la
jefatura del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, ``donde radica
el verdadero poder''.
Además de toda la nomenclatura castrista, Hidalgo conoce bien de cerca al designado sucesor de Fidel, al poco conocido ministro de Defensa.
''Raúl es claramente una continuidad de Fidel. Es un ser
obtuso, una persona obsesionada con el poder, represiva, sin ninguna altura
intelectual y sin
ninguna posibilidad de encontrar soluciones propias a ese país.
Carece, además, de la habilidad maquiavélica de su hermano'',
dijo.
Hidalgo describió lo que constituye, en su opinión,
la nueva fuerza de poder en la isla, un grupo de jóvenes que rodean
a Castro y que dirigen
directamente las masas.
''Esos jóvenes tienen el poder que Castro les ha atribuido
con su dedo y se basa en una sumisión total y una adoración
lunática por la figura de Fidel. Son
muchachos con quien Fidel juega, como en otras ocasiones ha
jugado con personas que han estado en la dirección de la revolución,
que quita y pone a su
antojo. Es el caso de Roberto Robaina, quien hizo algo para
lo cual no estaba autorizado. Ahora se dice que fue desleal a Fidel, pero
teóricamente sigue
siendo miembro del Buró Político porque nunca
se la ha sustituido'', añadió.
Robaina fue canciller desde 1992 hasta 1998, cuando súbitamente
desapareció de la escena pública sin explicaciones y fue
sustituído por Felipe Pérez
Roque, ''un hombre con unas ansias de poder tremendas'', aseveró
Hidalgo.
``En Cuba no existe ningún mecanismo institucional para
la toma de decisiones. Los organismos que aparentemente toman las decisiones,
como pudieran
ser la asamblea nacional, el Comité Central del Partido,
incluso el buró político, son meras fachadas donde de una
forma litúrgica se toman decisiones
preestablecidas. La mayor parte de ellas por la iniciativa,
el tono, el sentido, en el momento y en las condiciones que Fidel Castro
quiere. Todo lo otro es
paisaje", sostuvo.